miércoles, abril 29, 2009

¡Pliskeen chatea con Alex Proyas!


Tal como reza el título, un servidor tuvo la gran oportunidad, junto a otros afortunados, de realizar un breve chat con el director Alex Proyas, responsable de esas dos joyitas del género fantástico que son “El Cuervo” y “Dark City”, o más recientemente, la entretenida –aunque irregular- “Señales del futuro/Knowing”.

El evento fue organizado por DeAPlaneta, y a través de varias webs colaboradoras, entre ellas Scifiworld, se realizó un concurso que consistía en enviar cuatro preguntas -o cinco, dependiendo de la web- que a los posibles participantes les gustaría hacer al director.

Envié mis cuatro preguntas y días más tarde me llamaron para informarme de que había sido uno de los seleccionados para participar en el susodicho chat. Me dieron instrucciones, fecha y hora, y allí estuve como un clavo, preparado –no sin nervios- para la ocasión.

Debido al ajustado tiempo (una hora de duración) y a la cantidad de participantes (un total de 10), mis cuatro preguntas fueron reducidas a tres, si bien una vez iniciado el chat y debido a dificultades técnicas, sólo dos de ellas llegaron a formularse y a ser contestadas por el sr. Proyas. Aún así, fue una grata experiencia que nunca olvidaré, y que me gustaría compartir con todos vosotros, mis fieles lectores.

Las preguntas que pude realizar fueron:

¿Teme usted terminar sometido a los designios de los productores, ante la dificultad de llevar a cabo proyectos personales en una industria cada vez más preocupada por hacer negocio?

¿Dracula: Year Zero es más un sueño lejano o una realidad próxima?


Y estas son las preguntas que se quedaron en el tintero:

¿Qué opina de Matrix, película que, en mi opinión y en la de muchos otros, plagió descaradamente no pocas cosas de su magnífica Dark City?

¿Tras los incesantes remakes, secuelas e innumerables adaptaciones de cómics, cree que aún quedan en Hollywood suficientes personas capaces de ofrecer historias novedosas al público?


Para conocer las respuestas a esas cuestiones y a otras tantas que se le hicieron al director, tan sólo tenéis que acceder a la transcripción en español que os dejo en el siguiente enlace:

http://www.scifiworld.es/articulos.php?id_articulo=656

Hubiera deseado publicar la transcripción directamente en mi blog, si bien he preferido ser cauto y evitar así infringir algún tipo de copyright; por ello enlazo directamente a la web colaboradora. No obstante, los comentarios que queráis hacer, podéis dejarlos aquí. También me gustaría conocer vuestra opinión sobre el director y/o qué preguntas le hubierais hecho vosotros.


Saludos ;)

domingo, abril 12, 2009

“Espías en la sombra”, armas de mujer


Dentro del género bélico, la II Guerra Mundial es uno de los temas más recurrentes y, por qué no decirlo, más atrayentes que se suelen trasladar a la gran –y pequeña- pantalla. Se han realizado, con el paso de los años, multitud de películas que han retratado diversos capítulos de dicha guerra, tanto des de la perspectiva de un bando (Aliados) como des de la del otro (Potencias del Eje). Aún así, año tras año descubrimos nuevas propuestas que o bien tratan de ofrecer un nuevo enfoque a ya conocidas hazañas de la época, o bien nos relatan un acontecimiento mucho menos conocido o “gastado” en su versión cinematográfica.

Si a principios de año, desde tierras estadounidenses y con un reparto de aúpa, nos llegaba la correcta –pero no brillante- “Valkiria”, que nos relataba el complot del 20 de julio de 1944 con el que se pretendía asesinar al dictador Adolf Hitler, ahora son nuestros vecinos los franceses quienes nos traen “Les Femmes de l'Ombre”, otro film basado en hecho reales que cuenta con valerosas mujeres del bando aliado como principales protagonistas.


Nos encontramos en Mayo de 1944. Un comando de cinco mujeres es reclutado para llevar a cabo una peligrosa misión que tiene como objetivo proteger el secreto de los desembarcos del Día D en Normandía y, además, eliminar al Coronel Heindrich (Moritz Bleibtreu), el jefe del contraespionaje alemán.

El comando lo forman Louise (Sophie Marceau), una experta francotiradora viuda de un líder de la Resistencia; Jeanne (Julie Depardieu), una dura prostituta que acepta la misión para evitar la horca; Gaëlle (Déborah François) una joven experta en explosivos ansiosa por entrar en acción; Suzy (Marie Gillain) una atractiva ex corista cuya antigua relación amorosa con Heindrich será clave para el éxito de la misión; y Maria (Maya Sansa), una agente secreta de la Resistencia Francesa, infiltrada en el bando enemigo y que servirá de enlace al resto del grupo. La misión es comandada por Pierre Desfontaines (Julien Boisselier), hermano de Louise, y juntos deberán rescatar a un infiltrado aliado en manos de la SS para evitar que los nazis descubran el plan de los desembarcos. Obviamente, la misión resultará mucho más complicada de lo planeado.


Son más bien pocas las películas centradas en la contribución, de muy diversa índole, de las mujeres durante la II GM, y por ello con esta cinta sus responsables han intentado rendir homenaje a algunas de esas mujeres que no dudaron en poner su vida en peligro luchando por su país. En este caso, tenemos ante nosotros un comando femenino formado por varias de esas luchadoras, algunas llevando a cabo la misión por convicción, otras por obligación y otras con resignación. Pero por el motivo que sea, todas ponen en riesgo sus vidas por la causa, y esa no es otra que luchar contra el Imperio Alemán.


Durante los primeros minutos de película, asistimos al reclutamiento de los miembros que formarán el comando, conociendo así a cada una de ellas y los motivos que les llevarán a aceptar la arriesgada misión. Y aunque la implicación final con los personajes es algo más endeble de lo deseado, no podemos negar que por lo menos éstos nos resultan convincentes. Su actitud y sus acciones responden en todo momento a sus distintas personalidades y también a las situaciones a las que se ven sometidas. Además, ni guionista y ni director pretenden retratarlas como heroínas de exaltado patriotismo, sino como mujeres de gran valor y tenacidad que afrontaron los momentos más decisivos de sus vidas.

En el transcurso de la misión, tendremos acción e intriga a partes iguales. El comando deberá seguir las instrucciones pase lo que pase, y como ya sucede en estos casos, habrá bajas inevitables, torturas a los capturados, traiciones… De todo un poco para amenizar este sugerente thriller histórico, cuya ágil narración y gracias a sus pocas distracciones (va directa al meollo de la cuestión, sin perderse en subtramas innecesarias) nos hace pasar un rato de simple -que no simplón- y eficaz entretenimiento.
Su mayor pecado es esa falta de vigor y contundencia en la dirección, propia de un director en cuyo currículum figuran cintas tan prescindibles como la infecta “La máscara del faraón” o la desaprovechada “Arsène Lupin”. Pero que nadie se asuste tras nombrar estos títulos, pues aquí las carencias de Jean-Paul Salomé se ven solventadas por un sólido guión – que, para nuestra sorpresa, él mismo co-escribe- con el que el 80% del trabajo ya está hecho ( muy mal hay que hacerlo para estropear la película)


“Espías en la sombra” es un thriller de espías muy bien ambientado y correctamente interpretado, al que le hubiera ido bien una dirección más enérgica. Logra entretener sin problemas, pero carece de la emoción necesaria para permanecer en el recuerdo. En ese sentido, es mucho más recomendable “El libro negro (Zwartboek)” de Paul Verhoeven.



Lo mejor: la ambientación; el sólido guión.

Lo peor: falta de emoción y de verdadera tensión


Valoración personal: Correcta

domingo, abril 05, 2009

"Eden Lake", psicópatas en potencia


Hoy en día es prácticamente imposible encontrar historias originales dentro del cine de terror (y de otros tantos géneros). Además de infinitas secuelas e innecesarios y agotadores remakes, el género de horror se ha estancado en cuatro fórmulas contadas que se van repitiendo una y otra vez hasta la saciedad. Es por ello que en la mayoría de casos, encontrar un producto decente depende sobre todo de la pericia del director y/o el guionista a la hora de desarrollar la historia aún cayendo en los clichés de siempre.

En los últimos tiempos, el mejor ejemplo de cine de terror proviene de Europa, destacando principalmente a los franceses como el mejor exponente actual dentro del género gracias a cintas como Alta Tensión (pese a su lamentable final) o la brutal À l'intérieur. Aunque hay que decir que como en todas partes, hay de todo, y no sólo encontramos buenas cintas, sino también productos mediocres como Frontière(s), Maléfique (no hay por dónde cogerla) o la ínsipida “Ils”.
De Noruega nos llegó, en el 2006, la entretenida Cold Prey (Fritt vilt), de la que ya tenemos secuela. Y la película de la que hoy toca hablar es de la inglesa Eden Lake, todo un buen ejemplo de cómo manejar con eficiencia una historia mil veces vista.


Jenny (Kelly Reilly) y Steve (Michael Fassbender) son una pareja que decide pasar un fin de semana romántico cerca de un lago remoto en medio de un bosque aparentemente tranquilo. Desgraciadamente, cuando llegan ahí su maravilloso plan se ve chafado por la molesta presencia de una banda de jóvenes descerebrados que no respetan nada ni a nadie. Tras un breve choque verbal entre Steve y los chavales, estos se empeñarán en hacer que su estancia junto al lago sea lo más desagradable posible.

Lo que empieza como la típica gamberrada de adolescente, acabará llegando a extremos impensables. La violencia en grado máximo hará acto de presencia, y el ojo por ojo se llevará a cabo sin miramientos. El fin de semana romántico de Jenny y Steve se convertirá pues, en una intensa lucha por la supervivencia.


Obviamente, no estamos ante un planteamiento muy original, pero la ópera prima de James Watkins tiene su punto fuerte en la forma de desarrollar la historia. Ante todo, tanto la pareja de enamorados como el grupo de jóvenes, se nos antojan cercanos y reales. Los chavales son los habituales niñatos que van de hombrecitos por la vida, vacilando al respetado y haciendo lo que les da la gana cuando les da la gana. Las causas de este molesto comportamiento pueden ser varias, aunque aquí el autor ha preferido buscar los motivos en la mala educación de los padres, haciendo verídico el dicho de “de tal palo tal astilla”. De todas formas, hay que reconocer que la culpa suele ser, en general, compartida, tanto por los padres como por el entorno social, las malas compañías o incluso el tan socorrido argumento de los genes. Aquí es un poco de varios elementos, pues el desencadenante de toda la trifulca es prácticamente uno de los jóvenes, al que lo demás seguirán bien sea por convicción, por amistad o por miedo al rechazo.


En cuanto a la pareja formada por Jenny y Steve, su reacción ante la desesperante situación es la misma que cualquiera de nosotros podríamos llegar a tener, y por muy violento que se vuelva todo, es difícil que en la vida real uno acabe convirtiéndose en una especie de Rambo vengativo, algo que ocurre en otras películas pero no aquí (véase la infumable Perseguida (While She Was Out), uno de los últimos y penosos trabajos directo a videoclub de Kim Basinger).

En todo momento, tanto Jenny como Steve intentan sobrevivir al acecho de los chavales, pero nunca exagerando las situaciones. Watkins busca, dentro de lo cabe, el máximo realismo posible, por lo que evita caer en las típicas y poco creíbles heroicidades que muchas veces nos quieren plantar en el género.

Jenny termina por sostener gran parte del peso de la película, y en su sufrimiento y desesperación está el mayor aliciente de “Eden Lake”. El juego del gato y el ratón va degenerando y volviéndose más sádico a cada minuto que pasa. La angustia de la pareja traspasa la pantalla, y los momentos más feroces y crudos están muy bien manejados por el director (SPOILER --véase el momento en que Jenny necesita librarse de la astilla que se ha clavado en el pie mientras corría frenéticamente por el bosque --FIN SPOILER)



Watkins maneja con muy buen pulso toda la historia, desde la presentación de los personajes, que dura lo justo -ni un minuto más ni un minuto menos- hasta la exasperante situación de “caza” que se desarrolla después. Las reacciones de los personajes resultan creíbles, acordes con las acciones que se van sucediendo, y la labor del reparto es más convincente de lo que uno podría llegar a pensar para un producto de estas características, destacando por encima de todos una estupenda Kelly Reilly que nada tiene que envidiar a la Cecile De France de “Alta tensión”.

Destacar también que la mayor parte de la acción acontece a plena luz del día, lo cual es, a mi gusto, todo un punto a su favor.

Quizás su mayor punto flaco sea el giro final, ya que depende de la benevolencia del espectador a la hora de aceptar que la última parte de se desarrolle en un lugar y con unos personajes que le vienen muy bien al autor para dejar vía libre a su crítica hacia la importancia de que los padres sepan educar a sus hijos. Para ser más concretos SPOILER ---es mucha, muchísima casualidad, que en su huída, Jenny termine en la casa del padre de uno de sus perseguidores, y que éste esté celebrando una fiesta con los padres del resto de jóvenes ---FIN SPOILER. Ahí Watkins pierde credibilidad para darle al desenlace un tono más efectista de lo que uno podría prever. Sin embargo, no es lo suficientemente molesto como para empañar el buen sabor de boca que logra dejar la película.

Es una lástima que las contadas buenas películas de terror que se hacen en estos tiempos, casi nunca vean la luz en nuestras carteleras. Eden Lake bien merece ser disfrutada en una gran pantalla de cine, aunque parece difícil luchar contra la poderosa industria yanqui y su engañoso marketing (nos venden pescado podrido con un bonito envoltorio, y el público, a menudo, pica en el anzuelo)


Lo mejor: Kelly Reilly; el realismo y la crudeza con el que se trata la hsitoria; que pese a los estereotipos, los personajes nos resulten cercanos.

Lo peor: el giro final


Valoración personal: Buena