De verano en verano, y tiro porque me toca…
El último post que hice sobre “Canciones de cine” estuvo dedicado a “Calles de Fuego” y fue allá por Julio del año pasado. Por tanto, creo que ya tocaba sacarle el polvo a la sección y ofrecer a los lectores del blog (aprovechando el tercer aniversario del mismo), una nueva ración de música de cine. Y como no podía ser de otra manera, vuelvo al pasado y pongo la mira en la gloriosa década de los ochenta para traeros un temazo titulado “Together In Electric Dreams”, canción que formaba parte de la banda sonora de “Sueños Eléctricos” (Electric Dreams), una película no muy conocida para el público mayoritario y que jamás llegó a alcanzar el estatus de “clásico ochentero”, pero que de seguro ya es de culto para algunos informáticos que estén o pasen la treintena de edad (más o menos)
La Película
Nos situamos en las ochenta, concretamente en el 84. La tecnología, y por ende, lo ordenadores, no están tan asentados en nuestra vida diaria como lo están hoy día. Las computadoras y artilugios eléctricos empiezan a cobrar cierta fuerza y popularidad entre la sociedad, y el cine pretende ser un reflejo de ello. Así es como empiezan a aparecer películas como Tron (1982) o Juegos de Guerra (1983), que nos muestran el poder (en cierto modo, fantasioso) que pueden llegar a tener estos avanzados aparatos, maravillando así a un impresionable público poco conocedor de dicha materia.
Steve Barron, hasta entonces un ingenioso y prestigioso director de videoclips (suyos son, por ejemplo, el “Billie Jean” de Michael Jackson o el “Take On Me” de A-Ha, uno de los mejores videoclips de la historia, para el que esto escribe), quiso debutar en el mundillo del cine apuntándose a ésta moda tecnológica. Y así es como nació Electric Dreams, una película cuyo protagonista, el arquitecto Miles, adquiere un avanzado ordenador que tras un desafortunado incidente empezará a tomar conciencia de sí mismo, y lo que es peor, a enamorarse de la nueva vecina de éste, por la que el joven también está prendado.
El accidentado proceso por el cual el ordenador de Miles toma conciencia es un poco chorra, y la historia de amor entre el protagonista y su bella vecina, una jovencísima Virginia Madsen en su primer papel protagonista, pues es tanto pueril y quizás precipitada. De ahí que a falta de un mayor calado emocional (y quién sabe si por otros motivos), la película no tuviera demasiado éxito, además de que la mayor parte del metraje parecen clips musicales, tendencia de la que Barron no pudo o no quiso desquitarse hasta que llegó su segunda largometraje, Las tortugas ninja (1990) (a la que seguirían luego fallidas producciones como “Los Caraconos” o “Pinocho, la leyenda”, además de algunos telefilmes de carácter fantástico)
Pese a la ingenuidad de la historia y las tontorronas discusiones entre Miles y el ordenador, la película guarda momentos impagables, como la secuencia en que Madeleine (Madsen) toca una pieza musical con su violoncelo, y el ordenador -que se llama Edgar-, la acompaña imitando el sonido con dispositivos MIDI. Precisamente, es a partir de esta escena cuando Edgar empieza a “sentir” algo por la protagonista, decidiendo componer música para ella con sus sintetizadores. De esas composiciones surgen otras secuencias de la película acompañadas de buena música.
Así pues, no es que estemos ante un gran título de los ochenta ni mucho menos, pero tiene algo que la hace especial y simpática. Y probablemente eso sea, a parte de la dulce Madsen (que como el buen vino, mejora con los años), la música que acompaña sus imágenes y la mala leche que a veces se gasta Edgar (como un HAL 9000, pero menos cabrito)
La Música
La banda sonora de la película corrió en gran parte a cargo de Giorgio Moroder, quién durante ésta década aportó al cine la música (y singles de éxito en concreto) de películas como La Historia Interminable, Flashdance, Top Gun (fue la mitad responsable del "Take My Breath Away" de Berlín) o El Precio del Poder (Scarface). Su demostrada creatividad quedó una vez más plasmada en esta película, cuyo tema principal, el Together In Electric Dreams que nos ocupa, fue compuesto junto a Philip Oakey, líder y co-fundador del grupo synthpop The Human League (los del Don't You Want Me, cuyo videoclip dirigió precisamente Barron)
La canción tuvo un éxito tremendo, especialmente en el Reino Unido, y fue el único hit que alcanzaron juntos Oakey y Giorgio Moroder, que un año más tarde editaron un álbum conjunto. Incluso Oeakey, ya con su banda, los Human League, no llegó nunca a conseguir un éxito tan rotundo como éste. Si bien el tema en cuestión no fue editado en EE.UU. en formato single hasta 1988.
Su aparición en la película tiene lugar justo al final, ya que se supone que Edgar (recordemos, el ordenador) la compone especialmente para Madeleine y Miles.
Otras bandas y artistas que formaban parte de la B.S.O. fueron Jeff Lynne, con canciones como "Let It Run" o "Video! “, esta última editada para dar publicidad a la película, aunque no llegó a tener demasiada repercusión (o no tanta como el Electric Dreams); Helen Terry con su "Now You're Mine"; Heaven 17 y su no muy popular "Chase Runner"; o los Culture Club, estos ya más conocidos y que aportaron dos temas, “The Dream" y "Love Is Love”.
“Together In Electric Dreams” es un excelente tema pop de los ochenta que incluso llegó a eclipsar por completo a la propia película, que fue todo un fracaso. Precisamente, ese prolongado aspecto a videoclip que he comentado al principio, fue uno de los principales motivos de discrepancia entre los críticos; lo que para unos pocos era una virtud, para otros muchos suponía un gran lastre. Sea como fuere, la canción aún se sigue recordándose independientemente del film, el cual ha quedado relegado al olvido colectivo.
Por último, comentar que para el álbum homenaje a Human League, Reproductions: Songs of The Human League, varios artistas versionaron sus canciones, y este Together In Electric Dreams corrió a cargo de Lali Puna, que en mi opinión destroza el tema original de Oakey (aunque tampoco se parecen mucho, por lo que sería más lícito decir que directamente se lo inventa)
Os dejo con el videoclip de la canción, y de regalo, la secuencia en la que Edgar y Madeleine se comunican musicalmente (lo que suena, es de Moroder).
No hay comentarios:
Publicar un comentario