Para bien o para mal, Wes Craven se ha convertido, con el paso del tiempo, en un director de renombre dentro del género de terror. Probablemente ese estatus se deba más a su amplia dedicación a este tipo de cine que a la calidad de sus películas; y es que repasando su trayectoria desde principios de los setenta hasta ahora, un servidor tan sólo podría salvar –bajo su criterio personal, claro- unos pocos títulos dentro de una filmografía plagada de films mediocres o directamente infumables. Considero que tiene buenas ideas, (Freddy Krueger es un gran pscyho-killer) pero casi nunca sabe plasmarlas en pantalla.
Con casi una veintena de títulos de terror a sus espaldas y teniendo en cuenta la enfermiza sucesión de remakes que perpetra Hollywood día sí y día también, no es de extrañar que poco a poco vayan haciéndose actualizaciones de algunos de sus films más emblemáticos (y con su beneplácito, por supuesto). Sin ir más lejos, Alexandre Aja nos trajo en el 2006 una nueva versión de “Las colinas tienen ojos”, segunda película de Craven y que el francés convirtió en uno de los mejores títulos de terror de esta última década, superando con creces el film original (esto último, no muy difícil de conseguir). Actualmente se está preparando una nueva versión de “Pesadilla en Elm Street”, la película que mayor fama ha dado a Craven, y no hace mucho se anunció la posibilidad de hacer lo mismo con “Shocker: 100.000 voltios de terror” y “El sótano del miedo”.
Mientras esperamos a que lleguen estas revisiones, de momento tenemos en nuestras carteleras a “La última casa a la izquierda”, remake de su opera prima de 1972 a cargo de Dennis Iliadis, director griego que debutó tras la cámara con un drama criminal titulado “Hardcore”.
Salvo algunos detalles, la historia viene a ser la misma que en la cinta de Craven.
El matrimonio Collingwood (Tony Goldwyn y Monica Potter) y su hija adolescente Mari (Sara Paxton) deciden pasar unas tranquilas vacaciones en su casa del lago. A su llegada, la joven muchacha pide prestado el coche de sus padres para ir al pueblo a ver a su amiga Paige.
Pasando juntas la tarde, las dos chicas conocen a Justin, un joven que está de paso en el pueblo y que les invita a ir a su motel. Todo parece ir la mar de bien hasta que llega el resto de su pandilla, formada por Krug (Garret Dillahunt), padre del muchacho y psicópata buscado por la policía, su perturbada novia Sadie (Riki Lindhome) y su sádico hermano Francis (Aaron Paul). La presencia de Mari y Paige no es muy bien recibida por Krug, quién decide deshacerse de ellas para evitar que les delaten.
Después de abandonar los cuerpos moribundos de las chicas, el grupo de secuestradores decide, ante la inminente tormenta, buscar refugio en la casa más cercana. Para su desgracia, la amable pareja que les dará alojo son John y Emma, los padres de Mari, así que cuando éstos descubran que sus invitados son los responsables de tan brutal crimen, no dudarán en tomarse la justicia por su mano.
Probablemente la primera película de Wes Craven como director tendría un notable impacto en la sociedad de los 70, bien por la siempre polémica justificación de la venganza, bien por su alto contenido violento y sádico. Sin embargo, hoy día no deja de parecerme una película deficiente en todos los aspectos y muy especialmente en las labores de dirección y de interpretación. De ahí que en este caso, la idea del remake no me produjera demasiado rechazo. Al fin y al cabo, la posibilidad de mejorarla era mucho más factible que en otros casos, aunque eso no siempre asegura una mejor película.
Por lo pronto, la premisa argumental es bastante prometedora, aunque ya se sabe que este tipo de películas suelen tildarlas de fascistas o de hacer apología de la venganza y la violencia, como ya ocurre con los justicieros al margen de la ley tipo Harry Callahan o Paul Kersey (las de Charles Bronson), además de las recientes “Sentencia de muerte” –adaptación moderna de la de Bronson, precisamente- o “La extraña que hay en ti”. Son películas en las que se trata de justificar los actos de aquellos que buscan venganza a toda costa. Pero el conocido ojo por ojo nunca está exento de polémica y el debate moral siempre está presente.
La intención aquí no es abrir dicho debate (allá cada uno con su postura al respecto), aunque si me encontrará en la misma situación que los Collingwood, ignoro lo que sería capaz de hacer.
El odio y la impotencia se apoderan de nuestra pareja protagonista, que apenas duda luego en tomarse la justicia por su cuenta y darle su merecido al grupo de delincuentes y psicópatas que han maltratado y abusado de su hija. Una reacción nada disparatada si tenemos en cuenta los hechos. De todas formas, la entereza, ferocidad y maña con la que actúan los padres de Mari resulta a veces poco creíble, resultando éstos mejores asesinos que los verdaderos criminales.
Podríamos decir que la película se divide en dos actos. El primero atañe al secuestro de las dos chicas y a los abusos que sufren durante el mismo. Una vez se da por terminado el crimen y los secuestradores se refugian en la casa de los padres de su víctima, empieza el segundo acto, donde la violencia alcanza un mayor grado.
En líneas generales, la dirección de Iliadis es bastante correcta. No muy resultona, pero si resolutiva. La filmación de las escenas más violentas y depravadas no alcanza la cota de sadismo y repugnancia del film original, ya que aquí todo queda algo más suavizado y menos explícito. Pero aún así, el tramo final es bastante agresivo, actuando los verdugos de forma implacable y dejando regueros de sangre por todas partes. Así que de gore no falta, aunque sea poquito y ligero (dicho esto sin acritud alguna)
Las interpretaciones quizás sean el punto álgido de este remake, sobretodo en lo que respecta a los vengativos padres de Mari, interpretados por Tony Goldwyn, al que siempre recordaremos por su papel en Ghost, y Monica Potter, a la que descubrí en Con Air y que se ha dejado ver en películas tan dispares como Patch Adams, La hora de la araña o Saw. Ambos resultan creíbles en sus respectivos papeles, algo crucial para que el espectador sienta empatía y se ponga de su parte. Quizás el problema es que el guión no perfila demasiado bien los personajes ni profundiza en las relaciones familiares ni de unos ni de otros, quedándose todos en meros estereotipos (madre sobreprotectora, padre indulgente, criminales sádicos y salidos, etc.)
También el tramo final es el más previsible, pero eso ya resulta inevitable en la inmensa mayoría de películas, sean de terror o no.
El punto más negativo, en mi opinión, responde a lo gratuito de la última de las ejecuciones SPOILER -- Más que nada en la forma de cometer el asesinato, ya que el guionista deja al padre de Mari al mismo nivel de crueldad de sus víctimas. Acabar con Krug de esa forma tan original queda muy burro… fuera de lugar. Hubiese sido mejor dar por muerto al criminal cuando éste forcejea con sus atacantes -- FIN SPOILER
“La última casa a la izquierda” resulta ser un thriller de terror moderadamente violento y con un, en ocasiones, logrado suspense. Entretiene y es fácilmente digerible, aunque quizás los fans de la cinta original echen de menos el ambiente malsano y perturbador que imprimió Craven allá por el 72. Aquí todo es algo más convencional y, por qué no decirlo, más comercial.
Teniendo en cuenta el bajo nivel de muchos de los remakes de terror que están inundando nuestras carteleras, éste no está del todo mal siempre y cuando la original no te parezca gran cosa. Hay oficio delante y detrás de la cámara, pero el guión rinde menos de lo que la historia en sí podría ofrecer. No en vano, el comportamiento humano y sus límites/reacciones ante una situación extrema siempre pueden dar mucho más de sí. Véase sino Perros de Paja de Peckinpah o Defensa de Boorman. Claro que desde la óptica del horror y no del drama, poco más se puede ofrecer al espectador.
Lo mejor: las interpretaciones de los Collingwood al completo.
Lo peor: la gratuita ejecución de uno de los villanos.
Valoració personal: Correcta
12 comentarios:
La tengo pendiente de volver a ver en calidad screener (lo que ví primero fue un telesync o algo así) pero en líneas generales coincidimos, incluso (que eso no lo mencioné en mi comentario) en ese detalle final que parece un poco... forzado, inverosimil.
Llegué a descagarme un screener que corría por la red hace tiempo (ya que el estreno no llegaba nunca a España). No se veía muy bien y el subtitulado era nefasto (faltaban frases y se inventaban otras tantas)
Para ver una película así, sea buena o mala, mejor no verla.
Vista en condiciones, pues tampoco creo que cambie mucho tu opinión. Es una película correcta; un remake decente como pocos hay. Claro que esta vez lo tenían fácil para superar al original.
El final es muy muy forzado. Casi me ha venido a la cabeza Dexter xD
Saludos ;)
Cuando digo screener, me refiero al telsync que tu comentas. Son lo mismo, aunque los hay mejores y peores.
Luego existe también el screener de uso promocional para críticos y tal, pero eso ya es otra cosa (son los que a veces tienen escenas en blanco y negro y mensajitos de propiedad privada)
;)
Coincido contigo en muchos puntos. Creo que las actuaciones de los Collingwood fueron bastante bien entregadas, y también coincido un poco con el punto que haces acerca de la muerte de uno de los villanos. Pero a mí en general, el aura video-nasty que tiene el filme original es inigualable por éste polishado remake.
Saludos
Supongo que si te gusta la original, ésta te parece algo inferior. Es comprensible.
El tono video-nasty que comentas quizás allí se consiguió gracias a que estaba echa con cuatro duros y se rodó, creo, con una cámara de 16 mm. El remake tiene un empaque visual, digamos, más limpio.
Saludos ;)
hola creeo qconsidimos en el grado en que nos gusto la pelicula, pero las rasones son un poco diferentes, cosas que me paresieron buenas te paresieron malas, y viseversa, es interesante,,,
mi reseña por si le quieres echar un ojo:
http://theredrumblog.blogspot.com/2009/07/resena-last-house-on-left-2009.html
He leído tu reseña, y veo que tue esperabas algo más violento y gore. Los americnaos son algo más recataditos, siempre y cuando no sean producciones independientes.
Los más brutales -a veces, demasiado- son, ahora mismo, los franceses.
Saludos ;)
Me interesa bastante, más que nada porque me atrae su argumento y por lo que dices, es una cinta bastante correcta. Créase o no, no he visto la versión original de Wes Craven, aunque veo que tampoco vale mucho la pena. Queda agendada esta remake para verla pronto.
Saludos!
Si te atrae el argumento, entonces es probable que te guste (incluso más que a mi)
La original no creo que merezca la pena verla hoy día. Es de esas que no envejecen demasiado bien.
Saludos ;)
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Atte: Steffy
Fantástica película! Un saludo a todos!
gente que escriben el escenario para películas de miedo tienen que ser raros, digo por la imaginación que tienen
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