martes, mayo 12, 2009

“My Bloody Valentine 3-D”, lo que bien empieza… ¿bien acaba?


Parece que las carreras cinematográficas de los dos hermanos Winchester -Dean/Jason Eckles y Sam/Jared Padalecki- están siguiendo senderos similares. Mientras saborean el éxito televisivo con la estupenda y absolutamente recomendable “Supernatural”, entre temporada y temporada se dejan caer en alguna cinta de terror juvenil que eleve un poco más su caché (o lo hunda, según se mire). Para más inri, en sendos casos, se ha tratado de un remake de un slasher ochentero (aunque “Sam” le lleva un remake de ventaja a “Dean”, ya que en el 2005 participó en -la nada desdeñable- “La casa de cera”)

Así, a principios de año, nos llegaba el “nuevo” Viernes 13 con Padalecki a la cabeza, mientras que ahora es Eckles quien se pone delante de la cámara para My Bloody Valentine 3D, remake del film homónimo –pero sin el 3D- de 1981.

La ventaja con la que me enfrento a este enésimo remake, es que esta vez no he visto la cinta original, por lo que no puedo decir si esta versión actualizada es mejor o peor, o si tiene o carece de sus mismos defectos y virtudes. Tampoco conozco la historia e ignoro si hay cambios en ella, por lo que la previsibilidad se basa únicamente en el conocimiento de los cánones ya establecidos en el género slasher. Vamos, que un servidor sabe lo que va ocurrir simplemente porque ha visto decenas de películas iguales, y no porque ya conozca la trama de antemano (aunque aquí creo que las sinopsis de una y de otra tienen un punto de partida distinto, y por tanto, el móvil del asesino también cambia)

Lo que parecía un terrible accidente en una mina, resultó ser una masacre. El único superviviente de ella, el minero Harry Warden, resultó ser el asesino que acabó con la vida de sus compañeros. Cuando Warden despertó del coma profundo en el que le dejó la explosión en la mina (con la que pretendía oculta su crimen), regresó a ella y empezó a matar a todos los jóvenes que allí se encontraban celebrando el día de San Valentín. La llegada de la policía logró evitar más muertes y a Warden se le dio por muerto.

Ahora, 10 años más tarde, los supervivientes de aquél terrible día comprobarán con sus propios ojos que el minero asesino ha vuelto de su tumba y que no descansará hasta matarlos a todos. Pero… ¿es realmente Harry Warden el asesino? ¿Ha vuelto de la muerte en busca de venganza o jamás murió?, ¿Acaso es un imitador?


Dentro del cine de terror, el subgénero slasher es, tras el paso de los años, uno de los más desgastados. Pautas sencillas repetidas una y otra vez hasta la saciedad han dejado la originalidad y el factor sorpresa bajo mínimos, por lo que uno termina exigiéndole poco a este tipo de productos, siempre y cuando estos no aburran, las muertes tengan su atractivo, los protagonistas no sean demasiado paletos (los adolescentes con el cerebro en encefalograma plano y las hormonas disparadas ya cansan) y la trama tenga un mínimo de interés.

En base a esas mínimas exigencias, podríamos decir que este “My Bloody Valentine 3-D” cuenta con un par de puntos a su favor. Por un lado, están las muertes, salvajes y más o menos creativas; y por el otro, está el suspense, que se basa en averiguar quién es realmente el asesino (aunque esto luego se vuelve en su contra, y más adelante explicaré por qué)

Sobre lo primero, decir que nuestro “querido” psychokiller se las ingenia todas para matar a sus víctimas de una forma original usando sólo el pico (y en algún momento, hasta la pala)

Cráneos agujereados, desgarrones por aquí y por allá… pero sobre todo, mucha hemoglobina para estucar el escenario del crimen. Todo un artista del pico, sí señor. Es en estas escenas –entre otras- donde particularmente se ha empleado el uso del 3D, para así enfatizar los asesinatos y darle una mayor espectacularidad. Y es fácil distinguirlas aún sin verlas en una sala 3D.


Soy de los que opinan que el “invento” del 3D en algunas secuencias es una pijada del copón. Podrá tener su gracia, no lo niego, pero no es más que un efectismo más (y probablemente, del todo innecesario). Aunque no me opongo a ello siempre y cuando no se convierta en el único valor y reclamo de la película.

En cuanto al suspense, este podría recordar al de cintas tipo Scream, en el que tanto el espectador como los protagonistas intentan adivinar quién es el asesino enmascarado. Sospechas de uno, luego de otro… y así hasta que llega el final y descubres si tus deducciones eran acertadas o no. Ese es el sustento de la trama, y uno de sus puntos fuertes…. hasta que llega la absurda, tramposa e insultante resolución final.

Todo lo que estaba haciendo de My Bloody Valentine 3-D un slasher medianamente entretenido y eficaz en sus pretensiones (ya sabéis… mucha sangre, muchos cadáveres y algún que otros desnudo totalmente gratuito), se va al garete por uno de esos giros finales en los que te das cuenta que, minutos antes, el director ya te estaba tomando el pelo a base de bien (SPOILER-- la escena de la mina con Eckles encerrado es un engañabobos y no tiene justificación alguna; ni las alucinaciones de su personaje cuelan como excusa, por mucho que así lo pretendan – FIN SPOILER)

No me importa que despisten mi atención, que me hagan dudar o que incluso me embauquen, pero que eso último lo hagan sin trampas, sin tomarme el pelo. La última vez que esto se lo perdoné a alguien fue a Alexandre Aja y su “Alta tensión”, pero ya empieza a cansar que tomen al espectador por idiota, así que al Sr. Lussier no se lo perdono. Y para colmo y rayando lo absurdo SPOILER—el asesino sobrevive a una explosión de gas que ocurre a un palmo de su cara, para encima luego no mostrar más que unos arañazos y apenas quemaduras; dejando así la puerta abierta a una secuela… faltaría más –FIN SPOILER.

La unión de Patrick Lussier, director de la infame “Drácula 2000”, y Todd Farmer, guionista de “Jason X” (sin comentarios), no podía augurar nada bueno. Pero si obviamos ese final y alguna que otra incoherencia (SPOILER—esa oportuna aparición del viejo exsherrif, que no sabemos de dónde sale ni cómo sabe que el asesino está en la casa FIN SPOILER), podríamos darle un aprobado raspado, dado que a fin de cuentas, durante la mayor parte de su metraje, cumple como slasher. Tampoco se le podía pedir más y al menos no llega a extremos tan nefastos como con el remake de “Una noche para morir” (mala con avaricia) Pero entonces llega el desenlace y se descubre la estafa respecto al “misterioso” asesino.


Tampoco las interpretaciones son muy remarcables, incluso me duele admitirlo, pero Eckles es el peor de todos, estando Jaime King y Kerr Smith dentro de lo más aceptable (además de los veteranos)

Por tanto, salvando su a ratos asfixiante y malsana atmósfera, y sus gratificantes muertes (de lo mejorcito visto en un slasher reciente), My Bloody Valentine 3-D deviene en otro slasher del montón. Otro remake más a la pila de los “remakes de clásicos del terror de los 70-80” (y preparaos para cuando lleguen los de los 90).

Si perdonáis todo su tramo final (yo no puedo), su falta de credibilidad y previsibilidad, seguramente os entretenga lo suficiente como para no terminar maldiciendo los antepasados de sus responsables. De lo contrario, la sensación de timo y decepción planeará sobre vuestras cabezas.


Lo mejor: los asesinatos.


Lo peor: el tramposo final y otras incoherencias argumentales.



Valoración personal: Regular


P.D.: El Día de San Valentín, 14 de Febrero, es mi aniversario. Manda narices que escojan esta fecha para hacer películas de terror tan mediocres (no nos olvidemos de la nefasta “Un San Valentín de muerte”)

14 comentarios:

Chacal dijo...

Yo es que de esta chuminada sólo recuerdo lo chorra que era en términos generales, salvo (como indicadas) alguna que otra cosilla que "se dejaba ver", más tampoco.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

El cuerpo de la tía en bolas sí que se dejaba ver xD

Las muertes son, finalmente, lo único rescatable. Y aunque sea un slasher y ese sea parte de su fundamento, necesito algo de chicha en la historia para satisfacerme.
Entre tanto tópico y el insultante final, como que no puedo darle el aprobado.

Saludos ;)

Machete dijo...

Por lo que cuentas el final es "digno" de un giallo....XD

Pliskeen (David Ribet) dijo...

No estoy muy puesto en giallo.
En qué sentido lo dices?

Saludos ;)

Machete dijo...

En que por lo géneral son bastante absurdos...

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Entonces hago bien en ahorrarmelos (los pocos que he visto, no me han gustado)

;)

Sam_Loomis dijo...

Sip, un remake algo interesante en su ejecución (las muertes violentas) peeero ese final trilladísimo y mamón ya no tiene cabida en el género. Basta.

¡Saludos!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Yo es que estoy harto que nos tomen por idiotas.

Saludos ;)

Jorge - cinenovedades dijo...

Pues no la he visto, pero por lo que dices viene a ser otra cinta más del montón a lo que nos tienen acostumbrados. Si por lo menos, las muertes valen la pena, creo que quizás se merezca un visionado. Por cierto, "Supernatural", muy buena serie!
Saludos!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Culaquier capítulo de Supernatural le pega mil vueltas a toda esta película, que se estropea muy mucho por culpa de un final tramposo e insultante.

Las muertes están conseguidas, pero no sé si eso es suficiente motivo para verla. Eso ya dependerá de lo que cada uno le exija al producto.

Saludos ;)

Darkerrblog dijo...

Creo que por ahora me quedo con el recuerdo de la pelicula original, que sin ser gran cosa me entretuvo mucho, aunque la última vez que lo vi fue hace muchos años. Este remake lo dejaré pendiente sin apuro. Además, Lussier no me da confianza.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Quizás este remake también te entretenga, pero tienes que perdonarle muchas cosas para que realmente te satisfaga.

Saludos ;)

Anónimo dijo...

Coincido en casi todo, solo que le daria de un regular para abajo... un cuasi-regular, o un pseudo-regular... jajaja
Gran post!

Saludos!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

No la he puesto mala del todo por las salvajes muertes, pero como ya digo, eso no la salva de no alcanzar ni el aprobado.

Saludos ;)