Crítica El gato con botas 2011 Chris Miller
Casi 3000 millones de dólares recaudados con cuatro películas hacen de Shrek una de las sagas de animación más taquilleras de la historia. Las aventuras del ogro verde han llenado las arcas de Dreamworks durante varios años, y sería de locos no seguir exprimiendo –aún más- la gallina de los huevos de oro (y precisamente de huevos de oro trata el asunto).
Habida cuenta del desgaste de la franquicia, la opción de seguir estirándola con más continuaciones resultaba inviable, por lo que sólo quedaban dos opciones: hacer una precuela (solución “mágica” para sacar del atolladero a una saga que está más que agotada) o sacarse de la chistera un spin-off de alguno de sus personajes. Y finalmente la decisión que tomaron fue la de combinar ambas opciones.
Así es como nace “El gato con botas”, película en cartelera para lucimiento exclusivo del personaje que da título a la misma y que formó parte de la pandilla de “Shrek” a partir de su segunda entrega.
Mucho antes de conocer a Shrek, el notorio espadachín, amante y forajido Gato con Botas está decidido a recuperar el honor mancillado emprendiendo una aventura junto a la dura y curtida Kitty Zarpas Suaves y el astuto Humpty Dumpty. Su objetivo: unas judías mágicas: Su principal obstáculo: los infames forajidos Jack y Jill.
Esta es la verdadera historia de una leyenda, de un mito, de… ¡el Gato con Botas!
Dado que la acción de este spin-off transcurre en una época en la que el Gato con Botas aún no conocía a Shrek, Fiona, Asno y cía, no hay cameo alguno de éstos personajes (ni ningún otro) de la “saga madre”. Por tanto, la cinta se centra exclusivamente en Gato, y podría decirse que esto es un “orígenes” en toda regla, pues entre otras cosas, se nos cuenta (en boca del propio protagonista) la infancia del felino antes de calzarse las famosas botas y empuñar la espada cuál Zorro.
Tiempo atrás, un acto de valentía hizo que Gato se ganara la admiración de su pueblo. Sin embargo, de la noche a la mañana, una inesperada y vil traición convirtió al héroe local en un vulgar ladrón, perdiendo así el cariño y respeto de sus habitantes, y ganándose su (inmerecido) desprecio. A Gato no le quedó otra que huir del único lugar al que podía llamar hogar y empezar a vivir una nueva vida como forajido.
Tras años siendo buscando por la ley, llega un buen día en que se le presenta la oportunidad de enmendar los errores del pasado y recuperar su honor. Para ello debe hacerse con las famosas judías mágicas que están en posesión de la infame pareja formada por Jack y Jill. Pero alguien más está interesado en esas judías y se interpondrá en su camino con la intención de formar una alianza. A regañadientes, Gato unirá fuerzas con la silenciosa y atractiva Kitty Zarpas Suaves y un viejo conocido de poco fiar, Humpty Dumpty, con quién tiene viejas rencillas que solucionar. Tan pronto inicien el viaje en busca de las mágicas habichuelas, empezarán las aventuras para el trío protagonista…
Casi 3000 millones de dólares recaudados con cuatro películas hacen de Shrek una de las sagas de animación más taquilleras de la historia. Las aventuras del ogro verde han llenado las arcas de Dreamworks durante varios años, y sería de locos no seguir exprimiendo –aún más- la gallina de los huevos de oro (y precisamente de huevos de oro trata el asunto).
Habida cuenta del desgaste de la franquicia, la opción de seguir estirándola con más continuaciones resultaba inviable, por lo que sólo quedaban dos opciones: hacer una precuela (solución “mágica” para sacar del atolladero a una saga que está más que agotada) o sacarse de la chistera un spin-off de alguno de sus personajes. Y finalmente la decisión que tomaron fue la de combinar ambas opciones.
Así es como nace “El gato con botas”, película en cartelera para lucimiento exclusivo del personaje que da título a la misma y que formó parte de la pandilla de “Shrek” a partir de su segunda entrega.
Mucho antes de conocer a Shrek, el notorio espadachín, amante y forajido Gato con Botas está decidido a recuperar el honor mancillado emprendiendo una aventura junto a la dura y curtida Kitty Zarpas Suaves y el astuto Humpty Dumpty. Su objetivo: unas judías mágicas: Su principal obstáculo: los infames forajidos Jack y Jill.
Esta es la verdadera historia de una leyenda, de un mito, de… ¡el Gato con Botas!
Dado que la acción de este spin-off transcurre en una época en la que el Gato con Botas aún no conocía a Shrek, Fiona, Asno y cía, no hay cameo alguno de éstos personajes (ni ningún otro) de la “saga madre”. Por tanto, la cinta se centra exclusivamente en Gato, y podría decirse que esto es un “orígenes” en toda regla, pues entre otras cosas, se nos cuenta (en boca del propio protagonista) la infancia del felino antes de calzarse las famosas botas y empuñar la espada cuál Zorro.
Tiempo atrás, un acto de valentía hizo que Gato se ganara la admiración de su pueblo. Sin embargo, de la noche a la mañana, una inesperada y vil traición convirtió al héroe local en un vulgar ladrón, perdiendo así el cariño y respeto de sus habitantes, y ganándose su (inmerecido) desprecio. A Gato no le quedó otra que huir del único lugar al que podía llamar hogar y empezar a vivir una nueva vida como forajido.
Tras años siendo buscando por la ley, llega un buen día en que se le presenta la oportunidad de enmendar los errores del pasado y recuperar su honor. Para ello debe hacerse con las famosas judías mágicas que están en posesión de la infame pareja formada por Jack y Jill. Pero alguien más está interesado en esas judías y se interpondrá en su camino con la intención de formar una alianza. A regañadientes, Gato unirá fuerzas con la silenciosa y atractiva Kitty Zarpas Suaves y un viejo conocido de poco fiar, Humpty Dumpty, con quién tiene viejas rencillas que solucionar. Tan pronto inicien el viaje en busca de las mágicas habichuelas, empezarán las aventuras para el trío protagonista…
Del mismo modo en que Shrek tomaba como punto de partida los cuentos populares para darles una vuelta de tuerca, en “El gato con botas” se utiliza el relato de “Jack y las habichuelas mágicas” del escritor Hans Christian Andersen (autor también de “La princesa y el guisante” o “El patito feo”) para convertirlo en una aventura a medida del pícaro protagonista, quién ya de por sí es otro personaje de cuento.
Los guionistas añaden de su propia cosecha para que el hilo conductor de la trama sea la relación de amistad/enemistad entre Gato y Humpty Dumpty, siendo las habichuelas el macguffin que les lleva a realizar tan peligroso viaje y añadiendo además una pizca de romanticismo con un tenso affaire entre la pareja gatuna, es decir, entre Gato y Kitty.
No por introducir estos cambios y guardarse algún que otro as en la manga la historia resulta menos previsible, pero aún así la película sortea con habilidad el tan temido aburrimiento a base de acción trepidante (la persecución por los tejados, el “duelo” de carretas…), humor (mucho humor), un personaje carismático y un metraje adecuadamente ajustado (hora y media, no más).
La película contiene gags simpáticos y sin caer en la vulgaridad, aunque es de lamentar que muchos de ellos (algunos de los mejores) ya fueran desvelados en el tráiler. No obstante, hay momentos impagables (el duelo de baile) que aportan frescura a la propuesta y afianzan la dicharachera y a ratos ingenua personalidad del minino, aún tratándose de un furtivo que presume de sagacidad. No vamos a negar, eso sí, que resulta imposible resistirse cuando pone esa miradita de ojitos tristones.
Chris Miller, co-director de “Shrek 3” y “Lluvia de albóndigas”, afronta la dirección en solitario de “El gato con botas” con bastante oficio tanto a nivel visual como narrativo, y su trabajo, así como el guión, desprende mucha influencia del western y del cine de capa y espada (siendo El Zorro el referente más evidente). Y todo amenizado con un aroma muy latino (más mexicano que español, diría yo) acentuado especialmente en la guitarrera banda sonora a cargo de otro de los discípulos de Zimmer, Henry Jackman (quién ya puso música a la regulera “Monstruos contra alienígenas”)
Quizás sea difícil para Dreamworks repetir con asiduidad la excelencia que una vez alcanzó con “Cómo entrenar a tu dragón”, pero al menos consigue ofrecer un producto de animación digno para pasar un buen rato. Y es que a veces no hace falta pedirle mucho más. Y para tratarse de un spin-off que olía a mero “sacacuartos”, hay que reconocer que se han esmerado más de lo que uno pudiera llegar a pensar (pensando, quién sabe, en otra potencial saga con el felino a la cabeza).
Lo mejor: su carismático protagonista; las influencias del western.
Lo peor: que unas hipotéticas secuelas puedan quemar al personaje del gato del mismo modo que le ocurrió a Shrek.
Valoración personal: Correcta
3 comentarios:
la verdad es que la película no pinta del todo mal, siempre me ha parecido el mejor personaje de la saga!
Es un personaje con carisma y le sienta bien una película para él "solito". Esperemos, eso sí, que no lo quemen como a Shrek a base de mediocres secuelas.
Saludos ;)
bueno esta pelicula del gato con botas me gusto bastante, yo quisiera ver las escenas eliminadas del gato con botas, si pudieran mandarmelas al correo: joelalejandro43@hotmail.com porfavor, todas, yo e escuchado que hay una escena de un beso, y otra de un gato que dice mucho oohhh, sobre sus sentimientos, y otra donde humty contrata a kitty patitas suaves, porfavor si me las pueden enviar a ese correo se los agradeseria y tambien quisiera saber si habra gato con botas 2 please
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