martes, febrero 27, 2007

Sesión Doble: Constantine & The Punisher

Dado que últimamente no dispongo ni del tiempo ni de las ganas suficientes como para comentar todo el cine que veo, he decidido inaugurar hoy una especie de nueva sección, por llamarlo de alguna manera, ya que tampoco tengo el blog debidamente estructurado para tales fines.


Con “Sesión Doble”, pretendo comentar lo más brevemente posible un par de películas cuyo vínculo entre ambas tanto pueda ser el género que tratan, su director o alguien de su reparto (entre otras similitudes que se me puedan ocurrir)

De ésta manera, aprovecho el tiempo y mato dos pájaros de un tiro, sin extenderme demasiado en mis apreciaciones y como un modo de ir generando entradas con mayor rapidez y frecuencia.


Hoy tocan dos adaptaciones de cómic. Ambas bastantes oscuras pero muy distintas entre sí: “Constantine” de Francis Lawrence y “The Punisher” de Jonathan Hensleigh, ambos directores debutando en esto de las superproducciones comiqueras.


Ante todo quiero aclarar que nunca he leído un cómic de ninguno de los dos personajes, por lo que mis opiniones se basan estrictamente en el aspecto cinematográfico, algo que creo que debería hacerse siempre, ya sea el adaptado un cómic, un libro o un videjuego (en especial, este último)


Ale, menos rollo y al meollo.


Constantine


La enésima revisión del bien contra el mal, está vez más personificados de lo habitual. Tampoco es la primera vez que Keanu Reeves se enfrenta al diablo en persona, ya lo hizo en la estupenda “Pactar con el diablo”, aunque de forma bien distinta, claro.


La película tiene una atmósfera bastante adecuada al tema y los efectos especiales son sobradamente competentes, aunque no espectaculares.


El personaje de Reeves es bastante apocalítico y a ratos hace uso de un humor cínico bastante agradecido. No obstante, Reeves sigue actuando con la sobriedad que le caracteriza y eso siempre es un punto en contra en todas sus películas (aunque tampoco es un actor que me moleste demasiado)


Por suerte, tenemos a la preciosa Rachel Weisz dando cuerpo y alma a todo el conjunto. Si bien sus habituales muecas con los ojos como platos pueden molestarle a más de uno, hay que decir que sin su presencia la cosa hubiera sido un suplicio difícil de aguantar.


El inicio de la película es bastante impactante y gratificante y de no haber sido así se hubiera hecho difícil engacharse al film, ya que a largos ratos se hace un poco lenta y aburrida. Por suerte, como su director tampoco quiere ser demasiado trascendental y no deasea tampoco aburirnos en exceso, va intercalando la acción con escenas chulas para el disfrute del público más “exigente”.


Sin duda, lo mejor es cuando ese pedazo de secundario de lujo hace acto de presencia. Sí amigos, me refiero al gran Peter Stormare (mundialmente conocido como John Abruzzi), caracterizado (de forma sútil) como el mismísimo Satanás, en un papel que le viene al pego.


En definitiva, una película con un ritmo algo torpe, un Keanu Reeves soso en el papel de un Neo más atormentado de lo habitual, unos buenos secundarios (no olvidemos a Djimon Hounsou y a Tilda Swintom) y un final un tanto molesto. Con todo ello, una película pasable que nos deja con ganas de ver más y mejores secuelas de las aventurillas de John Constantine.



The Punisher (El Castigador)


Esta película cayó en mis manos por medio de un amigo, ya que de otra forma ni le hubiera echado un vistazo.


La verdad es que fue excesivamente vapuleada por la crítica. Realmente no es tan mala como quieren hacernos creer.

Tiene sus méritos, aunque son pocos y tampoco la convierten en una buena película y mucho me temo, por lo que he leído, que tampoco en una adaptación fiel al cómic (aquí algún lector del blog estoy seguro que podrá informarme debidamente en ese aspecto ;) )


Sin embargo, es bastante superior a truños infumables como “Daredevil”, de eso no hay duda. Y también es mucho mejor que su versión ochentera, protagonizada por aquel entonces por el famoso (es un decir) Dolph Lundgren.

El inicio de la película es innecesariamente largo y ñoño, luego va mejorando un poquito, pero tampoco están los acontecimientos a la altura del personaje


Thomas Jane impone con su hipermusculado físico, pero lo de la interpretación es algo que aún se le resiste. Para haber matado a toda su familia (motivo de su venganza) pues tampoco se le ve muy cabreado/atormentado salvo por el ya cansino y habitual truco del alcoholismo de turno. Personalmente lo encuentro tópico y cargante.

Pero aquí lo peor no es él, sino las chicas florero de turno. La mala es Laura Harring, la tetuda de “Mulholland Drive”, que tiene un cuerpazo de infarto pero es un petardo de actriz, así de claro. Y luego está la modelo Rebecca Romijn Stamos, más famosa por ser uno de los secuaces de Magneto en la saga X-Men. Sin duda, cuando no habla es mejor actriz.


El toque de dramatismo de la película no me lo creo ni harto de vino. Ninguno de los protas, en ese campo, logra convencerme.

Su director, habiendo comprobado eso, decide recurrir a la acción para hacer algo más llevadero el asunto. La verdad es que el guión es un poco flojito también, pero ahí tampoco voy a ir yo con exigencias.


El gran mérito de Hensleigh es rodar la película sin apenas usar efectos especiales generados por ordenador (uno de los pocos es la escena final con la calavera en llamas). Acción a la antigua usanza. En ese aspecto, creo que su director cumple con buena nota rodando las escenas con mucho oficio. A destacar la escena del mariachi, la del ruso y los últimos minutos del film.


Mención especial para John Travolta, haciendo el papel de típico mafioso que hasta nos resulta simpático y que tan bien se le ha dado otras veces (véase “Cara a cara” o “Operación Swordfish”)

Will Patton también anda por ahí, lo cual también es un favor, ya que me parece un actor muy competente.


Lo peor sin duda, son esos vecinos de tiene Frank, una lacra muy significativa del film. Incluirlos en la trama es un suicidio. Con semejante despropósito es imposible hacer una película en condiciones.


Total, que The Punisher no es tan mediocre como la pintan. Tiene buenas escenas, el ritmo más o menos se aguanta y las escenas de acción están llevadas a cabo con oficio. Pero lamentablemente Thomas Jane no es ni de lejos un tipo atormentado que busque justicia a cualquier precio. Es un tio que aún le quedan ganas de salvar damiselas en apuros y hacer bromitas con helados de fresa.

Un producto que podía haber sido más rentable con un actor más adecuado y con guión con menos chorradas y más consistencia. Pasable y olvidable.


A destacar sus títulos de crédito, lo que más me ha gustado. Y la canción del mariachi, mariachi incluído (la reencarnación de Johnny Cash?? Ya quisiera él). Digo mariachi como bien podría decir rockero o tío que canta country, que nadie se me moleste.



Y hasta aquí la primera “Sesión Doble”.

Como podeis comptobar, lo de ser breve me da a mí que aún es una asignatura pendiente que tengo. Que le voy a hacer, cuando me pongo me animo y no se echar el freno. Maldita sea...



Saludos ;)


lunes, febrero 26, 2007

Gala de los Oscars 2007: el triunfo de Marty


Sin duda, el gran triunfador de la gala fue el gran Martin Scorsese, quien por fín ha visto recompensado todo su trabajo llevándose dos de los premios más importantes de la ceremonia , mejor película y mejor director (entre otros dos a mejor guión adaptado y mejor montaje)

El Oscar a mejor película nos piyó un poco por sorpresa (yo apostaba por la idolatrada Babel), pero no hay duda que “Infiltrados” es una película estupenda y tito Marty un gran director y si ha tenido que ser ahora cuando le den su tan ansiado y merecido premio, yo me alegro por él.


Es cierto que Scorsese se ha merecido el Oscar en más de una ocasión y por películas mucho mejores que ésta, pero así funciona la Academia, emmendando los errores cuando no toca.

De hecho, este Oscar es más bien un título honrífico a toda su larga y espléndida trayectoría como director. Scorsese es uno de los grandes de Hollywood y de manos de otros dos grandes de la industria como son (o eran) Francis Ford Coppola y Steven Spielberg (como veis, no cuento a George “papada monumental” Lucas) ha recibido el premio que tanto le ha sido negado.


Habrá quienes se hayan disgustado con este premio, en especial los competidores en dichas candidaturas, pero hay que decir que ya quisieran muchos hacer un remake tan cojonudo como el que ha hecho este señor y saber dirigir de forma tan magistral a un reparto de tales magnitudes. Y es que cualquiera suplicaría por trabajar con este monstruo de la dirección.


En fin, una vez que ya me he desecho en halágos hacia este señor, pasaré a explicar lo más brevemente posible el resto de la gala, vista a través de mis soñolientos ojos (eran las 6.30 de la mañana y aún seguía despierto) y mi habitual punto de vista.


A excepción del caso Marty y alguno más que comentaré a continuación, las sorpresas han sido más bien las justas.

Los Oscars a mejor actor y mejor actriz estaban cantados y evidentemente en caído en las manos de Forest Whitaker (todo un actorazo al que por fin han reconocido su talento) y Helen Mirren (una actriz como la copa de un pino). En el caso de Mirren, que por cierto estaba realmente guapa en la gala, la cosa estaba segura al 99%. De no haberlo ganado, hubiera podido ir a cualquiera de las otras estupendas actrices nominadas. Cuando digo las otras me refiero por supuesto a Meryl Streep (no es ni de lejos su mejor papel, todo sea dicho), Judi Dench (que no pudo asisitir a la entrega) y Kate Winslet (una de las actrices más jóvenes en ser tantas veces nominada al mismo premio). Aún me pregunto que demonios hacía la “Pe(tarda)” al lado de esas fabulosas actrices. Habría que preguntárselo a Iker Giménez :)


Guillermo Del Toro por su parte, recibió uno de los palos más grandes de la noche al no conseguir el premio a la mejor película extranjera, que en este caso se lo llevó la alemana “La vida de los otros” de la que oído muy buenas palabras, así que enhorabuena a su director y guionista Florian Henckel-Donnersmarck (toma nombrecito)

No obstante, el equipo de Del Toro se llevó 3 Oscars correspondientes a las categorias de mejor fotografía, mejor dirección artística y mejor maquillaje. Así que por lo menos, su trabajo se vió de algún modo recompensado.


El Oscar a mejor actor secundario fue a parar a las manos Alan Arkin por su papel en “Miss Little Sunshine”, desbancando al favorito Eddie Murphy (quién si se llevó el Globo de Oro a esa misma categoria). Y el de mejor actriz fue para Jennifer Hudson, quien recogió el premio muy emocionada (no es para menos dado que hasta el momento era una gran desconocida)


En la categoría de mejor película de animación el premio se lo llevaron los pingüinos bailarines de “Happy Feet”. De este modo Pixar perdía ante un rival que arrasó en taquilla durante las navidades pasadas, aunque yo no he podido comprobar si reamente ésta película es mejor que “Cars” (lo dudo)


El premio a mejor guión original lo ganó “Miss Little Sunshine”, que si bien no se llevó las estatuillas en las categorias más importantes, es de elogiar que una película independiente haya consguido dos Oscars compitiendo en una ceremonia con tan ilustres nombres.


El mejor documental estaba claro que sería “Una verdad incómoda”, abalado y publicitado (y también interpretado) por el político y ecologísta Al Gore. Además, también se llevaron el Oscar a mejor canción, algo extraño si tenemos en cuenta que estamos hablando de un documental y que en dicha categoría solo deberían incluirse películas, a mi entender. Pero bueno, ya se sabe que estos de la Academia hacen los que les da la gana.

Eso sí, a los nominados por “Dreamgirls” les sentaría como una patada en el mismísimo trasero (se tuvieron que conformar con el Oscar a mejor sonido). Para más inri, fue su película una de las grandes perdedoras de la noche junto con Babel, que tan sólo pudo llevarse el premio a mejor banda sonora.

Mi conclusión sería ésta: A los que se esfuerzan se les recompensa, a los pretenciosos se les castiga :)


No comentaré el resto de premios porque tampoco hay mucho que decir. Al final de la entrada haré constar el listado con los/as vencedores/as en todas las categorias para que podais hecharle un vistazo rápido al tema.


Para mí, es más importante destacar uno de los mejores y más emotivos momentos de la noche: la entrega del Oscar honorífico al genial/magnífico/extraordinario compositor Ennio Morricone, responsable de algunas de las mejores bandas sonoras de la historia del cine y por el que un servidor siente un profundo respeto y una gran admiración.

Morricone, visiblemente muy emocionado, hizo uso de su lengua materna para expresar su agradecimiento por el premio recibido y fue tito Eastwood (otro gran perdedor de la noche) quien se encargó de hacernos la dudosa traducción simultánea.

Fue uno de los mejores momentos de la noche y junto con Scorsese su nombre fue de los más aplaudidos (el público en pie y todo, increibel-ble)


Por lo demás y ya en líneas más generales, felicitar a Ellen Degeneres por su buen trabajo como presentadora de la gala. Su agradable humor, su saber estar y su natural desparpajo hicieron la velada de lo más amena. Lástima que su aguda labor no fuera recompensada con un mayor protagonismo. Y es que aquí, los verdaderos protagonistas eran los nominados y había que hacerlo notar. De todas maneras, nos regaló algunos momentos realmente divertidos, como el de la foto que le hizo Spielberg junto a Eastwood xDD


También las performances habituales de ésta ceremonia estaban muy conseguidas. Unos bailarines/gimnastas escenifican mediante sus cuerpos y un juego de sombras elementos característicos de algunas reconocidas películas.

La forma de presentar el Oscar al mejor vestuario también fue bastante original.

Quizás lo menos destacable fuera la parte destinada al backstage después de la recogida de premios. No hubiera ido mal una persona más capacitada para dicha tarea.


En definitiva, una gala muy correcta que ha rehusado recurrir a elementos artificiosos y sensacionalistas tan habituales en tales acontecimientos.

Por mi parte, he echado de menos una mayor sofistificación y elegancia por parte de las mujeres que íban haciendo acto de presencia. La verdad es que la mayoría de los vestidos eran horrendos, en especial el de “nuestra” representante (a saber como iba a ser el vestido que teóricamente iba a llevar si no se le hubiera roto a última hora), que debería llevarse el Oscar al mal gusto.


Aquí os dejo la prometida lista. Aquellos que no vieron la gala seguramente se podrán deleitar con los resúmenes pertinenetes de algunas cadenas de tv. En mi caso, una combinación de viejas y nuevas tecnologías (radio e internet) me permitió gozar de la ceremonia en vivo y en directo (aunque con algunos minutos de retraso). Mis ojeras lo atestiguan :)



MEJOR PELÍCULA - “Infiltrados”


MEJOR DIRECTOR – Martin Scorsese por “Infiltrados”


MEJOR ACTOR PRINCIPAL – Forest Whitaker por “El último Rey de Escocia”


MEJOR ACTRIZ PRINCIPAL – Hellen Mirren por “The Queen”


MEJOR ACTOR SECUNDARIO – Alan Arkin por “Pequeña Miss Sunshine”


MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA – Jennifer Hudson por “Dreamgirls”


MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN – “Happy Feet”


MEJOR PELÍCULA DE HABLA NO INGLESA – “La vida de otros”


MEJOR GUIÓN ORIGINAL - Michael Arnt por “Pequeña Miss Sunshine”


MEJOR GUIÓN ADAPTADO - “Infiltrados”


MEJOR DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA - Guillermo Navarro por “El laberinto del Fauno”


MEJOR EDICIÓN - Thelma Schoonmaker por “Infiltrados”


MEJOR DIRECCIÓN ARTÍSTICA - “El laberinto del Fauno”


MEJOR DISEÑO DE VESTUARIO - Milena Canonero por “María Antonieta”


MEJOR BANDA SONORA - Gustavo Santaolalla por “Babel”


MEJOR CANCIÓN - I need to wake up por “Una verdad incómoda”


MEJOR MAQUILLAJE - El laberinto del fauno


MEJOR SONIDO - “Dreamgirls”


MEJOR EDICIÓN DE SONIDO - “Cartas desde Iwo Jima”


MEJORES EFECTOS ESPECIALES - “Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto”


MEJOR DOCUMENTAL – “Una verdad incómoda”


MEJOR CORTO DOCUMENTAL - “The blood of Yingzhou district”


MEJOR CORTO DE ANIMACIÓN - “The Danish Poet”


MEJOR CORTOMETRAJE - “West bank Story”


OSCAR HONORÍFICO - “Enio Morricone”



Saludos ;)

domingo, febrero 11, 2007

Ases calientes (Smokin' Aces), era mejor el trailer


Aquí la breve sinopsis de filmaffinity:


El jefe mafioso Primo Sparazza ofrece una generosa recompensa de un millón de dólares a quien liquide a Buddy 'Aces' Israel (Jeremy Piven), un mago de tres al cuarto que va a testificar contra la mafia de Las Vegas. El FBI ve la oportunidad de usar al embaucador para atrapar a Sparazza, y ofrece protección a Aces, al que custodiarán dos agentes (Ryan Reynolds & Ray Liotta) en su refugio de Lake Tahoe. Cuando la comunidad de malhechores presentes, pasados y futuros, se entera del precio de la cabeza de 'Aces', una multitud de cazadores de recompensas, matones, bellas y sensuales sirenas traidoras y mafiosos salen de caza. Con Lake Tahoe como objetivo, la colección de chorizos se lanza a una cómica carrera en su intento de matar a 'Aces' y llevarse el botín...


Después de sorprender a la crítica con “Narc”, un correcto thriller dramático, Carnahan vuelve a la carga con una película de acción al más puro estilo Guy Ritchie pero sin la frescura de éste. El cocktail que Carnahan nos sirve se hace insípido en algunos momentos y disfrutable en otros. La mezcla entre thriller, comedia y acción se hace bastante heterogenia, sin que ninguna de los géneros llegue a brillar con su máximo esplendor.

La presentación de todos y cada uno de los personajes es bastante informal, ya utilizada en otras películas pero bien resuelta. Ni que decir que estos personajes son de lo más estrambóticos y durante la película algunos de ellos hacen gala de sus irritables excentricidades (véase el trío nazi)


Una vez hechas las presentaciones, el ritmo de la película empieza a flaquear bastante. Si bien el principio es bastante rápido (dentro de lo que cabe, teniendo en cuenta que hay muchos personajes), lo que sigue se hace lento y monótono. Carnahan empieza a perder fluidez en la narración de un modo alarmante. Por suerte, y cuando ya empieza uno a creer que está ante una imitación barata de un film de Scorsese, la cosa empieza animarse un poco cuando el variopinto grupo de matones y caza recompensas inicia su plan de caza. En ese momento apenas hay lugar para el descanso de nuestras retinas y la acción se sucede de forma constante y bien equilibrada, alternando momentos de adrenalina pura con secuencias más explicativas.


Sin lugar a dudas, Carnahan se lo pasado bomba rodando la película que el mismo se ha escrito. Pero lo que está claro es que Carnahan no es un Tarantino (ni en lo bueno ni en lo malo), y muchos de los diálogos y situaciones de la película son verdaderamente absurdos y surrealistas. Intenta ser transgresor con lo que cuenta y el modo en que lo cuenta, pero la cosa se queda en un quiero y no puedo.

Momentos como el del niño karateka, la conversación del nazi superviviente y su verdugo o el de la mancha en la chaqueta de cuero, destilan estupidez por todos lados. En esos momentos, un servidor, más que reirse, ponía cara de “pero esto que és!?”. Las buenas escenas se entremezclan con otras que no aportan nada a la trama y que están de relleno para intentar que la espectador piense que lo que está viendo es la ostia de bueno. Pero eso a mí, almenos, no me ha pasado. Por eso pienso que en ese aspecto, a Carnahan se la ido la olla completamente. El asunto se le ha ido un poco de las manos y eso que el guión es francamente provechoso.


Donde Carnahan se luce mejor es en los momentos más trepidantes, donde la acción sucumbe a toda racionalidad (la escena de la motosierra es una prueba de ello). También algunas escenas de tensión, como varias de las que se suceden en un ascensor, están bien logradas. Estas escenas consiguen captar nuestra máxima atención y nos mete de lleno en todo el fregado que se está montando.

Y luego viene cuando realmente empezamos a dudar de las intenciones del director. Porque si hasta el momento todo había sido acción y cachondeo, en los últimos 20 minutos la cosa da un giro drástico y el dramatismo hace acto de presencia.

No es que ese dramatismo se haga molesto, simplemente es que no cuadra demasiado con el ritmo que la película llevaba.

Estos momentos están solventados de forma aceptable (como ya se hizo en Narc) tanto por el buen tratamiento que Carnahan le impregna como por las actuaciones de los actores. Aquí felicito tanto a Jeremy Piven como a Ryan Reynolds, que en su poder están los personajes más elaborados y el deber de sacar a flote toda la función que Carnahan a montado.

En el lado opuesto, tenemos a un obeso y venido a menos Andy García, que está de pena en su papel y pasa a englosar esa lista de buenos actores en horas bajas, en las que figuran nombres tan ilustres como Jeremy Irons, John Malckovich o Christopher Walken. Una pena, la verdad.

Luego está la cantante y “quiero ser actriz” Alicia Keys, que está bastante sosa, lo cual ya era de esperar. Llega un momento que uno se cansa de ver tanto artista musical intentando hacerse un hueco en Hollywood. Mejor que dejen de dar el cante y se dediquen a lo suyo.

Ray Liotta hace lo que puede con su personaje. Tampoco es que los demás personajes están mejor elaborados que el suyo, salvo destacando sus características principales, pero es que de Liotta uno se esperaba algo más.

El resto del elenco está correcto en base a lo que les ha tocado representar. También se agradece, y mucho, que la intervención de Ben Affleck sea más bien anecdótica. Verlo demasiado tiempo en esa jaula de grillos se me hubiera antojado insoportable.


Las sorpresas finales, porque las hay (como en todas las películas que se hacen ahora), están bien introducidas gracias a un guión competente y a no intentar tomar por tonto al espectador, como hacen muchos otros directores. Puede que alguna se viera a venir (almenos para mí), pero no merman el desarrollo de la historia, sinó que le dan un nuevo empuje.



Y hasta aquí mis impresiones. Realmente no se muy bien como valorar esta película. Primero me aburre y luego me distrae. Pero ese entretenimiento también se vuelve confuso cuando el equilibrio entre disparos, sangre, furcias, chistes, tacos, traiciones, persecuciones y lágrimas se va al traste por culpa de situaciones ilógicas, absurdas y sin ningún tipo de fundamento que Carnahan intenta colarnos como si fuera algo genial.


Smokin' Aces puede gustarte si tienes claro que estás contemplando una chorrada descomunal que solamente prentende entretenerte. Pero si buscas el peliculón que creías que se escondía tras el jugoso trailer, lo único que encontrarás será una decepción con mayúsculas.


Carnahan nos ha servido un truco de mágia que juega con la comicidad del espectador. Esa comicidad pende de un hilo muy fino que se puede romper si dicho espectador no se deja embaucar por los malabarismos visuales de los que Carnahan hace gala.


Por cierto, los seguidores de la serie “Perdidos” (no es mi caso) podrán ver a uno de sus actores (Matthew Fox) haciendo un breve y curioso cameo.


Lo mejor: Un guión bien estructurado aunque desaprovechado en su ejecución; unas buenas interpretaciones de Jeremy Piven y Ryan Reynolds; las escenas de acción.


Lo peor: Las situaciones absurdas que no vienen a cuento y que no aportan nada a la trama; el humor que apenas hace gracia salvo momentos puntuales; la pérdida del ritmo narrativo durante la primera mitad de la película.


Valoración personal: 2,5 sobre 5 (Regular)


domingo, febrero 04, 2007

Verano de corrupción, abriendo la caja de Pandora


¿Qué harías si descubrieras que tu vecino es un ex-nazi perteneciente a la antigua S.S.?

Pues eso mismo es lo que nos plantea esta película.


Después de dirigir la magistral “Sospechosos habituales” y antes de enfrascarse en el mundo marveliano de los X-Men, Bryan Singer se encargó de adaptar para la gran pantalla uno de los tantos relatos del gran Stephen King, “Apt Pupil/El alumno aventajado”. Y de que manera señores!


La película nos muestra una serie de sucesos que se van encadenando hasta llegar a eclosionar en un final contundente, como ya sucediera con “Sospechosos habituales”.

Singer dota la película de un aire escabroso sin necesidad de recurrir a efectismos baratos y gratuitos. La escena de las duchas, la de la marcha militar, la escena del gimnasio con la paloma por medio (nada relacionado con John Woo, no temais) o la escena del sótano, son una buena muestra de como Singer nos induce un profundo desasosiego que se apodera de nosotros incluso hasta los créditos finales.


La historia, para ser más concretos, gira entorno a Todd (Brad Renfro), un joven de 16 años -primero de su clase y apasionado por la Historia- que un día descubre que su anciano vecino (Sir Ian McKellen)es un ex-nazi. En vez de mearse en los pantalones, salir pitando a una comisaría u olvidarse del asunto y hacer lo que la mayoría de los adolescentes de su edad hacen, como ligar con chicas, acudir a fiestas y triunfar en el deporte pátrio de la escuela, Todd decide intimar con su enigmático vecino.

Interesado por el tema del Holocausto, Todd decide chantajear al viejo para que le cuente, de primera mano, los sucesos que tuvieron lugar durante esa trágica etapa de la historia, si no quiere ser delatado y acabar en prisión.

El viejo nazi acepta de mala gana. No obstante, Todd no sabe con quien se está enfrentando y como dice el dicho, quien juega con fuego, al final acaba quemándose.


A partir de ese momento, Tood y el viejo, alias Kurt Dussander, inician un duelo de titantes que ríanse ustedes de Wyatt Earp y los Clanton. El juego chantajista al que juegan ambos se convierte un arma de doble filo, también para ambos.


Los momentos más tensos van acompañados por una portentosa banda sonora que realmente nos facilita esa sensación de desasosiego que antes he comentado.

Singer imprime en el film una tonalidad grisacea, marronosa y a veces rojiza, que ayuda a percibir la crueldad de las escenas.


En cuanto a las interpretaciones, ni que decir que el maestro Ian McKellen está espléndido como el viejo nazi, con una mirada penetrante y absolutamente acribilladora. Pero el joven Renfro no se queda corto tampoco, haciendo suyo el personaje con una frialdad y contundencia inusuales en un chico de su edad.

También es agradecida la presencia de Elias Koteas, uno de esos buenos actores tan inmerecidamente desaprovechados en el mundillo hollywodiense. No es este el caso, por supuesto.

Su personaje, aunque breve, es crucial en los acontecimientos finales.

También tenemos a Ross Geller, o mejor dicho, al actor David Schwimmer, interpretando también un papel breve pero que ejerce una importancia muy significativa en el desarrollo de la historia y en su conclusión.


Con todo, una película muy recomendable. Un buen ejemplo de como se debe trasladar una obra de Stephen King al cine. Una cinta sobre el mal más puro y real que existe. Un mal que no proviene de una cinta de video, ni de una casa encantada, ni de un misterioso lago, sinó un mal que se encuentra en nuestro interior. La maldad que el ser humano puede ocultar detrás de la cansada mirada de un viejo o de la inocente mirada de un niño.


Ojalá Singer se dejara ya de superhéroes y siguiera regalándonos películas como éstas, que bien nos hacen falta.


Lo mejor: Las interpretaciones de Sir Ian McKellen y Brad Renfro; la inquietante atmósfera que Singer inprime en cada fotograma; el perfecto clímax que se mantiene desde el primer minuto hasta el final.

Lo peor: El desafortunado mostacho de David Schwimmer, aunque no su interpretación.


Valoración personal: 4 sobre 5