Tras filtrarse en la red un workprint de la película (una copia de trabajo sin pulir), los directivos de la Fox se pusieron las manos a la cabeza temiendo por el efecto negativo que eso podría ocasionar en la futurible taquilla de uno de sus blockbusters más esperados. La verdad es que pasados unos pocos días de su estreno, no se puede decir que dicha copia haya mermado en exceso la recaudación esperada, si bien tampoco estamos hablando del éxito rotundo que la Fox preveía. ¿Pero tiene el workprint toda la culpa, o se trata más bien de la desconfianza que ya de por sí provoca el estudio? Y es que en los últimos tiempos, la Fox se ha caracterizado más bien por llevar a la gran pantalla verdaderos despropósitos y, obviamente, a estrellarse con ellos en la taquilla.
Reconozco que nunca las he tenido todas con esta película, y por mucha espectacularidad que ofreciera el tráiler, había algo que me olía mal (llámalo intuición, llámalo sexto sentido o simplemente experiencia). Hasta ahora, la disparidad de opiniones acerca de su calidad no ha hecho más que confirmar mis dudas. Mientras unos la tachan de bodrio absoluto, otros lo hacen de peliculón; aunque luego hay unos terceros que se decantan por el término medio, dejándola como una película entretenida pero que podía haber sido mucho mejor. Para disipar dudas y saber a qué grupo pertenecía un servidor, no me ha quedado otra que comprobarlo por mí mismo y juzgar (es lo mejor que uno puede hacer cuando no se fía ni de los entusiastas ni de los catastrofistas)
X-Men Orígenes: Lobezno es un spin-off –de los varios previstos- de la saga cinematográfica X-Men, iniciada allá por el 2000 por Bryan Singer y finalizada, con una tercera entrega tan amada como odiada, por Brett Ratner en el 2006. Teniendo en cuenta que ya en estas tres cintas, el personaje de Lobezno (Hugh Jackman) contaba con gran parte del protagonismo, no era de extrañar que éste fuera explotado en una continuación para su exclusivo lucimiento y, ya de paso, para contarnos sus orígenes, como bien nos indica el título del film que nos ocupa.
Como precuela que es, ésta nos situa 17 años antes de los hechos acontecidos en sus predecesoras, narrándonos los inicios del proyecto Arma X y la forma en la que Lobezno convirtió sus huesudas garras en poderosas armas de matar recubiertas de adamantium (un material indestructible).
Engañado y traicionado, Logan (Jackman) se convierte en el conejito de indias del Coronel Stryker (Danny Huston) en sus experimentos con los mutantes. Jurando hacerle pagar sus fechorías y vengar la muerte de su novia en manos de Victor Creed (Liev Schreiber), Logan se “transforma” en Lobezno, un hombre lleno de rabia y dolor, reconvertido en un animal y movido únicamente por la sed de venganza. Ahora Stryker sufrirá la ira del monstruo que él mismo ha creado y Creed deberá asumir las consecuencias de su traición.
La Fox ha intentado por todos los medios amortiguar el efecto del workprint, y por ello se han esforzado en remarcar que la versión definitiva y la copia de trabajo ofrecen muchas diferencias. La verdad es que cualquiera lo diría, no ya porque muchos afirmen que son la misma película con algunos minutos y escenas de diferencia, sino porque sus efectos especiales, en algunas ocasiones, resultan tan bochornosos que parece que sigamos asistiendo a la copia inacabada y no a la definitiva. Un blockbuster de elevado presupuesto no debería presentar efectos especiales de saldo, ya que si hay un mínimo que se les pide a este tipo de productos, es que el dinero invertido sirva, por lo menos, para mostrar fx de calidad, algo que aquí ocurre de forma salteada. Y es que escenas perfectamente pulidas hacen compañía a otras que causan vergüenza ajena, algo bastante incomprensible para el estudio que produjo la trilogía original. O bien el presupuesto se les quedó corto o bien las prisas les hicieron hacer una chapuza (la escena de Lobezno frente al espejo es inadmisible en una producción millonaria de estas características)
Si gran parte del sustento de las películas de superhéroes son sus efectos especiales, está claro que la Fox ha cometido un error garrafal al exhibir un producto bastante desigual en ese aspecto. Sin embargo, eso motivo quizás sea insuficiente para despotricar de X-Men Orígenes: Lobezno. Miremos pues, más allá de sus efectos…
Hay un aparente esfuerzo por darle a la cinta no sólo espectacularidad, que la tiene pese a esos eventuales defectos especiales, sino también cierto empaque en el guión. La historia es atractiva de por sí, especialmente para los fans de la patrulla X y del personaje en cuestión. Vaya por delante que un servidor nunca ha leído los cómics en los que supuestamente se basa o inspiran dichos orígenes, así que no puedo juzgar la fidelidad con la que los guionistas han tratado la historia de Lobezno. Pero sí puedo juzgar lo que tengo ante mis ojos, y en ese sentido, me da la sensación que las lagunas argumentales son varias. No tengo claro si la idea era contar esos orígenes de forma apresurada o es que en la sala de montaje han hecho un verdadero estropicio a base de recortes y más recortes.
Para empezar, el reclutamiento de Logan y Victor Creed se me antoja excesivamente apresurado, así como su incorporación al resto del equipo que conforma Stryker. De golpe y porrazo, aparecen todos los personajes en pantalla, para durar apenas unos minutos (dedicados a la exhibición de sus superpoderes). Si bien lo más sangrante es que, bien avanzado el metraje, observamos que Logan tiene cierta amistad con alguno del grupo, como con John Wright, mientras que con otros, La Mole y el Agente Zero, no parece haber tan buen rollito. Pues en el caso de La Mole y de Wright, esas relaciones no quedan bien expuestas al inicio del film (lo contrario a Zero, que se nota que se caen mal nada más conocerse), y por ello desconciertan y parecen metidas con calzador, como si algo se nos escapara o no nos lo hubieran contado.
Pero lo peor es el uso irregular que se les da a todos esos personajes, algo que ya ocurría en sus predecesoras (especialmente en la tercera entrega). La presencia de algunos queda reducida casi a la nada, y se desaprovecha tanto al personaje como al actor que lo interpreta. En el caso de Gambito, aún podemos dar gracias que no queda relegado a un simple cameo y que su participación en la trama tenga relevancia para el devenir de la misma. Pero a Wade Wilson –entre otros- se le echan en falta más minutos, no ya porque su verborrea pueda dar más juego a la película, sino porque la idea de la Fox era hacer de este film una presentación trampolín para su propio spin-off, y el resultado deja mucho que desear (de pasarse los orígenes de Deadlpool/Masacre por el forro para convertirlo en un supermutante indestructible, prefiero no comentar nada, ya que tampoco soy un erudito en el tema)
También parece apresurado todo el proceso en el que las garras de hueso de lobezno pasan a ser de adamantium, además de infringir la coherencia que les une a la primera película de Singer sobre los X-Men (incluso en los breves flashbacks de aquella, había más carga dramática ¡y sangre! que en la que aquí se nos muestra). Por tanto, la unidad entre las distintas películas que conforman la trilogía queda algo descolgada, y eso debió tenerse en cuenta y corregirse nada más concebir el proyecto.
Más allá de eso, de lo que sí puede presumir la película es de tener a Hugh Jackman, que por sí solo llena la pantalla. El actor ha hecho suyo al personaje; se nota que se siente cómodo con él (me río yo de los puristas que lo tachaban de ser demasiado alto –argumento pueril donde los haya- para ser un buen Lobezno) y que se ha entregado a fondo para interpretarlo con dignidad. También Liev Schreiber como Victor Credd y Danny Huston como Stryker realizan un trabajo más que correcto, siendo estos los que más minutos comparten en pantalla con Jackman. Del resto no se puede decir nada malo, ya que son un visto y no visto, aunque me quedo con la simpática pareja de abueletes que ayudan a Logan en un momento de la película (y por supuesto, con la dulce belleza de Lynn Collins/Silverfox)
En cuanto a la dirección, Gavin Hood se ha prestado a lo que el guión le ofrece. Buenas secuencias de acción con otras excesivamente inverosímiles incluso para unos mutantes (la del helicóptero, por ejemplo). Una carga dramática ligera pero bien llevada, dados los antecedentes del director (ésta es su primera cinta de acción), unas dosis de humor bien administradas, buenas tomas aéreas… pero la narrativa es deficiente, dado el apresurado transcurrir de los acontecimientos. Eso y unas peleas en las que se nota demasiado el uso de los cables, le quita toda emoción al espectáculo.
Con sus más y sus menos, X-Men Orígenes: Lobezno consigue entretener al espectador. Pero se trata de un entretenimiento agridulce. Por una parte, podemos dar gracias a que no estamos ante un calamitoso despropósito, teniendo en cuenta que está producida por el estudio responsable de las recientes de Dragonball Evolution o Street Fighter. Pero la otra cara de la moneda es esa sensación de que un gran personaje como Lobezno, merecía una gran película, o por lo menos, a la altura de las de Singer (que tampoco es que me parezcan la hostia en vinagre, dicho sea de paso)
Unos efectos más pulidos, menos aglutinamiento de personajes y un poco más de metraje para desarrollar en condiciones tanto la historia como las características de cada personaje, hubieran dado como resultado una película mucho más disfrutable.
La película de Gavin Hood probablemente divierta a los devoradores de palomitas, ya que al fin y al cabo esa es su misión, pero no estaba de más pedirle un poco de consistencia al asunto. Para mí no es más que un liviano entretenimiento.
Lo mejor: Hugh Jackman.
Lo peor: algunos FX; la apresurada narración y los vacío argumentales; la sensación que de podía haber sido mucho mejor.
Valoración personal: Correcta
Reconozco que nunca las he tenido todas con esta película, y por mucha espectacularidad que ofreciera el tráiler, había algo que me olía mal (llámalo intuición, llámalo sexto sentido o simplemente experiencia). Hasta ahora, la disparidad de opiniones acerca de su calidad no ha hecho más que confirmar mis dudas. Mientras unos la tachan de bodrio absoluto, otros lo hacen de peliculón; aunque luego hay unos terceros que se decantan por el término medio, dejándola como una película entretenida pero que podía haber sido mucho mejor. Para disipar dudas y saber a qué grupo pertenecía un servidor, no me ha quedado otra que comprobarlo por mí mismo y juzgar (es lo mejor que uno puede hacer cuando no se fía ni de los entusiastas ni de los catastrofistas)
X-Men Orígenes: Lobezno es un spin-off –de los varios previstos- de la saga cinematográfica X-Men, iniciada allá por el 2000 por Bryan Singer y finalizada, con una tercera entrega tan amada como odiada, por Brett Ratner en el 2006. Teniendo en cuenta que ya en estas tres cintas, el personaje de Lobezno (Hugh Jackman) contaba con gran parte del protagonismo, no era de extrañar que éste fuera explotado en una continuación para su exclusivo lucimiento y, ya de paso, para contarnos sus orígenes, como bien nos indica el título del film que nos ocupa.
Como precuela que es, ésta nos situa 17 años antes de los hechos acontecidos en sus predecesoras, narrándonos los inicios del proyecto Arma X y la forma en la que Lobezno convirtió sus huesudas garras en poderosas armas de matar recubiertas de adamantium (un material indestructible).
Engañado y traicionado, Logan (Jackman) se convierte en el conejito de indias del Coronel Stryker (Danny Huston) en sus experimentos con los mutantes. Jurando hacerle pagar sus fechorías y vengar la muerte de su novia en manos de Victor Creed (Liev Schreiber), Logan se “transforma” en Lobezno, un hombre lleno de rabia y dolor, reconvertido en un animal y movido únicamente por la sed de venganza. Ahora Stryker sufrirá la ira del monstruo que él mismo ha creado y Creed deberá asumir las consecuencias de su traición.
La Fox ha intentado por todos los medios amortiguar el efecto del workprint, y por ello se han esforzado en remarcar que la versión definitiva y la copia de trabajo ofrecen muchas diferencias. La verdad es que cualquiera lo diría, no ya porque muchos afirmen que son la misma película con algunos minutos y escenas de diferencia, sino porque sus efectos especiales, en algunas ocasiones, resultan tan bochornosos que parece que sigamos asistiendo a la copia inacabada y no a la definitiva. Un blockbuster de elevado presupuesto no debería presentar efectos especiales de saldo, ya que si hay un mínimo que se les pide a este tipo de productos, es que el dinero invertido sirva, por lo menos, para mostrar fx de calidad, algo que aquí ocurre de forma salteada. Y es que escenas perfectamente pulidas hacen compañía a otras que causan vergüenza ajena, algo bastante incomprensible para el estudio que produjo la trilogía original. O bien el presupuesto se les quedó corto o bien las prisas les hicieron hacer una chapuza (la escena de Lobezno frente al espejo es inadmisible en una producción millonaria de estas características)
Si gran parte del sustento de las películas de superhéroes son sus efectos especiales, está claro que la Fox ha cometido un error garrafal al exhibir un producto bastante desigual en ese aspecto. Sin embargo, eso motivo quizás sea insuficiente para despotricar de X-Men Orígenes: Lobezno. Miremos pues, más allá de sus efectos…
Hay un aparente esfuerzo por darle a la cinta no sólo espectacularidad, que la tiene pese a esos eventuales defectos especiales, sino también cierto empaque en el guión. La historia es atractiva de por sí, especialmente para los fans de la patrulla X y del personaje en cuestión. Vaya por delante que un servidor nunca ha leído los cómics en los que supuestamente se basa o inspiran dichos orígenes, así que no puedo juzgar la fidelidad con la que los guionistas han tratado la historia de Lobezno. Pero sí puedo juzgar lo que tengo ante mis ojos, y en ese sentido, me da la sensación que las lagunas argumentales son varias. No tengo claro si la idea era contar esos orígenes de forma apresurada o es que en la sala de montaje han hecho un verdadero estropicio a base de recortes y más recortes.
Para empezar, el reclutamiento de Logan y Victor Creed se me antoja excesivamente apresurado, así como su incorporación al resto del equipo que conforma Stryker. De golpe y porrazo, aparecen todos los personajes en pantalla, para durar apenas unos minutos (dedicados a la exhibición de sus superpoderes). Si bien lo más sangrante es que, bien avanzado el metraje, observamos que Logan tiene cierta amistad con alguno del grupo, como con John Wright, mientras que con otros, La Mole y el Agente Zero, no parece haber tan buen rollito. Pues en el caso de La Mole y de Wright, esas relaciones no quedan bien expuestas al inicio del film (lo contrario a Zero, que se nota que se caen mal nada más conocerse), y por ello desconciertan y parecen metidas con calzador, como si algo se nos escapara o no nos lo hubieran contado.
Pero lo peor es el uso irregular que se les da a todos esos personajes, algo que ya ocurría en sus predecesoras (especialmente en la tercera entrega). La presencia de algunos queda reducida casi a la nada, y se desaprovecha tanto al personaje como al actor que lo interpreta. En el caso de Gambito, aún podemos dar gracias que no queda relegado a un simple cameo y que su participación en la trama tenga relevancia para el devenir de la misma. Pero a Wade Wilson –entre otros- se le echan en falta más minutos, no ya porque su verborrea pueda dar más juego a la película, sino porque la idea de la Fox era hacer de este film una presentación trampolín para su propio spin-off, y el resultado deja mucho que desear (de pasarse los orígenes de Deadlpool/Masacre por el forro para convertirlo en un supermutante indestructible, prefiero no comentar nada, ya que tampoco soy un erudito en el tema)
También parece apresurado todo el proceso en el que las garras de hueso de lobezno pasan a ser de adamantium, además de infringir la coherencia que les une a la primera película de Singer sobre los X-Men (incluso en los breves flashbacks de aquella, había más carga dramática ¡y sangre! que en la que aquí se nos muestra). Por tanto, la unidad entre las distintas películas que conforman la trilogía queda algo descolgada, y eso debió tenerse en cuenta y corregirse nada más concebir el proyecto.
Más allá de eso, de lo que sí puede presumir la película es de tener a Hugh Jackman, que por sí solo llena la pantalla. El actor ha hecho suyo al personaje; se nota que se siente cómodo con él (me río yo de los puristas que lo tachaban de ser demasiado alto –argumento pueril donde los haya- para ser un buen Lobezno) y que se ha entregado a fondo para interpretarlo con dignidad. También Liev Schreiber como Victor Credd y Danny Huston como Stryker realizan un trabajo más que correcto, siendo estos los que más minutos comparten en pantalla con Jackman. Del resto no se puede decir nada malo, ya que son un visto y no visto, aunque me quedo con la simpática pareja de abueletes que ayudan a Logan en un momento de la película (y por supuesto, con la dulce belleza de Lynn Collins/Silverfox)
En cuanto a la dirección, Gavin Hood se ha prestado a lo que el guión le ofrece. Buenas secuencias de acción con otras excesivamente inverosímiles incluso para unos mutantes (la del helicóptero, por ejemplo). Una carga dramática ligera pero bien llevada, dados los antecedentes del director (ésta es su primera cinta de acción), unas dosis de humor bien administradas, buenas tomas aéreas… pero la narrativa es deficiente, dado el apresurado transcurrir de los acontecimientos. Eso y unas peleas en las que se nota demasiado el uso de los cables, le quita toda emoción al espectáculo.
Con sus más y sus menos, X-Men Orígenes: Lobezno consigue entretener al espectador. Pero se trata de un entretenimiento agridulce. Por una parte, podemos dar gracias a que no estamos ante un calamitoso despropósito, teniendo en cuenta que está producida por el estudio responsable de las recientes de Dragonball Evolution o Street Fighter. Pero la otra cara de la moneda es esa sensación de que un gran personaje como Lobezno, merecía una gran película, o por lo menos, a la altura de las de Singer (que tampoco es que me parezcan la hostia en vinagre, dicho sea de paso)
Unos efectos más pulidos, menos aglutinamiento de personajes y un poco más de metraje para desarrollar en condiciones tanto la historia como las características de cada personaje, hubieran dado como resultado una película mucho más disfrutable.
La película de Gavin Hood probablemente divierta a los devoradores de palomitas, ya que al fin y al cabo esa es su misión, pero no estaba de más pedirle un poco de consistencia al asunto. Para mí no es más que un liviano entretenimiento.
Lo mejor: Hugh Jackman.
Lo peor: algunos FX; la apresurada narración y los vacío argumentales; la sensación que de podía haber sido mucho mejor.
Valoración personal: Correcta
14 comentarios:
No se me había ocurrido pero esa frase de "podia haber estado mejor" es facilmente aplicable al resultado final.
no me gusto parta nada
muy decepcionante
saludos
La verdad es que sí. La película no parece haberse llevado a cabo con el mismo desinterés y descaro que Dragonball Evolution o Street Fighter. Aquí había medios y personas (director y actores) capaces de hacer algo bueno, pero el resultado deja que desear.
Quizás lo mejor sería que Marvel volviera a recuperar los derechos sobre las personajes, y que en caso de secuela, fuesen ellos los responsables de llevarla a cabo.
Creo que a Lobezno se le puede sacar más partido.
Saludos ;)
P.D.: Olvidé comentarte que mañana voy al pase de prensa de Star Trek. No sé si podrás asitir, pero si es así, ahí nos veremos.
Alejandro,
Gracias a que las expectativas eran escasas, por mi parte mucha decepción no ha habido. El resultado es muy mejorable, pero en manos de quien estaba, casi que podría haber sido peor.
En mi opinión, no es merecedora del precio que cuesta la entrada de cine.
Saludos ;)
¡Argh! Envidia, envidia, envidia,... (¿se nota que yo no puedo ir al indicado pase de prensa?);)
Bueno, que volvía a pasar por aqui para añadir a mi comentario de ayer que circula por ahi otro final trás créditos de la película donde se ve SPOILER a Masacre recogiendo su cabeza y citando algo de la inmortalidad SPOILER que a más de uno le parece de vergüenza ajena (porque, si lo dice el personaje SPOILER ¡¿de donde coño le ha salido la boca?!SPOILER)
SPOILER Ví esa escena en el youtube, y la verdad es que la encuentro un tanto patética.. eso de recoger la cabeza después de ser decapitado... uff...
Eso sí, aunque yo no oí que dijera ninguna frase (quizás el sonido no era muy bueno), te aseguro que en la escena ¡tiene boca! Es algo que no termino de comprender. Probablemente lo hayan hecho para no hacer un spin-off con un mutante mudo (de hecho, la verborrea de Deadpool en los cómics es su seña de identidad), pero ya me dirás tu que excusa se sacan de la manga para justificarlo... FIN SPOILER
Aquí tienes la escena por si quieres revisarla (verás que tiene boca), pero con la tonta risotada y los comentarios de los que lo grabaron, apenas se oye nada.
Saludos ;)
Esto.. la escena:
http://www.youtube.com/watch?v=IgndmyItrg0
Tienes razón, si lo has visto ya la he citado en mi blog. Lo que pasa que como sólo oigo de noche (o sea, que cuando posteo desde el trabajo allí no tengo altavoces) pues hice el comentario confiado del sitio donde lo había visto citado.
La verdad que sin ser un fan de la saga de los X-Men, las tres cintas fueron un buen entretenimiento. "X-Men Origins", todavía no la he visto. Lo que me resulta raro de lo que leo en tu reseña, es que la cinta tenga deficiencias en muchos efectos especiales, ya que como bien dices, es imperdonable en películas de alto presupuesto. Supongo que por lo que leo, lo mejor de todo sigue siendo Hugh Jackman.
Saludos!
Jackman y Schrieber salvan la película de la mediocridad.
Los fx no es que no estén del todo pulidos, es que algunos parece que estén a medio hacer. Pero ese no es su mayor problema, si no la sensación de haber querido contarlo todo muy rápido para poder meter una escena de acción cada 10 min.
No descarto que a ti te pueda gustar mucho más que a mí, así que si tienes interés en verla, hazlo ;)
Saludos :)
Pues la verdad es que a mí me entretuvo bastante. Tan pronto sales del cine la olvidas, pero no me pareció mala. Coincido en que las garras de Lobezno realizadas por ordenador eran bastante tremendas, casi parecían efectos especiales de los años 80.
Y en efecto, la peli se salva por Hugh Jackman.
Saludos!
Así es, para ver y olvidar.
Podría haber salido una muy buena película con el personaje y el actor que tenían, pero se han quedado en unos mínimos.
Saludos ;)
El guión está bastante mejor que las 3 anteriores de xmen, pero... el director es un Tony Scott de tomo y lomo.
No puedo con tanto meneo de cámara, me sobrepasa.
Cuanto tiempo sin verte por aquí Crunch!
No sabría que decirte. Parece haber un interés en hacer un buen guión, pero hay cosas que claman el cielo. Y el montaje me parece espantoso (quizás se comieron algunas hojas de ese mismo guión)
Tony Scott le pega mil vueltas al director de ésta, y es que "zapatero a tus zapatos", y ni Gavin Hood debió dirigir este Lobezno ni Marc Forster la última de Bond. Dentro de poco, me veo a Gus Van Sant dirigiendo el retorno de Superman xD
Saludos ;)
Publicar un comentario