viernes, diciembre 07, 2007

“Hitman”, un frío y duro asesino?¿

Ésta es la enésima adaptación a la gran pantalla de un famoso videojuego, y como ya suele ser habitual en estos casos, el resultado es bastante mediocre.

Aquellos que han jugado al juego -Hitman: Codename 47- se dividen entre los que la han disfrutado y los que la crucifican por no ser fiel a éste. Por mi parte y dado que no juego a videojuegos, la juzgaré simplemente como la película de acción que es, y como tal, lo que puedo adelantar es que a parte de ser un insulto a la inteligencia del espectador, a duras penas me ha entretenido.

En el género de acción existen películas que son inteligentes, como “El últimatum de Bourne”, y luego están las que pretenden serlo o aparentarlo. Es en este útlimo grupo en el cual deberíamos incluir la película de Xavier Gens.

Su mayor defecto es tener un guión que no tiene ni pies ni cabeza, mal contado y que no es que tenga agujeros en la trama, es que lo suyo son unos socabones de proporciones descomunales.
Eso ocurre cuando realmente no tienes una base con la que contar, porque un videojuego de acción o tiene una breve sinopsis de presentación o una historia simplona y poco pulida que solo sirve para otorgarle algo de sentido al juego. Eso no es suficiente a la hora de contar una película que debe, en sus 100 minutos de metraje, contarte algo interesante que te enganche de principio a fin.
Lo que en el juego supondrá horas y horas de evasión a base de tiroteos a diestro y siniestro, aquí se traduce en forma de pésima trama con un poquito de acción entre diálogo y diálogo, y algunos desnudos gratuitos para goce de los hormonales adolescentes (y los no tan adolescentes)

Explosiones, disparos, muertes a tutiplén, sangre estucando paredes y tías macizas luciendo palmito es básicamente lo que ofrece “Hitman”, y es precisamente lo único que a los poco o nada exigentes contentará. El resto, mejor abstenerse.


Con una película de acción no voy a pedir un guión que sea la leche. Es más, me conformo con una historia simplona que me permita hora y media de evasión sin pensar mucho. Lo malo es que esta película pretende ser más inteligente de lo que es, y eso es forzar mucho la complacencia del espectador.

Tenemos al Agente 47 (Timothy Olyphant), que es un ser creado a partir de los genes de los peores y más despiadados asesinos que pueblan la faz de la Tierra. Cuando esto ya nos suena descabellado, es que la cosa no va a deparar algo mejor. Mostrándonos permisivos (es el legado del videojuego, no hay más remedio que aceptarlo), podemos pasar ese detalle por alto y seguir con el visionado sin que nos afecte demasiado.
Lo peor es que el Agente 47 es traicionado sin saber muy bien por qué, por su propia agencia, de la que no sabemos absolutamente nada. Se ve metido en una trampa mortal que lo convierte de cazador a presa en un santiamén.
A 47 le ayuda un antiguo compañero de “la agencia”, que suponemos que le debe una. Éste le da algunas pistas a seguir, y estas pistas lo llevan hasta una joven y hermosa prostituta (últimamente las féminas de estas películas no tienen otra profesión). Juntos intentarán resolver el misterio y a fin de cuentas, salvarse de una muerte segura.

El Agente 47 va de un sitio a otro, cepillándose a unos y a otros. Cómo los encuentra a todos? Pues no lo sabemos, porque este buen hombre no se detiene a hacer preguntas, ya que es más bien de gatillofácil. Lo que si sabemos es que es tan eficiente con las armas, que de haberlo mandado a Irak, el conflicto se hubiera resuelto en 24 horas y le hubiera sobrado una para echarse una siestecita.

Eso no supone un agravio, ya que en el cine de acción, que un sólo hombre mate a decenas en un periquete, es algo habitual y para nada molesto. Lo que pasa es que las escenas de acción tampoco son como para tirar cohetes, y eso hace mella.

No responsabilizo a Gens de lo desastrosa que es su película, porque a fin de cuentas cumple su cometido de director mecenas al que lo único que se le puede reprochar es el repetitivo uso de la cámara lenta y darle poca espectacularidad a las secuencias más relevantes del film.
Aquí el verdadero culpable de este despropósito es el guionista Skip Woods, que a parte de tener nombre de detergente, pretende montarse un guión profundo e ingenioso y lo único que consigue es hacerse un lío monumental con una trama que cojea a cada paso que da, con personajes poco retratados y una resolución final realmente descafeinada.

No ayuda tampoco que el rotagonismo recaiga en Olyphant, un actor sin el mínimo atisbo de carisma suficiente para afrontar como es debido el personaje. Su cara de palo contrasta bastante bien con la dureza del Agente 47, pero eso no es suficiente para empatizar con él.
Un servidor no acaba de comprender como a un actor tan soso com Olyphant se le están regalando papeles de tanto peso (recordemos que ha sido recientemente el enemigo de Bruce Willis en La Jungla 4 y ya sabeis mi opinión al respecto)

La chica que lo acompaña, la modelo Olga Kurylenko, no puede hacer gran cosa como co-protagonista, ya que se limita a aparecer más tiempo desnuda que vestida, poniendo calentorro al Agente 47 (y al espectador) y soltando algún que otro triste discurso sobre lo dura que ha sido su vida. A pesar de ello, no se defiende mal ante la cámara, lo cual siendo modelo y no actriz, es un milagro que se da contadas veces.

Dougray Scott tiene la misma variedad de registros que ya mostraba de villano en la secuela de Missión Imposible, es decir, nula. Ceño fruncido y mandíbula apretada es lo poco que ofrece Scott.

Así que el mejor de la función es, como ya cabría esperar, Robert Knepper, quizás el mejor villano televisivo de la última década. Pese a contar con menos minutos de lo deseado, logra comerse con patatas al resto del reparto.
Me pregunto por qué no le dan a Knepper un buen papel en alguna gran película, en vez de seguir apostando por tipos como Olyphant, que deberían ser meros secundarios o simplemente quedarse en la pequeña pantalla (se dice de él que está muy bien en la serie “Deadwood”, pero yo ya empiezo a dudarlo)

Detalle a mencionar es que la banda sonora de la película es descaradamente similar a la de la antes nombrada “El últimatum de Bourne”. A esto que cada cual juzgue si es mera coincidencia o no.


En resumen, una película de acción prescindible y sólo apta para los que crean que las películas de Steven Seagal son lo mejor que se puede encontrar en el videoclub de la esquina.


Lo mejor: Robert Knepper

Lo peor: Todo lo demás


Valoración personal: Mala

4 comentarios:

Chacal dijo...

¿Porque no me extraña ni una sola de tus palabras? ¡Ains, que satisfacción! Parece que con esta acerté (no viéndola).

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Si señor, diste en el clavo ;)

No creas que yo fui a verla al cine...xDD

En el cine ví Beowulf, que aún estoy por hacer la crítica, si es que la hago.

Saludos ;)

Selden dijo...

Yo estuve bastante tentada de ir a verla, pero pensé que me iba a arrepentir y que sería tirar el dinero.Por lo que leo en tu crítica, hice bien en no verla.
Saludos!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Lo que cuenta al final es la opinión de cada uno, pero vaya, yo desde luego no se la recomendaría a nadie xD
Ni siquiera para pasar la tarde...

Saludos ;)