jueves, diciembre 13, 2007

“Beowulf”, épica digital

No es la primera vez que se adapta para la gran pantalla el poema épico de Beowulf, pero sí es la primera vez que podemos decir que se ha hecho algo decente con él.

Otras de las versiones realizadas hasta la fecha -que un servidor conozca- son “Beowulf & Grendel”, un film canadiense cuyo Grendel (el monstruo a abatir por Beowulf) está más cercano al hombre de cromagnon que no a una feroz criatura destroza-hombres; y la esperpéntica “Beowulf”, protagonizada por un albino Christopher Lambert en plan techno-medieval y que yo aconsejaría no ver jamás de los jamases (ni Uwe Boll la hubiera hecho peor)

A la hora de llevar a cabo esta nueva versión del poema, el director Robert Zemeckis (Regreso al Futuro, Náufrago) se ha decantado por utilizar la técnica de “captura de movimiento”, una tecnología digital que ya uso para Polar Express y que aquí se percibe bastante mejorada.

Muchos se preguntan si se hubiera podido rodar sin utilizar CGI, y la respuesta obviamente es un sí. Eso no quita el hecho de que se pueda innovar en el campo de la animación y de vez en cuando se pueda disfrutar de películas de este tipo. Y digo de vez en cuando, porque me mostraría muy reticente a que esto crease escuela y acabara sustituyendo a los actores de verdad, ya que como esos no hay nada.
Por otra parte, este film cuenta con secuencias vertiginosas, con planos imposibles y piruetas antigravitatorias, con lo cual, de haberla hecho en acción real, hubiera habido que cambiar mucho el concepto del film. Sin ir más lejos, la secuencia en la que Beowulf se cepilla a unos monstruos marinos, se habría tenido que eliminar (o hacerla muchísimo menos bestia). Y el duelo entre el héroe y la bestia hubiera tenido que ser mucho más realista y menos fantasioso de lo que es en la cinta de Zemeckis.

Por lo tanto, en el aspecto técnico, “Beowulf” es todo un derroche visual. Impactante, atrevida y agradecidamente violenta se nos muestra la última película de Zemeckis, un director poco dado a este tipo de géneros, algo que en cierta manera se nota.
Se capta la esencia del personaje y la leyenda del mismo se masca en cada fotograma, pero el resultado no acaba de ser todo lo contundente que cabría esperar. Hay garra, pero falta alma.

En parte, la técnica empleada juega como un arma de doble filo. En lo bueno, nos brinda un espectáculo visual lleno de fuerza y magnetismo, con el que el espectador disfruta plenamente; pero en lo malo, le resta fondo a la obra y enseguida explicaré el por qué.


Zemeckis se ha encargado de dotar al film no sólo de acción y de un inusual toque de humor, sinó también de una profundidad que cale en el espectador, especialmente tocando el tema de la debilidad humana, de las tentaciones, la infidelidad, la responsabilidad para con nuestras acciones, la corruptividad que crea el poder, la avaricia innata del hombre, etc. El problema es que estos monigotes que aparentan ser humanos, no transmiten la emotividad que la historia profesa. Y eso en cierta manera es un obstáculo para zambullirse de lleno en lo que se nos está contando. O almenos es lo que a mí me ha sucedido.

Cuesta un poco conectar con unos personajes tan hieráticos. De Polar Express a Beowulf ha habido un gran paso evolutivo, pero en lo que respecta a la expresión facial, aún hay un largo camino que recorrer. Esa carencia se disimula mejor en los personajes masculinos gracias a al parafernalia que decora sus rostros (léase barbas, bigotes, arrugas...), pero en los personajes femeninos, tan finos e impolutos, no se puede ocultar. El personaje que encarna Angelina Jolie, gracias a sus facciones (esos inchados labios!), resulta un poco más creíble, en parte también porque tampoco debe expresar emociones muy complicadas (básicamente dedica sus escenas al estimulante arte de la seducción). Pero en las demás féminas, su expresivad es equivalente a la de una muñeca de porcelana.
La emoción mejor captada es la de la rabia/el enfado, algo de lo que nuestro héroe hace gala en algunos momentos.

Tema a parte y no demasiado importante, es el parecido del personaje con el actor/actriz que se ha prestado a darle cuerpo.

Por un lado tenemos al víril, valiente y egocéntrico héroe Beowulf, al que “encarna” Ray Winstone. Ni que decir que a este buen hombre le han brindado un atlético y fornizo cuerpo que no tiene. Prueba de ello es la foto que acompaña este texto. Agradecemos la mejora, por supuesto xD

La malvada madre de Grendel luce un cuerpazo de escándalo, bañado en oro y que ya quisiera tener la cada vez más esquelética Angelina Jolie (a su favor, decir que una vez lo tuvo)
Por cierto, comentar que está un poco fuera de lugar que el personaje simule llevar unos zapatos de tacón de aguja cientos de años antes que este calzado se inventara. Imagino que querían darle un toque sexy, pero verla desnuda ya me parece a mí suficientemente sexy, pudiéndose ahorrar ese pequeño y más bien absurdo detalle.


El Rey Hrothgar es el que más se parece a su homónimo, el actor Anthony Hopkins. Y Unferth, por su gestualidad, también nos recuerda bastante al propio John Malkovich.

Ahora bien, la Reina Wealhtheow y Robin Wright Penn se parecen lo que un huevo a una castaña. Pero bueno, tampoco nos pondremos quiquillosos...


En lo referente al ritmo de la película, decir que se sobrelleva bastante bien, aunque a veces la cosa se puede hacer un poco más pesada (no mucho tampoco). El problema no es la falta de acción, la cual considero que es la justa, sino su distribución.

El principio es impactante, justo cuando entra en escena Grendel. Un poco más tarde, tenemos su enfrentamiento con Beowulf. Pero no es hasta el final cuando volvemos a disfrutar de una secuencia de acción.
La película se desequilibra bastante en ese aspecto, flojeando en el reparto entre escenas de transición, las de desarrollo de la historia y las de puro divertimento. De tratarse de una película de poco más de una hora, quizás no habría sido un problema, pero hablando de casi dos horas de película, la cosa se resiente un poco.
Eso no quita que la película sí sea entretenida, pero entre eso y la carencia emotiva, al final uno termina con una vaga sensación a que podía haber dado mucho más de sí. Además, a pesar de un largo metraje, la historia parece montada apresuradamente queriendo abarcar el poema al completo (quizás hubiese sido mejor optar por dividirlo)

El resultado final no desmerece en absoluto, pero resulta un tanto decepcionante, sobretodo por el nivel al que Zemeckis nos tiene acostumbrados.


Sí quisiera destacar la excelente banda sonora de un nuevamente inspirado Alan Silvestri, compositor que ya ha trabajado otras tantas veces con Robert Zemeckis.
Aquí nos deleita con unos temas cargados de brío y contundencia, con cantos gregorianos muy acordes con los momentos “de subidón” del film. El tema principal contiene sonidos electrónicos un tanto desorientadores, pero al final encajan a la perfección con el tono de la película.
Silvestri crea también otras piezas más dulces y evocadoras que sirven para suavizar la rudeza épica del resto de composicones.
Realmente considero que es una de las mejores bandas sonoras del año junto a la de Stardust. Año por cierto, que poco a dado de sí en este aspecto.


Termino diciendo que a pesar de ser una película de animación, “Beowulf” no es una película para llevar a los peques de la casa. En ella hay violencia y una carga sexual importante, por lo que no sería la opción más recomendable para ellos xD



Lo mejor:
las espectaculares secuencias de acción; que lo visual no esté por encima del peso de la propia historia; la B.S.O.

Lo peor: la frialdad de los personajes; un ritmo un tanto desigual; el aspecto de Grendel (no me acaba de convencer, quizás esperando ver otra cosa)


Valoración personal: Correcta

2 comentarios:

Selden dijo...

No he visto la película, pero me parece una propuesta original.Aunque reconozco que echo de menos al Robert Zemeckis de "Regreso al Futuro",película mítica donde las haya.
Saludos!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Grandísima trilogía la de "Regreso al futuro". Mi preferida :)

En estos últimos años Zemeckis ha hehco trabajos más serios y no estaría nada mal que nos regalara alguna joya como las de antaño.

Si decides ver "Beowulf" hazlo en un cine, que es donde mejor se disfruta.
A mi me gustó pero tb me esperaba más. Igualmente la recomiendo.

Saludos ;)