viernes, septiembre 26, 2008

MEME: ¿Cuales son las 20 actrices más sexys de cine y televisión?

Llevaba mucho tiempo sin recibir una MEME, fuese del tipo que fuese. La última trataba de un listado de películas de lo más variopinto en el que debía señalar las que había visto (por mi cuenta, incorporé una valoración general a las susodichas)

Ahora es el compi cinéfilo Chacal, desde su blog “El Blog de Chacal”, que me manda una MEME muy sugerente y a la que no me importa dedicarle unos minutos.

El tema consiste en elaborar una lista de las 20 actrices que a un servidor le resultan más sexys, diferenciando entre actrices de cine (10) y de series de tv (las 10 restantes)

Será difícil elegir sólo 10 de cada, pero intentaré ser lo más selectivo posible. Algunos nombres se quedarán en el tintero, pero intentaré reflejar mis preferencias básicas con este escueto listado.

Ahí van mis favoritas!


Mis actrices más sexys del cine


Mis actrices más sexys de la televisión


La MEME debo pasarla únicamente a tres blogueros más, así que le dejo esa responsabilidad a Jorge, de Cine Novedades, a Sam Loomis de Totally Unrated y a Alejandro the Wyvern de Soy la puerta. Seguro que me lo agradecerán xD

sábado, septiembre 20, 2008

“Los Extraños”, terror en estado puro


Con un notable éxito al otro lado del charco, nos llega una de esas cintas de terror que presumen de estar basadas en hechos reales. Como suele ser habitual, y en este caso aún más, se trata más bien de un “inspirado en hechos reales” que no de un “basado en…”. Dejando aparte su veracidad, la cinta que nos ocupa ha cuadruplicado su escaso presupuesto (9 millones de dólares) en taquilla, siendo uno de los éxitos inesperados del año, lo que ha hecho que su debutante director, Bryan Bertino, haya firmado un contrato con la productora Rogue para dos películas más (de terror, por supuesto) Ahora bien, la pobre competencia en estrenos también parece haber obrado a su favor, todo sea dicho.


La historia nos presenta a Kristen y James, una joven pareja que se encuentra pasando la noche en una casa bastante alejada de la civilización (¡como no!). De madrugada, un grupo de extraños empiezan a aporrear puertas y ventanas. A medida que pasan los minutos, el asedio cada vez se hace más violento y perturbador, por lo que a la pareja no le queda otra que armarse con lo que tengan a mano y defenderse como puedan de los atacantes.


Esta escueta sinopsis es suficiente para darnos cuenta de la poca o nula originalidad de la propuesta. Cintas de este tipo las hemos visto en otras ocasiones, siendo la francesa “Ils” o la americana “Habitación sin salida” dos ejemplos recientes de parejas acechadas en casas o moteles. De hecho, “The Strangers” casi podría considerarse un remake yanqui de la primera, puesto que tanto la forma de rodar de Bertino como el tipo de asaltadores que este incluye en su film son sumamente parecidos a los de los franceses David Moreau y Xavier Palud. No obstante, tanto las interpretaciones como el ritmo de la misma están mucho más conseguidos en la cinta de Bertino, antojándoseme “Ils” un poco insípida (por no decir aburrida) dentro de su género.

El director apuesta por la sobriedad y el ritmo pausado. El tramo inicial se nos presenta con muchos silencios y poco diálogo, que en este caso y dada la situación que atraviesan los personajes, supone un tratamiento acertado. Estos primerizos minutos nos permiten conocer un poco a los personajes y comprender en que punto están de su relación, algo necesario para poder sentir cierto apego por ellos, ya que de no ser así el asedio tendría mucho menos emoción.

El ritmo se va acelerando paulatinamente, sobretodo con la llegada de los asaltantes. En este punto, la película se convierte en el típico juego del gato y el ratón, en el que los atacantes empiezan a incordiar psicológicamente a la pareja y ésta busca desesperadamente una salida. A cada minuto que pasa, Kristen y James permanecen más atemorizados. Tanto el espectador como los protagonistas desconocen los motivos de los agresores, pero lo que está claro es que no han venido con buenas intenciones y que escapar de ellos no será nada fácil.
De la violencia psicológica se pasa a la violencia física, momento en el que la vida de Kristen y James correrá un grave peligro. No hay nadie en kilómetros a la redonda y los asaltantes parecen tener todas las salidas cubiertas, por lo que la presión no puede ser mayor.


En lo bueno, debemos resaltar el tono austero que Bertino le imprime al film. Lejos de utilizar los típicos efectos de sonido ensordecedores o los sustos fáciles, el director apuesta por un sosegado suspense que convierte a “Los Extraños” en uno de las películas de terror más intensas de los últimos tiempos. La tensión se palpa en cada fotograma gracias a la forma con la que presenta a los malos de la función y en cómo ejecutan el asalto. Los persecuciones no son frenéticas sino todo lo contrario, por lo que no nos queda otro que contener el aliento de vez en cuando; y la sangre aparece en cuentagotas, siendo utilizada cuando realmente es necesario y en ningún momento de forma efectista como parece ser hoy en día la tónica habitual del género.

La interpretación de sus protagonistas es más o menos convincente.
El “más” se lo lleva Liv Tyler, que transmite con credibilidad el miedo y la inseguridad de su personaje, aunque quizás el director abuse demasiado del llanto o los gritos para enfatizar esas emociones. El “menos” corresponde a Scott Speedman, un actor bastante sosete al que el primer tramo de la cinta le viene bastante bien a su inexpresividad, pero que una vez llegan los asaltantes, su interpretación parece no dar más de sí.


En lo malo, debemos lamentar los abundantes clichés que concentra la película. Desde móviles sin batería (cuando no, es la cobertura), tropiezos que tuercen tobillos, perseguidores que desaparecen de un sitio y aparecen en otro a la velocidad de luz, y demás topicazos que ya ni sorprenden ni convencen. Eso, unido a la ya citada escasa originalidad de la historia, le resta muchos puntos a la ópera prima de Bertino. Por no hablar de escenas que parecen sacadas de otras películas (SPOILER— el destino que le espera al amigo de James recuerda sobremanera al cómo termina la madre de la protagonista de “A L’Interieur”; y la escena del armario con Liv Tyler recuerda al “Halloween” de John Carpenter” – FIN SPOILER)


A su favor, no obstante, está el tener a unos atacantes desprovistos de motivos, que hacen lo que hacen por simple placer. No hay motivos personales, raciales o sociales por los que cometan tal ataque. Es el mal por el mal.
Para algunos, esto podrá ser un fallo garrafal, pero para un servidor supone un acierto que convierte a estos asaltantes en algo más inquietante y desconcertante (y resulta algo más cercano a la realidad de lo que podríamos inaginarnos)
Las máscaras que usan éstos también tienen su punto macabro, y desde luego dan más mal rollo que, por ejemplo, la que usaban en “Scream”.


Por tanto, “Los extraños” es una intensa y perturbadora cinta de terror que queda, en cierto modo, lastrada por sus abundantes clichés, su escasa originalidad y -algo que aún no había comentado- un absurdo e desmerecedor desenlace. Una película mejor dirigida que escrita, y que por consiguiente, termina siendo un entretenimiento meramente correcto.

Apuntaremos eso sí, el nombre de Bryan Bertino para comprobar si en futuros proyectos y con un guión más original y elaborado, es capaz de inquietarnos nuevamente pero con mejores resultado finales.


Lo mejor: la apuesta por el suspense y no por el susto fácil; su sobriedad.

Lo peor: la escasa originalidad de la propuesta y los típicos clichés del género.


Valoración personal: Correcta

martes, septiembre 16, 2008

"Wanted (Se busca)", la decadencia del género


Me encanta el cine de acción. Eso es algo que ya sabreis después de leer la primera parte de mi especial "Cine de Acción, Lo mejor de los 90". Y siempre he defendido a estrellas como Swarzenegger o Stallone por ser buenos haciendo su trabajo, y he aplaudido los ingeniosos guiones de Shane Black aunque ninguno jamás se llevase un Oscar. Y es que Oscars no es precisamente lo que uno busca en este género. Uno busca un buen entretenimiento con el que devorar el cubo de palomitas sin comerse demasiado el coco. Que la historia, aunque no sea alabada por la crítica, enganche y te mantenga interesado en lo que estás viendo. Que los personajes, aunque no tengan una gran profundidad, sean los suficientemente atractivos como para sentir empatía por ellos. Y que las escenas de acción, aunque a veces sean imposibles, resulten espectaculares y coherentes con la trama.


Desgraciadamente, el género ha evolucionado, o mejor dicho, ha degenerado a unos mínimos insuficientes para que el espectador –exigente- disfrute. Ahora, con un buen festín de CGI y pirotecnia, se resuelve la papeleta, obviando así todo lo demás. Eso que hizo grandes a las cintas anteriormente citadas ha dejado de existir, dejando paso a la máxima de “cuanto más fantasioso e imposible, mejor”, peleándose así los productores y directores por ver quién la “monta más gorda”.

Wanted es el claro ejemplo de producto artificial e insustancial que, pese a no aburirr -eso ya sería el colmo- deja una sensación de vacío absoluto tras su visionado. La particular orgía visual del director ruso Timur Bekmambetov pretende ocultar los muchos errores de coherencia, verosimilitud (no ya sólo en la acción sino en la trama) y narración que arrastra su película.


Wesley Gibson (James McAvoy) es un joven abatido por la rutina diaria y por una vida insatisfactoria. Se siente desgraciado por un trabajo que detesta, una jefa que lo humilla y una novia que lo ignora y que encima se acuesta con su mejor amigo (compañero de trabajo, para más inri). Pero todo eso cambia el día que descubre que su padre, que lo abandonó siendo pequeño, pertenecía a una organización secreta de asesinos, y que ahora un traidor ha acabado con él. La organización, conocida como la Fraternidad pretende reclutar a Wesley entre sus filas, y aunque él en un principio se niegue, pronto cambiará de opinión para darle un vuelco de 180 grados a su insulsa vida.

Wesley seguirá, a partir de ahora, un duro entrenamiento para convertirse en un perfecto asesino, siguiendo así los pasos de su padre. Y una vez logre ser el mejor, se enfrentará al citado traidor para vengar la muerte de su progenitor.


Adaptando -más o menos...- el cómic original de Mark Millar y J.G. Jones, Bekmambetov tiene la posibilidad de desplegar todo ese poderío visual que ya se apreciaba en sus primeros films. En su estreno en suelo estadounidense, el ruso no ha dudado en volver a hacer uso de ese particular estilo videoclipero que le sirve para dar una gran espectacularidad las secuencias de acción que la cinta posee. Desgraciadamente, descuida todo lo demás, estando el resultado más cercano a un videojuego de plataformas que a una película. Y es que aquí la historia y los personajes son lo de menos; lo único que importa es pasar de una escena de acción/pantalla a otra, viendo caer como moscas a los malos y terminando con vida la partida.


Lo que es el guión, al que tampoco se le exige demasiado dadas las circunstancias, hace aguas a la mínima que se le pide un poco de credibilidad al asunto o cuando uno empieza a hacerse ciertas preguntas que parecen no tener respuesta (¿Qué son esos poderes que posee dormidos el protagonista? ¿Qué demonios es ese telar que teje el destino/encargos de los asesinos? ¿Por qué hay tantas muertes gratuitas?). Los personajes no transmiten absolutamente nada al espectador, de manera que la empatía con ellos es nula, por lo que a lo largo del metraje nos importa bien poco si sobreviven o si mueren. De hecho, el giro argumental hacia el tramo final de la película más que sorpresa causa una absoluta indeferencia, como el resto de la historia.

Lo único rescatable de este intento de película son sus secuencias de acción, que pese a su espectacularidad, no emocionan lo más mínimo, salvo que el espectador se haya entregado por completo a la absurdez y vacuidad de la propuesta. Por tanto, verlas todas seguidas usando el botón de rebobinar proporcionaría el mismo sentimiento de insatisfacción que produce ver la película entera.


El director
, además, usa y abusa del bullet time y la cámara lenta constantemente. Y es que no hay escena en que los protagonistas cojan un arma sin que se usen estas dos técnicas. Recursos que pueden resultar interesantes usados con cierta moderación, pero que saturan si se utilizan cada cinco minutos (y no siempre con justificación)


Se agradece eso sí, que el producto no se tome en serio a sí mismo (faltaría más) y que la hemoglobina abunde a lo largo del metraje, pues en estos tiempos tan políticamente correctos y censurados que corren, la calificación PG13 está matando a éste y a otros géneros. Pero como ya digo, el resto es demasiado anodino como para resultar interesante, de modo que la acción se torna hasta intrascendental y poco jugosa, por muy bien realizada que esté.


Tampoco el reparto, a excepción del protagonista, ayuda demasiado a hacer más agradable la experiencia.

La cada vez más esquelética Angelina Jolie firma la que probablemente sea la peor interpretación de toda su carrera. Un par de frías sonrisas, fruncimiento de ceño (como si le picara la nariz) cada vez que coge un arma y un desnudo gratuito, es lo poco que ofrece la mujer de Brad Pitt en ésta película. Habla poco y cuando lo hace, se pega un monólogo pretendidamente profundo que no hace más que evidenciar las escasas aptitudes interpretativas de la actriz. Lástima, porque este tipo de papeles se le suelen dar bien (por no decir que son los únicos que resuelve decentemente)

Morgan Freeman, el eterno secundario de lujo que igual te sirve para un roto que para un descosido, cumple simplemente con los trámites. Se deja ver un ratito para luego cobrar su pertinente cheque, y a otra cosa mariposa.

Por tanto, James McAvoy parece ser el único de los protagonistas principales que le pone empeño al asunto. Y aunque su personaje nunca termine de cautivar al espectador, por lo menos el actor lo hace creíble y hasta simpático (aprende Maguire)



Así pues, pese a que pensaba que las fantasmadas elevadas al cubo que muestra Bekmambetov iban a ser lo peor de la cinta (al menos a mi gusto personal), finalmente son lo único soportable –aunque no deleitable- de una película más bien mediocre que no te involucra en la historia, que no te emociona y lo que es peor, que no te llena ni tan siquiera el ansia palomitera.

“Wanted” es como un árbol de navidad recargado de elementos decorativos; para algunos será de lo más bonito, pero para otros es realmente espantoso. Desde luego, si esta es la evolución del cine de acción, que no cuenten conmigo.

Para gustos, colores, y aunque mi criterio es tan discutible como el de cualquier otro (o más), os recomiendo que si quereis ir al cine a ver una buen película de acción, quizás aún esteis a tiempo a de ver “Venganza” con Liam Nesson; pero si lo que quereis es ver lo poco que le queda de trasero a la Jolie, entonces id a ver “Wanted”, sobretodo si os gustaron películas como “Transporter 2”, “Crank”, “Shoot’em Up” o “Sr.&Sra. Smith”.


Lo mejor: James McAvoy; que no se tome en serio a sí misma.

Lo peor: la indiferencia e insatisfacción que te queda tras su visionado.


Valoración personal: Regular

lunes, septiembre 08, 2008

Cine de Acción - Lo Mejor de los 90, Parte I



Tachado de superficial, mayormente mediocre e incluso tonto, el género de acción ha sido siempre de los más menospreciados, considerándose muchas veces a sus estrellas protagonistas como meras masas de músculo sin un ápice de talento interpretativo. Obviamente, habrá casos en los que esto pueda suceder, pero no hay ninguna duda de que muchas otras veces es más una cuestión de prejuicios que de juicio justo.

Las cintas de acción o “de tiros y explosiones” nos han ofrecido algunos de los momentos más espectaculares, adrenalíticos y emocionantes del cine de entretenimiento. Un tipo de películas hechas sin mayor afán que el de entretenernos durante un par de horas -o menos- frente a la pantalla, disfrutando de sus tramas sencillas pero adictivas, de sus secuencias trepidantes y a veces imposibles, de sus héroes incasables y casi indestructibles, y de sus malos muy malos.
Por supuesto, no todas estas cintas de evasión nos dejan la misma huella. Algunas se ven tan fácilmente como se olvidan y otras no dejan de ser productos vacíos sin ningún tipo de chispa. Son pocas esas veces en que se convierten en estandartes del género debido a sus innegables virtudes. Esas veces en que sus protagonistas congenian maravillosamente con el espectador y devienen al positivo estatus de “action-man”. Y digo positivo porque si en esa categoría cumplen sobradamente con su función, no dejan de ser buenos actores; pues cada uno es bueno con el género o géneros que le ha tocado y/o querido trabajar.

Durante la década de los 80 y sobretodo 90, actores como Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone o Bruce Willis, entre otros, se convirtieron en grandes estrellas del cine de acción. Vilipendiados siempre por la crítica especializada, se ganaron el aprecio del público, que acudía en masa al cine a ver sus películas. No siempre eran buenas, pero la expectación por ellas nunca menguaba.

En este primer post especial de “Cine de Acción - Lo mejor de los 90”, se hará un breve repaso a algunas de las cintas de acción yanquis más destacadas de los 90, independientemente de su éxito y siempre partiendo de los gustos personales de un servidor. En la elección se ha partido del género en estado puro, excluyendo así aquellas cintas que se mezclan con otros géneros como pudiera ser la ciencia-ficción. Quedan fuera pues geniales películas como Desafío Total, Demolition Man o El quinto elemento, por ejemplo.


Speed (1994)

Una de las cintas de acción más exitosas de los 90. Debut de Jan De Bont tras la cámara después de ejercer de director de fotografía en títulos como “La Caza del Octubre Rojo” o “La Jungla de Cristal” . Una trepidante película que convirtió un autobús en un arma mortal y que subió el caché de su actor protagonista, Keanu Reeves. Tras ésta y la catastrofista “Twister”, De Bont decayó con mediocres producciones entre las que se incluye una decepcionante segunda entrega de su primer gran éxito.



La Jungla 2: Alerta Roja (1990)

Inferior aunque igualmente entretenida secuela del film de John McTiernan “La Jungla de Cristal”, esta vez a cargo de un Renny Harlin que se limitó simplemente a copiar los parámetros de su predecesora. Buenas escenas acción y un Bruce Willis en su salsa para una segunda parte que gustó más que decepcionó.





Máximo Riesgo (1993)

Vehículo para puro lucimiento de Stallone y que el actor supo aprovechar para recuperar el estatus que casi pierde tras su paso por un par de comedias de escaso interés para el público. Renny Harlin dirigió probablemente la que es su mejor película y también su último éxito en taquilla (y también el de Sly). Trepidante y violenta; de lo mejorcito de uno de nuestros action-men más queridos.




El Último Gran Héroe (1993)

Injustamente infravalorada, supone uno de los trabajos más divertidos y entretenidos de McTiernan y Schwarzenneger. El público no supo entender su humor basado en la autoparodia del género, y la cinta se estrelló en taquilla (con la crueldad habitual de la crítica, de propina). Una trama ingeniosa, cameos a tutiplén e impactantes escenas de acción para un film a reivindicar.




Le Llaman Bodhi (1991)

Atractivo reparto masculino para una cinta de robos que tuvo éxito a un lado y al otro del charco. Kathryn Bigelow (la versión femenina de McTiernan) dirige uno de sus mejores trabajos con estupendas escenas de acción y de surf, unos ladrones de bancos imitados hasta la saciedad y un Gary Busey esta vez en el bando de los buenos, por increíble que parezca.





Arma Letal 3 (1992)

No hay dos sin tres, y a principios de los 90 la pareja formada por Mel Gibson y Danny Glover volvió a la carga con otra entrega de la franquicia que más fama (y riqueza) les dió. A mi juicio, tiene el mejor inicio de las tres (¿cable rojo o cable azul? xD) y el personaje de René Russo aportó algo de frescura a una historia que volvió a triunfar gracias a la innegable química entre sus actores protagonistas.




El último Boy Scout (1991)

Willis en su ideal papel de poli acabado y deslenguado, acompañado por un correcto Damon Wayans en una película llena de geniales golpes de humor y acción por un tubo. Diálogos que se han quedado grabados en la memoria de un servidor gracias al guionista Shane Black, cuyo guión se pagó a muy buen precio. La película afincó a Willis dentro del cine acción, aunque por aquel entonces ya era toda una estrella del género.




Alerta Máxima (1992)

La mejor película del pétreo Steven Seagal, por no decir la única buena cinta de acción de toda su deprimente filmografía. Un inspirado Andrew Davis (pocas veces ocurre) llevó a cabo este gratificante entretenimiento que, sin duda alguna, pretendía aprovechar el tirón de “La jungla de cristal” trasladando todo el follón a un barco y a haciendo de Seagal el justiciero solitario. Lo mejor: un Tommy Lee Jones desatado como simpático villano y Erika Eleniak saliendo de la tarta de cumpleaños.



Las Aventuras de Ford Farlaine (1990)

Pocas veces un doblaje español -un descacharrante Pablo Carbonell- había hecho tanto por una película. Una desvergonzada comedia de acción protagonizada por el detective rockanrolero más misógino, cachondo y chuleta de Los Ángeles.
Una película cargada de humor con frases ya míticas (“Tanto gilipollas y tan pocas balas”), un detective guasón y un Robert Englund cambiando su jersey de rayas por cuero negro. Poco más de hora y media de descarada diversión. La mejor etapa del director Renny Harlin, aunque desgraciadamente fue la única interpretación destacada del actor Andrew Dice Clay.

48 Horas Más (1990)

Secuela de la exitosa “Límite: 48 horas” del siempre reivindicable Walter Hill. Repitió fórmula y aunque resultó ser muy inferior a su predecesora, siguió siendo una disfrutable buddy movie con un simpático Eddie Murphy y un rudo Nick Nolte como sinpar pareja protagonista.






En el próximo post seguirá el repaso dedicado al cine de acción, desde mediados de los 90 hasta los últimos años de la década. De nuevo se destacarán las principales cintas que pulularon por nuestras carteleras, y además habrá un pequeño extra: un breve listado de otros títulos a tener en cuenta aparecidos durante esos diez años, aunque no sean los más recordados/famosos.
Por tanto, si en esta entrega habéis echado en falta alguna película, de seguro que la tendréis en la siguiente.