
La historia nos presenta a Kristen y James, una joven pareja que se encuentra pasando la noche en una casa bastante alejada de la civilización (¡como no!). De madrugada, un grupo de extraños empiezan a aporrear puertas y ventanas. A medida que pasan los minutos, el asedio cada vez se hace más violento y perturbador, por lo que a la pareja no le queda otra que armarse con lo que tengan a mano y defenderse como puedan de los atacantes.
Esta escueta sinopsis es suficiente para darnos cuenta de la poca o nula originalidad de la propuesta. Cintas de este tipo las hemos visto en otras ocasiones, siendo la francesa “Ils” o la americana “Habitación sin salida” dos ejemplos recientes de parejas acechadas en casas o moteles. De hecho, “The Strangers” casi podría considerarse un remake yanqui de la primera, puesto que tanto la forma de rodar de Bertino como el tipo de asaltadores que este incluye en su film son sumamente parecidos a los de los franceses David Moreau y Xavier Palud. No obstante, tanto las interpretaciones como el ritmo de la misma están mucho más conseguidos en la cinta de Bertino, antojándoseme “Ils” un poco insípida (por no decir aburrida) dentro de su género.
El director apuesta por la sobriedad y el ritmo pausado. El tramo inicial se nos presenta con muchos silencios y poco diálogo, que en este caso y dada la situación que atraviesan los personajes, supone un tratamiento acertado. Estos primerizos minutos nos permiten conocer un poco a los personajes y comprender en que punto están de su relación, algo necesario para poder sentir cierto apego por ellos, ya que de no ser así el asedio tendría mucho menos emoción.
El ritmo se va acelerando paulatinamente, sobretodo con la llegada de los asaltantes. En este punto, la película se convierte en el típico juego del gato y el ratón, en el que los atacantes empiezan a incordiar psicológicamente a la pareja y ésta busca desesperadamente una salida. A cada minuto que pasa, Kristen y James permanecen más atemorizados. Tanto el espectador como los protagonistas desconocen los motivos de los agresores, pero lo que está claro es que no han venido con buenas intenciones y que escapar de ellos no será nada fácil.
De la violencia psicológica se pasa a la violencia física, momento en el que la vida de Kristen y James correrá un grave peligro. No hay nadie en kilómetros a la redonda y los asaltantes parecen tener todas las salidas cubiertas, por lo que la presión no puede ser mayor.

En lo bueno, debemos resaltar el tono austero que Bertino le imprime al film. Lejos de utilizar los típicos efectos de sonido ensordecedores o los sustos fáciles, el director apuesta por un sosegado suspense que convierte a “Los Extraños” en uno de las películas de terror más intensas de los últimos tiempos. La tensión se palpa en cada fotograma gracias a la forma con la que presenta a los malos de la función y en cómo ejecutan el asalto. Los persecuciones no son frenéticas sino todo lo contrario, por lo que no nos queda otro que contener el aliento de vez en cuando; y la sangre aparece en cuentagotas, siendo utilizada cuando realmente es necesario y en ningún momento de forma efectista como parece ser hoy en día la tónica habitual del género.
La interpretación de sus protagonistas es más o menos convincente.
El “más” se lo lleva Liv Tyler, que transmite con credibilidad el miedo y la inseguridad de su personaje, aunque quizás el director abuse demasiado del llanto o los gritos para enfatizar esas emociones. El “menos” corresponde a Scott Speedman, un actor bastante sosete al que el primer tramo de la cinta le viene bastante bien a su inexpresividad, pero que una vez llegan los asaltantes, su interpretación parece no dar más de sí.
En lo malo, debemos lamentar los abundantes clichés que concentra la película. Desde móviles sin batería (cuando no, es la cobertura), tropiezos que tuercen tobillos, perseguidores que desaparecen de un sitio y aparecen en otro a la velocidad de luz, y demás topicazos que ya ni sorprenden ni convencen. Eso, unido a la ya citada escasa originalidad de la historia, le resta muchos puntos a la ópera prima de Bertino. Por no hablar de escenas que parecen sacadas de otras películas (SPOILER— el destino que le espera al amigo de James recuerda sobremanera al cómo termina la madre de la protagonista de “A L’Interieur”; y la escena del armario con Liv Tyler recuerda al “Halloween” de John Carpenter” – FIN SPOILER)

Para algunos, esto podrá ser un fallo garrafal, pero para un servidor supone un acierto que convierte a estos asaltantes en algo más inquietante y desconcertante (y resulta algo más cercano a la realidad de lo que podríamos inaginarnos)
Las máscaras que usan éstos también tienen su punto macabro, y desde luego dan más mal rollo que, por ejemplo, la que usaban en “Scream”.
Por tanto, “Los extraños” es una intensa y perturbadora cinta de terror que queda, en cierto modo, lastrada por sus abundantes clichés, su escasa originalidad y -algo que aún no había comentado- un absurdo e desmerecedor desenlace. Una película mejor dirigida que escrita, y que por consiguiente, termina siendo un entretenimiento meramente correcto.
Apuntaremos eso sí, el nombre de Bryan Bertino para comprobar si en futuros proyectos y con un guión más original y elaborado, es capaz de inquietarnos nuevamente pero con mejores resultado finales.
Lo mejor: la apuesta por el suspense y no por el susto fácil; su sobriedad.
Lo peor: la escasa originalidad de la propuesta y los típicos clichés del género.
Valoración personal: Correcta