A lo largo de la década de los 70, Anton Corbijn llegó convertirse en un importante fotógrafo del mundo de la música fotografiando a las estrellas del rock con un estilo muy elegante (mayormente en blanco y negro), y a menudo mostrando la cara más curiosa o extravagante de éstas. En esta etapa de su vida, conoció a bandas como Joy Division, estableciendo un especial vínculo de amistad con su líder y cantante Ian Curtis.
Ya en los ochenta, empezó a experimentar con el vídeo, convirtiéndose en director de videoclips y trabajando para grupos como Depeche Mode, Echo & the Bunnymen, U2, Metallica, Roxette… y de más recientes como The Killers o Coldplay.
Son diversos los casos de directores de videoclips musicales que han dado el salto al mundo del cine, y Corbijn no iba a ser menos, así que en 2007 debutó en el largometraje con “Control”, un drama biográfico sobre la figura de su amigo Ian Curtis centrado básicamente en sus últimos años de vida antes de su trágico suicidio en 1980 (suceso que en 2002 ya pudimos ver reflejado en la muy recomendable –siempre que os guste este tipo de música y tengáis interés en averiguar cómo surgió- “24 Hour Party People”)
Sin abandonar sus dos primordiales ocupaciones, Corbijn parece querer mantenerse cerca del séptimo arte, y lo demuestra presentando este año su segunda película como director: El Americano.
Jack (George Clooney), un solitario asesino, se traslada a Italia después de que un trabajo en Suecia no acabara tan bien como debiera. En su nuevo destino, Jack busca refugio en un pequeño pueblecito medieval para poder encontrar algo de paz.
Una vez allí, decidirá aceptar un nuevo encargo, aunque esta vez no deberá ejecutar a nadie sino fabricar un arma para una misteriosa mujer belga, Mathilde (Thekla Reuten) Entre tanto, Jack entablará una peculiar amistad con el cura del pueblo, el padre Benedetto, e iniciará un romance con Clara (Violante Placido), una bella prostituta.
Corbijn adapta aquí la novela A Very Private Gentleman (Un caballero muy reservado) de Martin Booth. Publicado en los 90, el libro ya se intentó llevar al cine durante esa década, y si bien los esfuerzos de la productora Ann Wingate no alcanzaron su fin, ésta lo ha vuelto intentar contando esta vez con un poderoso aliado, el propio George Clooney (que también ejerce de productor)
El actor interpreta aquí a un asesino a sueldo frío y solitario que busca la redención en una tranquilla y montañosa región de Italia.
Tras atentar, sin éxito, contra su vida, Jack huye de sus captores sin saber si quiera quién quiere verle muerto.
Su nuevo y provisional hogar parece el sitio idóneo para esconderse y mantenerse un tiempo alejado del trabajo. Entre tanto, decide aceptar un encargo de su habitual contacto mientras éste investiga quien anda detrás de él.
La tarea no requiere mancharse las manos de sangre, algo que Jack parece querer dejar atrás, sino que requiere de sus habilidades artesanas para fabricar un arma a medida.
A lo largo de la película, observamos el tipo de vida que lleva Jack. Una vida solitaria en la que no puede, o mejor dicho, no debe hacer amigos o amigas, bien porque no puede fiarse de nadie o porque dichas amistades podrían correr la misma suerte que sus víctimas.
Jack se siente vacío, acechado constantemente y tremendamente solo, por lo que empieza a replantearse tan agria profesión, aunque como él mismo admite, tan sólo se dedica a hacer lo que se le da mejor.
Desde luego, la trama que nos cuenta “El Americano” no es demasiado original, o al menos a estas alturas no nos lo parece (puede que en los 90, cuando la novela fue escrita, aún fuera algo más novedosa que vista ahora en pantalla)
La historia de Jack nos suena a ya vista, y no está exenta de los habituales clichés de este tipo de cine, siendo el más evidente el de la mujer (Clara, en este caso) que hará que el protagonista se replantee su actual existencia. Si además esta moza es otra alma descarriada, pues ya llenamos el cupo de tópicos (a los que se le une el personaje bonachón)
Al igual que Jack, Clara es, a los ojos de Dios, una pecadora. Su primer encuentro es meramente carnal, pero su afán por buscar un poco de luz entre tanta oscuridad, una vía de escape hacia otro futuro, será lo que finalmente los unirá de un modo más emocional que pasional (que también). Por tanto, el amor vuelve a ser el perfecto salvoconducto hacia la redención y la salvación.
Pero el camino del arrepentimiento y del cambio no es fácil. A Jack no sólo le persiguen unos sicarios, sino también sus demonios interiores. Y librarse de ellos es la tarea más complicada.
En ese sentido, el padre Benedetto juega un papel importante a modo de terapia (por llamarlo de alguna forma). Él está acostumbrado a ver el pecado en los ojos del hombre, no sólo por su condición de sacerdote sino quizás también porque él ha sido, en algún momento de su vida, un pecador. Esto les lleva a entenderse bien, pese a pertenecer a mundos distintos. Los dos se dicen más con lo que no se cuentan que con lo que sí, pues saben leer(se) entre líneas. De hecho, la película tiene muy poco diálogo, siendo las conversaciones más interesantes y reveladores las que mantienen precisamente ambos personajes.
El paisaje italiano emerge como un personaje más de la historia, y la laberíntica ciudad de Sulmona resulta ser el escenario ideal para algunos de los momentos más intensos del film, pues detrás de cada esquina o rincón, o al final de cada calle empedrada, puede esconderse su verdugo y la bala que espera, paciente y cautelosa, arrebatarle sus últimos suspiros.
La sobria dirección y el ritmo sumamente pausado -enemigos mortales de todo aquél espere algo más ligero y movidito- le emparentan directamente con los thrillers de los 60 y 70, algo que ya parece querer evocar/transmitir el cartel. Sin embargo, y en esencia, “El Americano” está más cerca del western, pues Jack, cuál pistolero del lejano oeste, llega a un tranquilo pueblo en busca de calma y tranquilidad, intentando pasar desapercibido pero acompañado por las sombras de su pasado y obligado a desenfundar por última vez su revólver. De hecho, no es casual que en un momento de la película, a modo también de pequeño homenaje o guiño, se nos muestre una emisión televisiva de “Hasta que llegó su hora” del gran Sergio Leone (comparten incluso un similar tono lóbrego y crepuscular)
Clooney encarna a la perfección el papel de Jack, un personaje parco en palabras que obliga al actor a transmitirlo todo (emociones, miedos, tensión, deseos…) mediante gestos y miradas. Son especialmente significativas algunas escenas con Clara y Mathilde, que demuestran la contención a la que éste se somete (puede incluso recordarnos un poco a su trabajo en “Michael Clayton”) Por otro lado, demuestra también estar en buena forma física a sus ya 49 años.
Del veterano Paolo Bonacelli, que interpreta al padre Benedetto, no hay nada que reprochar, y las féminas cumplen también con sus respectivos roles, aunque destaque más Violante Placido gracias a su personaje (la ya típica prostituta de trato agradable y buen corazón) y a su espectacular belleza y sensualidad (la cual el director no duda en mostrarnos en todo su esplendor)
Además, junto a ellas Jack vive algunos de los momentos de mayor tensión y suspense (persecución por la ciudad aparte), como el picnic en el bosque o la entrega del arma. Aún así, no estamos hablando de un cinta con mucha acción, y la poca que hay está rodada de forma austera, muy seca y sin artificios; carente pues de toda espectacularidad y ofreciendo el máximo realismo posible.
Si a eso le sumamos la parsimonia con la que Corbijn relata la exigua trama y la ya citada escasez de diálogos, queda claro que no estamos ante una película fácil (avisados quedáis), y SPOILER --- su implacable desenlace –el más obvio y lógico- demuestra que de complacencia hacia el espectador más bien poca --- FIN SPOILER
“El Americano” es un sobrio y pausado thriller dramático que, me temo, gustará a unos pocos y aburrirá a muchos. Es junto a “Syryana” y la citada “Michael Clayton”, una de las películas menos comerciales y menos accesibles de Clooney (quién demuestra, una vez más, que sabe desenvolverse en cualquier género)
Lo mejor: Clooney
Lo peor: lo típica que suena la historia; un ritmo muy lento apto para muy pocos espectadores.
Valoración personal: Correcta
Ya en los ochenta, empezó a experimentar con el vídeo, convirtiéndose en director de videoclips y trabajando para grupos como Depeche Mode, Echo & the Bunnymen, U2, Metallica, Roxette… y de más recientes como The Killers o Coldplay.
Son diversos los casos de directores de videoclips musicales que han dado el salto al mundo del cine, y Corbijn no iba a ser menos, así que en 2007 debutó en el largometraje con “Control”, un drama biográfico sobre la figura de su amigo Ian Curtis centrado básicamente en sus últimos años de vida antes de su trágico suicidio en 1980 (suceso que en 2002 ya pudimos ver reflejado en la muy recomendable –siempre que os guste este tipo de música y tengáis interés en averiguar cómo surgió- “24 Hour Party People”)
Sin abandonar sus dos primordiales ocupaciones, Corbijn parece querer mantenerse cerca del séptimo arte, y lo demuestra presentando este año su segunda película como director: El Americano.
Jack (George Clooney), un solitario asesino, se traslada a Italia después de que un trabajo en Suecia no acabara tan bien como debiera. En su nuevo destino, Jack busca refugio en un pequeño pueblecito medieval para poder encontrar algo de paz.
Una vez allí, decidirá aceptar un nuevo encargo, aunque esta vez no deberá ejecutar a nadie sino fabricar un arma para una misteriosa mujer belga, Mathilde (Thekla Reuten) Entre tanto, Jack entablará una peculiar amistad con el cura del pueblo, el padre Benedetto, e iniciará un romance con Clara (Violante Placido), una bella prostituta.
Corbijn adapta aquí la novela A Very Private Gentleman (Un caballero muy reservado) de Martin Booth. Publicado en los 90, el libro ya se intentó llevar al cine durante esa década, y si bien los esfuerzos de la productora Ann Wingate no alcanzaron su fin, ésta lo ha vuelto intentar contando esta vez con un poderoso aliado, el propio George Clooney (que también ejerce de productor)
El actor interpreta aquí a un asesino a sueldo frío y solitario que busca la redención en una tranquilla y montañosa región de Italia.
Tras atentar, sin éxito, contra su vida, Jack huye de sus captores sin saber si quiera quién quiere verle muerto.
Su nuevo y provisional hogar parece el sitio idóneo para esconderse y mantenerse un tiempo alejado del trabajo. Entre tanto, decide aceptar un encargo de su habitual contacto mientras éste investiga quien anda detrás de él.
La tarea no requiere mancharse las manos de sangre, algo que Jack parece querer dejar atrás, sino que requiere de sus habilidades artesanas para fabricar un arma a medida.
A lo largo de la película, observamos el tipo de vida que lleva Jack. Una vida solitaria en la que no puede, o mejor dicho, no debe hacer amigos o amigas, bien porque no puede fiarse de nadie o porque dichas amistades podrían correr la misma suerte que sus víctimas.
Jack se siente vacío, acechado constantemente y tremendamente solo, por lo que empieza a replantearse tan agria profesión, aunque como él mismo admite, tan sólo se dedica a hacer lo que se le da mejor.
Desde luego, la trama que nos cuenta “El Americano” no es demasiado original, o al menos a estas alturas no nos lo parece (puede que en los 90, cuando la novela fue escrita, aún fuera algo más novedosa que vista ahora en pantalla)
La historia de Jack nos suena a ya vista, y no está exenta de los habituales clichés de este tipo de cine, siendo el más evidente el de la mujer (Clara, en este caso) que hará que el protagonista se replantee su actual existencia. Si además esta moza es otra alma descarriada, pues ya llenamos el cupo de tópicos (a los que se le une el personaje bonachón)
Al igual que Jack, Clara es, a los ojos de Dios, una pecadora. Su primer encuentro es meramente carnal, pero su afán por buscar un poco de luz entre tanta oscuridad, una vía de escape hacia otro futuro, será lo que finalmente los unirá de un modo más emocional que pasional (que también). Por tanto, el amor vuelve a ser el perfecto salvoconducto hacia la redención y la salvación.
Pero el camino del arrepentimiento y del cambio no es fácil. A Jack no sólo le persiguen unos sicarios, sino también sus demonios interiores. Y librarse de ellos es la tarea más complicada.
En ese sentido, el padre Benedetto juega un papel importante a modo de terapia (por llamarlo de alguna forma). Él está acostumbrado a ver el pecado en los ojos del hombre, no sólo por su condición de sacerdote sino quizás también porque él ha sido, en algún momento de su vida, un pecador. Esto les lleva a entenderse bien, pese a pertenecer a mundos distintos. Los dos se dicen más con lo que no se cuentan que con lo que sí, pues saben leer(se) entre líneas. De hecho, la película tiene muy poco diálogo, siendo las conversaciones más interesantes y reveladores las que mantienen precisamente ambos personajes.
El paisaje italiano emerge como un personaje más de la historia, y la laberíntica ciudad de Sulmona resulta ser el escenario ideal para algunos de los momentos más intensos del film, pues detrás de cada esquina o rincón, o al final de cada calle empedrada, puede esconderse su verdugo y la bala que espera, paciente y cautelosa, arrebatarle sus últimos suspiros.
La sobria dirección y el ritmo sumamente pausado -enemigos mortales de todo aquél espere algo más ligero y movidito- le emparentan directamente con los thrillers de los 60 y 70, algo que ya parece querer evocar/transmitir el cartel. Sin embargo, y en esencia, “El Americano” está más cerca del western, pues Jack, cuál pistolero del lejano oeste, llega a un tranquilo pueblo en busca de calma y tranquilidad, intentando pasar desapercibido pero acompañado por las sombras de su pasado y obligado a desenfundar por última vez su revólver. De hecho, no es casual que en un momento de la película, a modo también de pequeño homenaje o guiño, se nos muestre una emisión televisiva de “Hasta que llegó su hora” del gran Sergio Leone (comparten incluso un similar tono lóbrego y crepuscular)
Clooney encarna a la perfección el papel de Jack, un personaje parco en palabras que obliga al actor a transmitirlo todo (emociones, miedos, tensión, deseos…) mediante gestos y miradas. Son especialmente significativas algunas escenas con Clara y Mathilde, que demuestran la contención a la que éste se somete (puede incluso recordarnos un poco a su trabajo en “Michael Clayton”) Por otro lado, demuestra también estar en buena forma física a sus ya 49 años.
Del veterano Paolo Bonacelli, que interpreta al padre Benedetto, no hay nada que reprochar, y las féminas cumplen también con sus respectivos roles, aunque destaque más Violante Placido gracias a su personaje (la ya típica prostituta de trato agradable y buen corazón) y a su espectacular belleza y sensualidad (la cual el director no duda en mostrarnos en todo su esplendor)
Además, junto a ellas Jack vive algunos de los momentos de mayor tensión y suspense (persecución por la ciudad aparte), como el picnic en el bosque o la entrega del arma. Aún así, no estamos hablando de un cinta con mucha acción, y la poca que hay está rodada de forma austera, muy seca y sin artificios; carente pues de toda espectacularidad y ofreciendo el máximo realismo posible.
Si a eso le sumamos la parsimonia con la que Corbijn relata la exigua trama y la ya citada escasez de diálogos, queda claro que no estamos ante una película fácil (avisados quedáis), y SPOILER --- su implacable desenlace –el más obvio y lógico- demuestra que de complacencia hacia el espectador más bien poca --- FIN SPOILER
“El Americano” es un sobrio y pausado thriller dramático que, me temo, gustará a unos pocos y aburrirá a muchos. Es junto a “Syryana” y la citada “Michael Clayton”, una de las películas menos comerciales y menos accesibles de Clooney (quién demuestra, una vez más, que sabe desenvolverse en cualquier género)
Lo mejor: Clooney
Lo peor: lo típica que suena la historia; un ritmo muy lento apto para muy pocos espectadores.
Valoración personal: Correcta
6 comentarios:
Suena a cliché explotado...pero bueno si esta Corbijn detrás tendre que ir a verla,soy fiel seguidor de su fotografia y disfrute mucho con Control ;)
Es tal cual. La historia está requetevista y no sorprende en absoluto. Quizás estamos ante un caso en el que no importa tanto lo que cuenta sino cómo lo cuenta. No digo que la trama no tenga interés, pero como es totalmente prevesible, ese interés recae básicamente en los perosnajes en sí.
Saludos ;)
"The American" suena interesante, por el actor principal, el director y hasta el título del filme, pero la verdad, como bien mencionas suena a la clásica historia del asesino a sueldo en busca de la redención y la paz en su vida.
En cuanto a los filmes que mencionas al final de tu reseña, me parece muy curioso que para mí son polos muy opuestos. "Syriana" la consideré pesadísima de terminar y muy aburrida, mientras que "Michael Clayton" me pareció un thriller sumamente correcto.
Ya veremos si le doy una oportunidad a "The American".
¡Saludos!
Si te fijas, lo que digo es que estas tres películas son las "menos comerciales y menos accesibles" de la filmografía de Clooney, lo cuál no deja de ser cierto.
Quizás Michael Clayton es algo más accesible, pero su extraña narración (pasada media película sigues sin saber de qué va la trama) creo que pesó en mucha gente. A mi me pareció crrecta sin más (y bastante sobrevalorada en los Oscars), y coincido con Syriana, una de las películas más soporíferas que he visto.
The American quizás esté más cerca de Clayton, pero es una propuesta más típica, un thriller muy al estilo europeo.
Saludos ;)
Interesante la historia del director. Y la película... no me atrae especialmente, la verdad, supongo que la veré más adelante por otros medios. Y Clooney, sí, sabe actuar y de vez en cuando hace proyectos interesantes, pero quitarse el san benito de sex symbol... cuesta
Es una película que se puede ver perfectamente en ecasa. De hecho, es lo aconsejable si lo que uno quiere hacer en el cine es distraerse en vez de asisitir a una películ que pide algo más de concrentación o predisposición.
Para algunos actores, el atractivo es un handicap a la hora de apreciar su talento, pero creo que Clooney ya hace tiempo que superado esa etapa.
Saludos ;)
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