Cuando nos enteramos de que la maquinaria de Hollywood planeaba una nueva franquicia de Terminator, la inmensa mayoría nos echamos a temblar (motivos no nos faltaban). Para muchos de nosotros, el nombre de ese letal cyborg seguía –y aún sigue- ligado exclusivamente a James Cameron; y sin él, sin su creador, las esperanzas de ver algo de calidad se reducen notablemente. Prueba de ello es la amada y odiada -más lo segundo que lo primero- tercera entrega de la saga o la prescindible serie de tv que recientemente ha sido cancelada.
Cuando supimos que el director elegido para tales menesteres iba a ser McG, responsable de esas dos infectas aberraciones de proporciones mastodónticas que fueron Los Ángeles de Charlie y su secuela, nuestros peores temores parecían hacerse realidad. Luego vino el fichaje de Christian Bale, imagino que para contrarrestar el pesimismo que el citado director causaba, y las aguas se calmaron un poco, aunque la sombra de la duda seguía inamovible sobre nuestras cabezas.
Entonces llegó un teaser tráiler que causó buena impresión a muchos de esos desconfiados (mientras otros permanecían/mos indiferentes), y a medida que se iba soltando más y más material, las impresiones hacia lo que McG nos estaba preparando, empezaron a tomar otro rumbo bien distinto. La esperanza se abrió paso entre la desconfianza, y la posibilidad de resucitar por el buen camino una franquicia que jamás debió ir más allá de dos películas, empezaba a resultar factible para algunos (para otros, la pirotecnia mostrada no era más que un cebo de dudosa fiabilidad)
Pues bien, la hora de la verdad ha llegado. Terminator: Salvation ha aterrizado en las pantallas estadounidenses y pronto la hará en las españolas. Por el momento, su acogida ha sido un tanto fría y decepcionante por tratarse de quién se trata, pero la última palabra la tienen los millones de espectadores que aún quedan por verla, pues si la saga continua, no hay duda que será gracias a la taquilla internacional (como muchos otros productos comerciales, para qué negarlo)
La historia del film transcurre en un post-apocalíptico 2018, en el que John Connor (Christian Bale), es el líder decisivo –y uno de los más apreciados- de la resistencia. Tras los acontecimientos de “El día del juicio final”, los humanos intentan sobrevivir como humanamente pueden (valga la redundancia), luchando encarnizadamente contra el temible ejército de Skynet, o bien escondiéndose de él. Pero el futuro que le espera a esos supervivientes no es nada alentador. Las máquinas cada vez dominan más terreno y los intentos de acabar con ellas se ven continuamente frustrados.
Una brecha de esperanza a la par que incertidumbre se abre con la llegada de un tal Marcus Wright (Sam Worthington), un extraño cuyo último recuerdo forma parte de un pasado casi olvidado. Connor deberá decidir si Marcus ha sido enviado para acabar con él o bien si es el aliado que necesitaban para poder derrotar, de una vez por todas, a Skynet.
Esta cuarta entrega de la saga es, en cuanto a su contexto se refiere, lo que debió haber sido la tercera. Mientras que aquella se limitó a repetir el esquema argumental de sus predecesoras pero, a gusto de un servidor, con muchísimo menos talento y peores resultados (y aún menos, imaginación), ésta se centra directamente en la guerra entre humanos y máquinas, situando la historia en ese futuro que ya se avecinaba en las anteriores entregas. Digamos que esa es su mayor baza, ya que da un paso al frente y desarrolla -o lo intenta- aquello que muchos deseaban ver y que Cameron nos mostró a modo de flashbacks en sus dos peliculones.
No obstante, este futuro post-apocalíptico ya no nos sorprende demasiado, ya que otras películas nos lo han mostrado con anterioridad, ya sea de una forma o de otra. Aún así, esa ambientación tan deudora de Mad Max, resulta convincente (no se esperaba menos de una superproducción), aunque no es tan opresiva como Cameron la imaginó (quizás también porque se sitúa un tiempo antes de la creación de los implacables T-800).
Este futuro es sucio y caótico, y el enemigo domina todos los terrenos posibles. Por tierra, mar y aire, Skynet reparte su ejército de máquinas, que va desde los arcaicos T-600 hasta gigantescos robots, pasando por motos o “gusanos” acuáticos, además de las ya conocidas patrullas aéreas (¿por cierto, donde han ido para los “tanques” y los lásers?) Tanto engendro mecánico no es más que un intento facilón de darle una mayor espectacularidad a una saga que se ha caracterizado sobre todo por la innovación técnica y por el fantástico diseño de sus robots. Obviamente, a día de hoy, poco hay que nos sorprenda, así que han optado por ofrecer al espectador mayor diversidad de máquinas con las que batirse en duelo. A fin de cuentas, el “Universo Terminator” puede ser, en ese aspecto, lo infinito que se quiera, aunque pienso que el robot gigante estaba de más (que sí, que está chulo, pero se me antoja demasiado avanzado respecto a sus compañeros T-600)
Con ese desolador escenario y con tanta máquina de por medio, la cinta parece que promete, pero hay ciertos lastres que le impiden ir un poco más allá del simple producto de acción que es.
Por un lado, tenemos una historia con unas ligeras pretensiones épicas y profundas que nunca se llegan a cumplir, básicamente porque sus personajes son planos o están desaprovechados, y la acción es tan continua que apenas nos da tiempo a sentir algún tipo de apego por alguno de ellos. No ayuda tampoco el hecho de que John Connor esté algo desdibujado y que haya cedido parcialmente su protagonismo al recién llegado Marcus Wright (Sam Worthington). Aquí Connor no sólo no es líder legítimo de la resistencia (recibe órdenes de unos superiores, aunque luego se las pasa por el forro, que para algo es quién es), sino que además la historia parece centrarse más en la figura de Marcus, algo que termina siendo un obstáculo para apreciar a ese Connor maduro y salvador de la raza humana que tanto ansiábamos ver personificado en la gran pantalla.
Esto es algo muy subjetivo, pero considero que Connor debió ser el centro de atención de la trama y el motor que la hiciese avanzar. El personaje de Marcus es interesante y en cierto modo se puede considerar como la única novedad provechosa que se han sacado de la manga los guionistas (la diversa parafernalia robótica es atractiva, pero nada meritoria a nivel argumental), pero su presencia eclipsa a uno de los personajes que más identifica esta saga.
Esa sensación a “secundario de lujo” se acentúa especialmente con el personaje interpretado por Bryce Dallas Howard, que de haberlo eliminado del guión, éste apenas se hubiera echado de menos. La intervención de la actriz y por ende, su personaje, quedan totalmente desaprovechados. Es de suponer que ésta cobrará mayor relevancia en las secuelas venideras, pero no es excusa para no haberle dado un papel más amplio, sobre todo teniendo en cuenta el rol que desempeña.
Sorpresón al encontrarme al viejo Michael Ironside, puesto que no sabía de su participación en el film, aunque lamentablemente, es otro de los desaprovechados del guión.
El más destacable del reparto quizás sea Anton Yelchi, ya que Bale no deja de estar meramente correcto (tampoco puede hacer mucho con lo que le han escrito, por lo que Edward Furlong sigue siendo el mejor John Connor de la saga, y por méritos propios y ajenos) y el tan cacareado Worthington está algo sosete. Ignoro que habrá visto Cameron en él, pero siendo ésta su carta de presentación al público (luego lo veremos en “Avatar” y en el remake de “Clash of the Titans”), deja bastante que desear.
Moon Bloodgood no es la chica de la peli, porque no la hay, aunque su personaje es al que le han sacado más partido. Eso sí SPOILER la relación con Marcus resulta forzada y metida con calzador FIN SPOILER
Lo de Helena Bonham Carter casi podría considerarse un mero cameo.
Por tanto, queda claro que desarrollar los personajes no es el fuerte de McG, y por ello el director pone toda la carne en el asador cuando se trata de rodar las secuencias de acción; bastante espectaculares y trepidantes en su mayoría, aunque alguna que otra, excesivamente mareante. Los efectos especiales son solventes y ayudan a darle credibilidad al asunto, si bien son pocas las escenas que quedarán para el recuerdo.
La nostalgia es un factor clave que han tenido muy en cuenta los guionistas, así que al ya conocido cameo digital de Schwarzenegger se le une un repertorio de frases ya conocidas que han sido pronunciadas a lo largo de la saga por sus protagonistas, y que aquí se reparten Bale (Connor), Worthington (Marcus) y Yelchi (el joven Kyle Reese; Michael Biehn en la original) para sacarle una sonrisa al espectador más cómplice.
La banda sonora de Danny Elfman es bastante adecuada, con sonidos estruendosos, contundentes y metálicos. Realmente enérgica (más de la que lo son las imágenes), pero que recicla un poco de la partitura de Brad Fiedel (compositor de las de Cameron, para el que no lo sepa o no recuerde). Así es como parte de la theme clásica de Terminator se deja entrever al final de los créditos iniciales (para eso, o la incluyes entera o no la incluyes) y también cuando aparece por primera vez el T-800, que probablemente sea el momento cumbre de la película, por no decir el único realmente emocionante (por la nostalgia más que por otra cosa). Claro que no deja de ser un rostro digitalizado del verdadero Chuache, así que aunque parece que se lo han currado, no deja de resultarnos demasiado artificial (un animatrónic quizás hubiera quedado un poco más creíble)
Por tanto, esa falta de intensidad, de emoción y de calado en los personajes, se intenta amortiguar o directamente suplir con un no parar de explosiones y persecuciones. Acción por un tubo y millones de dólares invertidos para darle empaque de blockbuster veraniego. En ese sentido, los más conformistas o menos exigentes, se darán por satisfechos. Como película de acción y entretenimiento cumple de forma aceptable aunque no muy entusiasta (nada nuevo bajo el sol). Como película de Terminator no avanza mucho en la trama (nos quedamos tal cuál estábamos), y más bien parece un acelerado aperitivo de lo que puede ser el resto de la franquicia. Se asientan las bases de esta presumida nueva trilogía, así que lo mejor es ir con las expectativas bajas para no llevarse ningún chasco. En mi caso, no las tenía todas conmigo y después de su mejorable taquilla y las terribles críticas, esperaba encontrarme algo muchísimo peor de lo que finalmente he presenciado. Aún así, considero que el único que puede sacarle verdadero jugo a Terminator y regalarnos un buen peliculón es James Cameron, pero al menos McG y su equipo no se han suicidado en el intento (aunque habrá opiniones de todo tipo)
Mejor que “Terminator 3: La rebelión de las máquinas” (de calle), aunque sigue quedando lejos de lo ofrecido en las dos primeras. Dicho esto, si sois de los que disfrutaron con la tercera, ésta cuarta no debería ser menos.
Lo mejor: funciona como entretenimiento post-apocalíptico.
Lo peor: personajes planos, poco desarrollados o incluso desaprovechados; el protagonismo de Marcus en detrimento de John Connor.
Valoración personal: Correcta
8 comentarios:
Que no iba a superar las dos primeras lo tenía claro, mejor que la tercera también pero sin embargo no esperaba que (partiendo de cero) se fuese a quedar a medio camino.
pd. en el fondo le tengo ganas, a ver si llega el finde.
Yo también tenía claro esas mismas cosas, pero aún así creo que se han quedado en la superficie al ahondar en ese futuro post-apocalíptico.
De todas formas, es entretenida y tiene algunos detalles acertados, con lo cual no se puede decir que sea un horror de película como lo fue la tercera.
Saludos ;)
la vere pero tratare de ir sin espectativas
me funciono con la ultima de X-files y me gusto
saludos
¿que podría haber sido mejor? Sí, ¿que es mejor que la 3? También. Me parece una buena forma de iniciar una nueva trilogía. La 3 era bastante prescindible,pero bueno. Yo tengo ganas ya de que llegue la 5. Pero sin duda, como las dos primeras nada de nada. La dos es simplemente fantástica.
Pues yo tengo ganas de verla. Las dos primeras entregas, muy especialmente la segunda, las tengo en un pedestal y sé que difícilmente van a estar a la altura. Pero todo y con eso, tengo ganas de ir al cine. Ya te diré que me ha parecido.
Saludos!
La verdad que estoy dentro del grupo que ha disfrutado de la tercera entrega. Lo que si no me ha gustado de esa cinta, es el humor innecesario que se insertó en muchos momentos de la trama, pero como producto de acción cumplía sin mayores problemas. Todavía no he visto esta cuarta entrega, pero por lo que dices es más una peli destinada a impactar visualmente que a avanzar en la historia misma. Por lo menos, con Christian Bale en la actuación y con efectos especiales convincentes, creo que la película me gustará.
Excelente reseña, Saludos!
A mi me gusto, la vi como una simple película de acción veraniega y no me defraudo. Lejos quedan los films de Cameron, pero por ello no se debería menospreciar el film de McG por eso.
A diferencia de ti, de los actores el que más me sorprendió fue Sam Worthington, tras "Avatar" será uno de los nuevos héroes de acción.
En resumindas cuentas, una efectiva y espectacular película de acción.
Saludos.
La aparición del Schwarzenegger digital es, para los fans, el momento orgásmico del film sin ninguna duda.
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