domingo, marzo 25, 2007

“300”, les recordaremos

Brutal, impresionante, sobrecogedora, alucinante, demoledora y un sinfín más de ajetivos que me servirían para calificar la película que en un sólo fin de semana en USA ha conseguido recaudar 71 millones de dólares, consiguiendo así ser la película más taquillera estrenada en un mes de marzo.

Y el mérito no se lo quita nadie.


“300” es una película épica con todos los ingredientes del género: batallas, honor, traición, amistad, amor..., pero rodado de forma adrenalítica, sin apenas respiro para el espectador y con una puesta en escena abrumadora, que consigue dar forma y vida (con absoluta fidelidad) al cómic de Frank Miller.


Snyder no se corta un pelo a la hora de utilizar y abusar de la cámara lenta, de los desmembramientos y decapitaciones y de la testosterona de los espartanos. Y la verdad, en una época tan políticamente correcta como la actual, eso se agradece mucho.

Hasta ahora, ninguna otra película épica había hecho apología de la venganza y de la guerra sin concesiones ni tregua desde que un servidor alucinara tiempo atrás con la excepcional “Conan el bárbaro”.


Snyder, director de la mejor película de zombies de la historia (por mucho que le pese al maestro Romero), ha conseguido hacer de “300” un producto que no solo entretiene, sinó que deja huella (y manchas xD)

Algunos la acusarán de hiperviolenta, pero que importa eso? Esto está hecho para el disfrute y regocijo del personal. Y en mi opinión, eso no le quita muchas de las virtudes que posee a nivel cinematográfico.

Cierto que el guión no da para mucho y en algunos momentos puede resultarnos una historia un tanto vacía, pero ese es el testamento del cómic y hay que respetarlo. Aún así, Snyder le confiere una fuerza arrebatadora y solemne (que ya de por sí tiene la historieta gráfica)


No hay duda de que lo más atractivo del film es su puesta en escena. Si bien no soy muy partidario de la pantallita verde, en este caso no puedo negar que su uso está más que justificado.

De ninguna otra manera se hubiera podido captar al esencia que impregna cada una de las viñetas de Miller.


Es importante destacar también la portentosa banda sonora, que le confiere al film una energía y un vigor brutales. En los momentos más intensos, sea una batalla, un discurso o una lamentación, el espectador se adentra en la atmósfera del film de forma casi inmediata y sin ningún tipo de esfuerzo.

Esa mezcla de tambores, guitarras eléctricas y cantos gregorianos le otorgan el broche de oro a la película.


Mención a parte merecen los actores, en especial un feroz e irreconocible Gerard Butler, que a partir de hoy será recordado, para bien o para mal, como el gran Leónidas, Rey de Esparta.

La verdad es que lo que más miedo me daba era que su interpretación perdiera, en el doblaje al español, la garra que la voz original tiene. Pero por suerte, mis temores se disiparon a los pocos minutos de empezar la película. Si bien es cierto que no se puede igualar al original (el trailer en v.o. es realmente imponente), el actor y doblador catalán Jordi Boixaderas (voz habitual de Russell Crowe y Sean Bean) consigue transmitir de forma más que correcta (correctísima) la personalidad del León de Esparta. Un acierto total (aunque a veces la traducción literal de los diálogos no encaje con le gesticulación del actor)

De hecho, era la voz que un servidor tenía en mente para el posible doblaje. Y casualidad o no, así ha sido. Además, el doblaje del provisional trailer en español que circulaba por youtube hace algunas semanas era verdaderamente desalentador.


Doblaje a parte, Butler se sale y incluso aunque se muestre serio y despiadado, hay en él -en todo momento- sentimientos (buenos y malos) y una sensación de respeto envidiables. Y a eso le añadimos ese toque chulo y burlesco de algunas escenas, que arracan unas buenas carcajadas al espectador, en especial los momentos de vacileo ante el emperador Jerjes (un descojone señores, muy a lo Casino Royale)

Por cierto, Jerjes resulta un tanto ambiguo y eso añadido a un doblaje algo desafortunado, hace que algunos momentos que deberían provocarnos temor, nos provoquen unas risas de infarto. Aquellos que hayan visto la película sabrán a que me refiero.


Por lo demás, todos los actores están notables en su trabajo. Desde mi adorada Lena Heady, que da vida a una mujer fuerte y apasionada (ya tocaba ver un personaje femenino de estas características, sin que parezca una mamarrachada como la grotesca Lara Croft), hasta David Wenham o Vincent Regan (curtidos ya en esto del cine épico), pasando por Dominic West, dando vida al indeseable traidor de turno.


Por lo tanto, todos aquellos que vayan al cine a ver la violenta y sangrienta batalla de las Termópilas, aquellos que vayan predispuestos a disfrutar de un nutrido festín de amputaciones y decapitaciones, aquellos que esperen ver a criaturas dignas de la mismísima tienda de los horrores, solamente puedo decirles que no saldrán defraudados.

Pero aquellos que esperen una lección de historia y una cinta épica como las de antaño, que no se equivoquen de sala, porque para eso ya existe la versión de 1962 de Rudolph Maté, “El león de Esparta”, que nada tiene que ver con la obra de Snyder.

Frank Miller se inspiró en la batalla real, no más. Si a “Gladiator” se lo perdonamos, también podemos perdonárselo de “300”.


Una cosa más, aquellos de estómago sensible o mente muy conservadora, que se abstengan de su visionado, porque seguramente les parecerá denigrante y salvajemente deshonesto e inmoral.


A todos los demás, espero y deseo que les aproveche la cena en el infierno. Yo repetiría con mucho gusto.


Lo mejor: Gerard Butler como Leónidas; la cuidada puesta en escena; los perfeccionados efectos especiales (nótese sobretodo en algunas decapitaciones); la brutal y acorde banda sonora; que los diálogos y la voz en off no nos resulten ridículos y que las interpretacione no nos parezcan sobreactuadas como sí sucedió en Sin City; que sus dos horas se nos hagan cortas.


Lo peor: Que se la considere vacía por tener un guión un tanto flojo y exaltado; que algunos se identifiquen con la cultura espartana (no son precisamente un modelo a seguir); que las elevadas expectativas de algunos les impidan disfrutar de la película; que sus dos horas se nos hagan cortas.


Valoración personal: 4,5 sobre 5 (Muy buena)


Saludos ;)

domingo, marzo 04, 2007

Eclipse Total


Casualidad o no, ayer día del eclipse lunar me dispuse a ver “Dolores Claiborne”, retitulada aquí con el pomposo título de “Eclipse total” (de ser “mortal” hubiese quedado demasiado obvio, supongo).


“Eclipse total” está dirgida por Taylor Hackford (Pactar con el diablo, Ray) y se basa en una novela de Stephen King. Leído esto, uno puede pensar: otra película más de terror/suspense basada en un relato el prolífico escritor. Pues no.

En este caso lo que se nos ofrece es una película de intenso dramatismo con toques de intriga muy bien ejecutados.


No todas las novelas de Stephen King son de terror y queda patente que sabe tocar muy bien otros géneros, como son el suspense y el drama. Lástima que últimamente se dedique a autoplagiarse y escribir refritos de rápido y fácil consumo (con la esperanza de ser llevados al cine y sacarse así unos dólares extra)


Sinopsis extraída de filmaffinity:

Dolores Claiborne (Kathy Bates) es acusada del asesinato de Vera Donovan, la dueña de la casa en la que trabaja como asistenta desde hace más de veinte años. Selena (Jennifer Jason Leigh), la hija de Dolores, vuelve a su pueblo natal para intentar probar la inocencia de su madre, pero allí se tendrán que enfrentar a un implacable detective y a un pasado oscuro.


El inicio de la película es prometedor (con una Kathy Bates muy a lo “Misery”) y ya logra en pocos minutos captar nuestra atención. La duda que se nos crea en estos primeros minutos se mantiene hasta el final, todo ello amenizado con el más inquietante suspense y con unos personajes que se van desarrollando adecuadamente a medida que la trama avanza.


Los trapos sucios del pasado, los secretos y las mentidas confluyen en una borágine de sentimientos que mantienen en vilo al espectador de principio a fin.

Kathy Bates está soberbia en su papel de mujer fuerte y tenaz. Toda una lección de interpretación. Jennifer Jason Leigh (bastante desaparecida últimamente) logra también una interpretación más que convincente como la amargada y depresiva hija de Dolores Claiborne.

Christopher Plummer y David Strathairn conforman los personajes más oscuros y despreciables de la historia (en especial el personaje de Strathairn)


En la historia convergen presente y pasado (mediante flashbacks realmente logrados) de modo que podamos apreciar todos y cada uno de los aspectos básicos que conforman las personalidades de cada uno de los personajes, desde la pérfida Vera Donovan hasta el irritante detective Plummer.


Los flashbacks que nos transportan al pasado destacan principalmente por un muy efectivo trabajo de fotografía. Mientras que el presente se nos presenta de forma fría con tonos grises y azulados, el pasado recoje tonalidades más calidades, ofreciendonos de ésta manera un contraste muy significativo y claramente diferenciador.


También es importante resaltar la música compuesta por Dannfy Elfman, que nos facilita la tarea de sumergirnos en la trama en los momentos más sobrecogedores.


Sin duda, ésta película es un claro ejemplo de buen trabajo en equipo (dirección, guión, interpretación, fotografía y banda sonora) con magníficos resultados.


La tragedia por la que pasan tanto Dolores como su hija Selena y el modo en que ésta afecta y condiciona sus vidas, es sin duda el punto clave de toda la historia y es lo que da profundidad a un film que sin dejar de lado la intriga, consigue transmitirnos la visión de una realidad social que una vez existió y cuyos problemas, de una forma más o menos evidente, siguen estando presentes en la actualidad.

Taylor Hackford mantiene el suspense y el dramatismo en perfecto equilibrio y logra mostrarnos temas tan peliagudos de una forma inteligente y convincente a todos los inveles.


Una película recomendable y cuyo visionado hará o debería hacer reflexionar a más de uno.


Lo mejor: la magistral interpretación de una Kathy Bates pletórica; una trama intrigante y un ritmo llevados con oficio; secundarios competentes y sobretodo creíbles; perfecto desarrollo y evolución de los personajes y de la historia; buen trabajo de fotografía.


Lo peor: que fuera vilmente despreciada en los Oscars de ese año; que apenas nadie se acuerde ella.


Valoración personal: 4 sobre 5 (Buena)







martes, febrero 27, 2007

Sesión Doble: Constantine & The Punisher

Dado que últimamente no dispongo ni del tiempo ni de las ganas suficientes como para comentar todo el cine que veo, he decidido inaugurar hoy una especie de nueva sección, por llamarlo de alguna manera, ya que tampoco tengo el blog debidamente estructurado para tales fines.


Con “Sesión Doble”, pretendo comentar lo más brevemente posible un par de películas cuyo vínculo entre ambas tanto pueda ser el género que tratan, su director o alguien de su reparto (entre otras similitudes que se me puedan ocurrir)

De ésta manera, aprovecho el tiempo y mato dos pájaros de un tiro, sin extenderme demasiado en mis apreciaciones y como un modo de ir generando entradas con mayor rapidez y frecuencia.


Hoy tocan dos adaptaciones de cómic. Ambas bastantes oscuras pero muy distintas entre sí: “Constantine” de Francis Lawrence y “The Punisher” de Jonathan Hensleigh, ambos directores debutando en esto de las superproducciones comiqueras.


Ante todo quiero aclarar que nunca he leído un cómic de ninguno de los dos personajes, por lo que mis opiniones se basan estrictamente en el aspecto cinematográfico, algo que creo que debería hacerse siempre, ya sea el adaptado un cómic, un libro o un videjuego (en especial, este último)


Ale, menos rollo y al meollo.


Constantine


La enésima revisión del bien contra el mal, está vez más personificados de lo habitual. Tampoco es la primera vez que Keanu Reeves se enfrenta al diablo en persona, ya lo hizo en la estupenda “Pactar con el diablo”, aunque de forma bien distinta, claro.


La película tiene una atmósfera bastante adecuada al tema y los efectos especiales son sobradamente competentes, aunque no espectaculares.


El personaje de Reeves es bastante apocalítico y a ratos hace uso de un humor cínico bastante agradecido. No obstante, Reeves sigue actuando con la sobriedad que le caracteriza y eso siempre es un punto en contra en todas sus películas (aunque tampoco es un actor que me moleste demasiado)


Por suerte, tenemos a la preciosa Rachel Weisz dando cuerpo y alma a todo el conjunto. Si bien sus habituales muecas con los ojos como platos pueden molestarle a más de uno, hay que decir que sin su presencia la cosa hubiera sido un suplicio difícil de aguantar.


El inicio de la película es bastante impactante y gratificante y de no haber sido así se hubiera hecho difícil engacharse al film, ya que a largos ratos se hace un poco lenta y aburrida. Por suerte, como su director tampoco quiere ser demasiado trascendental y no deasea tampoco aburirnos en exceso, va intercalando la acción con escenas chulas para el disfrute del público más “exigente”.


Sin duda, lo mejor es cuando ese pedazo de secundario de lujo hace acto de presencia. Sí amigos, me refiero al gran Peter Stormare (mundialmente conocido como John Abruzzi), caracterizado (de forma sútil) como el mismísimo Satanás, en un papel que le viene al pego.


En definitiva, una película con un ritmo algo torpe, un Keanu Reeves soso en el papel de un Neo más atormentado de lo habitual, unos buenos secundarios (no olvidemos a Djimon Hounsou y a Tilda Swintom) y un final un tanto molesto. Con todo ello, una película pasable que nos deja con ganas de ver más y mejores secuelas de las aventurillas de John Constantine.



The Punisher (El Castigador)


Esta película cayó en mis manos por medio de un amigo, ya que de otra forma ni le hubiera echado un vistazo.


La verdad es que fue excesivamente vapuleada por la crítica. Realmente no es tan mala como quieren hacernos creer.

Tiene sus méritos, aunque son pocos y tampoco la convierten en una buena película y mucho me temo, por lo que he leído, que tampoco en una adaptación fiel al cómic (aquí algún lector del blog estoy seguro que podrá informarme debidamente en ese aspecto ;) )


Sin embargo, es bastante superior a truños infumables como “Daredevil”, de eso no hay duda. Y también es mucho mejor que su versión ochentera, protagonizada por aquel entonces por el famoso (es un decir) Dolph Lundgren.

El inicio de la película es innecesariamente largo y ñoño, luego va mejorando un poquito, pero tampoco están los acontecimientos a la altura del personaje


Thomas Jane impone con su hipermusculado físico, pero lo de la interpretación es algo que aún se le resiste. Para haber matado a toda su familia (motivo de su venganza) pues tampoco se le ve muy cabreado/atormentado salvo por el ya cansino y habitual truco del alcoholismo de turno. Personalmente lo encuentro tópico y cargante.

Pero aquí lo peor no es él, sino las chicas florero de turno. La mala es Laura Harring, la tetuda de “Mulholland Drive”, que tiene un cuerpazo de infarto pero es un petardo de actriz, así de claro. Y luego está la modelo Rebecca Romijn Stamos, más famosa por ser uno de los secuaces de Magneto en la saga X-Men. Sin duda, cuando no habla es mejor actriz.


El toque de dramatismo de la película no me lo creo ni harto de vino. Ninguno de los protas, en ese campo, logra convencerme.

Su director, habiendo comprobado eso, decide recurrir a la acción para hacer algo más llevadero el asunto. La verdad es que el guión es un poco flojito también, pero ahí tampoco voy a ir yo con exigencias.


El gran mérito de Hensleigh es rodar la película sin apenas usar efectos especiales generados por ordenador (uno de los pocos es la escena final con la calavera en llamas). Acción a la antigua usanza. En ese aspecto, creo que su director cumple con buena nota rodando las escenas con mucho oficio. A destacar la escena del mariachi, la del ruso y los últimos minutos del film.


Mención especial para John Travolta, haciendo el papel de típico mafioso que hasta nos resulta simpático y que tan bien se le ha dado otras veces (véase “Cara a cara” o “Operación Swordfish”)

Will Patton también anda por ahí, lo cual también es un favor, ya que me parece un actor muy competente.


Lo peor sin duda, son esos vecinos de tiene Frank, una lacra muy significativa del film. Incluirlos en la trama es un suicidio. Con semejante despropósito es imposible hacer una película en condiciones.


Total, que The Punisher no es tan mediocre como la pintan. Tiene buenas escenas, el ritmo más o menos se aguanta y las escenas de acción están llevadas a cabo con oficio. Pero lamentablemente Thomas Jane no es ni de lejos un tipo atormentado que busque justicia a cualquier precio. Es un tio que aún le quedan ganas de salvar damiselas en apuros y hacer bromitas con helados de fresa.

Un producto que podía haber sido más rentable con un actor más adecuado y con guión con menos chorradas y más consistencia. Pasable y olvidable.


A destacar sus títulos de crédito, lo que más me ha gustado. Y la canción del mariachi, mariachi incluído (la reencarnación de Johnny Cash?? Ya quisiera él). Digo mariachi como bien podría decir rockero o tío que canta country, que nadie se me moleste.



Y hasta aquí la primera “Sesión Doble”.

Como podeis comptobar, lo de ser breve me da a mí que aún es una asignatura pendiente que tengo. Que le voy a hacer, cuando me pongo me animo y no se echar el freno. Maldita sea...



Saludos ;)


lunes, febrero 26, 2007

Gala de los Oscars 2007: el triunfo de Marty


Sin duda, el gran triunfador de la gala fue el gran Martin Scorsese, quien por fín ha visto recompensado todo su trabajo llevándose dos de los premios más importantes de la ceremonia , mejor película y mejor director (entre otros dos a mejor guión adaptado y mejor montaje)

El Oscar a mejor película nos piyó un poco por sorpresa (yo apostaba por la idolatrada Babel), pero no hay duda que “Infiltrados” es una película estupenda y tito Marty un gran director y si ha tenido que ser ahora cuando le den su tan ansiado y merecido premio, yo me alegro por él.


Es cierto que Scorsese se ha merecido el Oscar en más de una ocasión y por películas mucho mejores que ésta, pero así funciona la Academia, emmendando los errores cuando no toca.

De hecho, este Oscar es más bien un título honrífico a toda su larga y espléndida trayectoría como director. Scorsese es uno de los grandes de Hollywood y de manos de otros dos grandes de la industria como son (o eran) Francis Ford Coppola y Steven Spielberg (como veis, no cuento a George “papada monumental” Lucas) ha recibido el premio que tanto le ha sido negado.


Habrá quienes se hayan disgustado con este premio, en especial los competidores en dichas candidaturas, pero hay que decir que ya quisieran muchos hacer un remake tan cojonudo como el que ha hecho este señor y saber dirigir de forma tan magistral a un reparto de tales magnitudes. Y es que cualquiera suplicaría por trabajar con este monstruo de la dirección.


En fin, una vez que ya me he desecho en halágos hacia este señor, pasaré a explicar lo más brevemente posible el resto de la gala, vista a través de mis soñolientos ojos (eran las 6.30 de la mañana y aún seguía despierto) y mi habitual punto de vista.


A excepción del caso Marty y alguno más que comentaré a continuación, las sorpresas han sido más bien las justas.

Los Oscars a mejor actor y mejor actriz estaban cantados y evidentemente en caído en las manos de Forest Whitaker (todo un actorazo al que por fin han reconocido su talento) y Helen Mirren (una actriz como la copa de un pino). En el caso de Mirren, que por cierto estaba realmente guapa en la gala, la cosa estaba segura al 99%. De no haberlo ganado, hubiera podido ir a cualquiera de las otras estupendas actrices nominadas. Cuando digo las otras me refiero por supuesto a Meryl Streep (no es ni de lejos su mejor papel, todo sea dicho), Judi Dench (que no pudo asisitir a la entrega) y Kate Winslet (una de las actrices más jóvenes en ser tantas veces nominada al mismo premio). Aún me pregunto que demonios hacía la “Pe(tarda)” al lado de esas fabulosas actrices. Habría que preguntárselo a Iker Giménez :)


Guillermo Del Toro por su parte, recibió uno de los palos más grandes de la noche al no conseguir el premio a la mejor película extranjera, que en este caso se lo llevó la alemana “La vida de los otros” de la que oído muy buenas palabras, así que enhorabuena a su director y guionista Florian Henckel-Donnersmarck (toma nombrecito)

No obstante, el equipo de Del Toro se llevó 3 Oscars correspondientes a las categorias de mejor fotografía, mejor dirección artística y mejor maquillaje. Así que por lo menos, su trabajo se vió de algún modo recompensado.


El Oscar a mejor actor secundario fue a parar a las manos Alan Arkin por su papel en “Miss Little Sunshine”, desbancando al favorito Eddie Murphy (quién si se llevó el Globo de Oro a esa misma categoria). Y el de mejor actriz fue para Jennifer Hudson, quien recogió el premio muy emocionada (no es para menos dado que hasta el momento era una gran desconocida)


En la categoría de mejor película de animación el premio se lo llevaron los pingüinos bailarines de “Happy Feet”. De este modo Pixar perdía ante un rival que arrasó en taquilla durante las navidades pasadas, aunque yo no he podido comprobar si reamente ésta película es mejor que “Cars” (lo dudo)


El premio a mejor guión original lo ganó “Miss Little Sunshine”, que si bien no se llevó las estatuillas en las categorias más importantes, es de elogiar que una película independiente haya consguido dos Oscars compitiendo en una ceremonia con tan ilustres nombres.


El mejor documental estaba claro que sería “Una verdad incómoda”, abalado y publicitado (y también interpretado) por el político y ecologísta Al Gore. Además, también se llevaron el Oscar a mejor canción, algo extraño si tenemos en cuenta que estamos hablando de un documental y que en dicha categoría solo deberían incluirse películas, a mi entender. Pero bueno, ya se sabe que estos de la Academia hacen los que les da la gana.

Eso sí, a los nominados por “Dreamgirls” les sentaría como una patada en el mismísimo trasero (se tuvieron que conformar con el Oscar a mejor sonido). Para más inri, fue su película una de las grandes perdedoras de la noche junto con Babel, que tan sólo pudo llevarse el premio a mejor banda sonora.

Mi conclusión sería ésta: A los que se esfuerzan se les recompensa, a los pretenciosos se les castiga :)


No comentaré el resto de premios porque tampoco hay mucho que decir. Al final de la entrada haré constar el listado con los/as vencedores/as en todas las categorias para que podais hecharle un vistazo rápido al tema.


Para mí, es más importante destacar uno de los mejores y más emotivos momentos de la noche: la entrega del Oscar honorífico al genial/magnífico/extraordinario compositor Ennio Morricone, responsable de algunas de las mejores bandas sonoras de la historia del cine y por el que un servidor siente un profundo respeto y una gran admiración.

Morricone, visiblemente muy emocionado, hizo uso de su lengua materna para expresar su agradecimiento por el premio recibido y fue tito Eastwood (otro gran perdedor de la noche) quien se encargó de hacernos la dudosa traducción simultánea.

Fue uno de los mejores momentos de la noche y junto con Scorsese su nombre fue de los más aplaudidos (el público en pie y todo, increibel-ble)


Por lo demás y ya en líneas más generales, felicitar a Ellen Degeneres por su buen trabajo como presentadora de la gala. Su agradable humor, su saber estar y su natural desparpajo hicieron la velada de lo más amena. Lástima que su aguda labor no fuera recompensada con un mayor protagonismo. Y es que aquí, los verdaderos protagonistas eran los nominados y había que hacerlo notar. De todas maneras, nos regaló algunos momentos realmente divertidos, como el de la foto que le hizo Spielberg junto a Eastwood xDD


También las performances habituales de ésta ceremonia estaban muy conseguidas. Unos bailarines/gimnastas escenifican mediante sus cuerpos y un juego de sombras elementos característicos de algunas reconocidas películas.

La forma de presentar el Oscar al mejor vestuario también fue bastante original.

Quizás lo menos destacable fuera la parte destinada al backstage después de la recogida de premios. No hubiera ido mal una persona más capacitada para dicha tarea.


En definitiva, una gala muy correcta que ha rehusado recurrir a elementos artificiosos y sensacionalistas tan habituales en tales acontecimientos.

Por mi parte, he echado de menos una mayor sofistificación y elegancia por parte de las mujeres que íban haciendo acto de presencia. La verdad es que la mayoría de los vestidos eran horrendos, en especial el de “nuestra” representante (a saber como iba a ser el vestido que teóricamente iba a llevar si no se le hubiera roto a última hora), que debería llevarse el Oscar al mal gusto.


Aquí os dejo la prometida lista. Aquellos que no vieron la gala seguramente se podrán deleitar con los resúmenes pertinenetes de algunas cadenas de tv. En mi caso, una combinación de viejas y nuevas tecnologías (radio e internet) me permitió gozar de la ceremonia en vivo y en directo (aunque con algunos minutos de retraso). Mis ojeras lo atestiguan :)



MEJOR PELÍCULA - “Infiltrados”


MEJOR DIRECTOR – Martin Scorsese por “Infiltrados”


MEJOR ACTOR PRINCIPAL – Forest Whitaker por “El último Rey de Escocia”


MEJOR ACTRIZ PRINCIPAL – Hellen Mirren por “The Queen”


MEJOR ACTOR SECUNDARIO – Alan Arkin por “Pequeña Miss Sunshine”


MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA – Jennifer Hudson por “Dreamgirls”


MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN – “Happy Feet”


MEJOR PELÍCULA DE HABLA NO INGLESA – “La vida de otros”


MEJOR GUIÓN ORIGINAL - Michael Arnt por “Pequeña Miss Sunshine”


MEJOR GUIÓN ADAPTADO - “Infiltrados”


MEJOR DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA - Guillermo Navarro por “El laberinto del Fauno”


MEJOR EDICIÓN - Thelma Schoonmaker por “Infiltrados”


MEJOR DIRECCIÓN ARTÍSTICA - “El laberinto del Fauno”


MEJOR DISEÑO DE VESTUARIO - Milena Canonero por “María Antonieta”


MEJOR BANDA SONORA - Gustavo Santaolalla por “Babel”


MEJOR CANCIÓN - I need to wake up por “Una verdad incómoda”


MEJOR MAQUILLAJE - El laberinto del fauno


MEJOR SONIDO - “Dreamgirls”


MEJOR EDICIÓN DE SONIDO - “Cartas desde Iwo Jima”


MEJORES EFECTOS ESPECIALES - “Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto”


MEJOR DOCUMENTAL – “Una verdad incómoda”


MEJOR CORTO DOCUMENTAL - “The blood of Yingzhou district”


MEJOR CORTO DE ANIMACIÓN - “The Danish Poet”


MEJOR CORTOMETRAJE - “West bank Story”


OSCAR HONORÍFICO - “Enio Morricone”



Saludos ;)

domingo, febrero 11, 2007

Ases calientes (Smokin' Aces), era mejor el trailer


Aquí la breve sinopsis de filmaffinity:


El jefe mafioso Primo Sparazza ofrece una generosa recompensa de un millón de dólares a quien liquide a Buddy 'Aces' Israel (Jeremy Piven), un mago de tres al cuarto que va a testificar contra la mafia de Las Vegas. El FBI ve la oportunidad de usar al embaucador para atrapar a Sparazza, y ofrece protección a Aces, al que custodiarán dos agentes (Ryan Reynolds & Ray Liotta) en su refugio de Lake Tahoe. Cuando la comunidad de malhechores presentes, pasados y futuros, se entera del precio de la cabeza de 'Aces', una multitud de cazadores de recompensas, matones, bellas y sensuales sirenas traidoras y mafiosos salen de caza. Con Lake Tahoe como objetivo, la colección de chorizos se lanza a una cómica carrera en su intento de matar a 'Aces' y llevarse el botín...


Después de sorprender a la crítica con “Narc”, un correcto thriller dramático, Carnahan vuelve a la carga con una película de acción al más puro estilo Guy Ritchie pero sin la frescura de éste. El cocktail que Carnahan nos sirve se hace insípido en algunos momentos y disfrutable en otros. La mezcla entre thriller, comedia y acción se hace bastante heterogenia, sin que ninguna de los géneros llegue a brillar con su máximo esplendor.

La presentación de todos y cada uno de los personajes es bastante informal, ya utilizada en otras películas pero bien resuelta. Ni que decir que estos personajes son de lo más estrambóticos y durante la película algunos de ellos hacen gala de sus irritables excentricidades (véase el trío nazi)


Una vez hechas las presentaciones, el ritmo de la película empieza a flaquear bastante. Si bien el principio es bastante rápido (dentro de lo que cabe, teniendo en cuenta que hay muchos personajes), lo que sigue se hace lento y monótono. Carnahan empieza a perder fluidez en la narración de un modo alarmante. Por suerte, y cuando ya empieza uno a creer que está ante una imitación barata de un film de Scorsese, la cosa empieza animarse un poco cuando el variopinto grupo de matones y caza recompensas inicia su plan de caza. En ese momento apenas hay lugar para el descanso de nuestras retinas y la acción se sucede de forma constante y bien equilibrada, alternando momentos de adrenalina pura con secuencias más explicativas.


Sin lugar a dudas, Carnahan se lo pasado bomba rodando la película que el mismo se ha escrito. Pero lo que está claro es que Carnahan no es un Tarantino (ni en lo bueno ni en lo malo), y muchos de los diálogos y situaciones de la película son verdaderamente absurdos y surrealistas. Intenta ser transgresor con lo que cuenta y el modo en que lo cuenta, pero la cosa se queda en un quiero y no puedo.

Momentos como el del niño karateka, la conversación del nazi superviviente y su verdugo o el de la mancha en la chaqueta de cuero, destilan estupidez por todos lados. En esos momentos, un servidor, más que reirse, ponía cara de “pero esto que és!?”. Las buenas escenas se entremezclan con otras que no aportan nada a la trama y que están de relleno para intentar que la espectador piense que lo que está viendo es la ostia de bueno. Pero eso a mí, almenos, no me ha pasado. Por eso pienso que en ese aspecto, a Carnahan se la ido la olla completamente. El asunto se le ha ido un poco de las manos y eso que el guión es francamente provechoso.


Donde Carnahan se luce mejor es en los momentos más trepidantes, donde la acción sucumbe a toda racionalidad (la escena de la motosierra es una prueba de ello). También algunas escenas de tensión, como varias de las que se suceden en un ascensor, están bien logradas. Estas escenas consiguen captar nuestra máxima atención y nos mete de lleno en todo el fregado que se está montando.

Y luego viene cuando realmente empezamos a dudar de las intenciones del director. Porque si hasta el momento todo había sido acción y cachondeo, en los últimos 20 minutos la cosa da un giro drástico y el dramatismo hace acto de presencia.

No es que ese dramatismo se haga molesto, simplemente es que no cuadra demasiado con el ritmo que la película llevaba.

Estos momentos están solventados de forma aceptable (como ya se hizo en Narc) tanto por el buen tratamiento que Carnahan le impregna como por las actuaciones de los actores. Aquí felicito tanto a Jeremy Piven como a Ryan Reynolds, que en su poder están los personajes más elaborados y el deber de sacar a flote toda la función que Carnahan a montado.

En el lado opuesto, tenemos a un obeso y venido a menos Andy García, que está de pena en su papel y pasa a englosar esa lista de buenos actores en horas bajas, en las que figuran nombres tan ilustres como Jeremy Irons, John Malckovich o Christopher Walken. Una pena, la verdad.

Luego está la cantante y “quiero ser actriz” Alicia Keys, que está bastante sosa, lo cual ya era de esperar. Llega un momento que uno se cansa de ver tanto artista musical intentando hacerse un hueco en Hollywood. Mejor que dejen de dar el cante y se dediquen a lo suyo.

Ray Liotta hace lo que puede con su personaje. Tampoco es que los demás personajes están mejor elaborados que el suyo, salvo destacando sus características principales, pero es que de Liotta uno se esperaba algo más.

El resto del elenco está correcto en base a lo que les ha tocado representar. También se agradece, y mucho, que la intervención de Ben Affleck sea más bien anecdótica. Verlo demasiado tiempo en esa jaula de grillos se me hubiera antojado insoportable.


Las sorpresas finales, porque las hay (como en todas las películas que se hacen ahora), están bien introducidas gracias a un guión competente y a no intentar tomar por tonto al espectador, como hacen muchos otros directores. Puede que alguna se viera a venir (almenos para mí), pero no merman el desarrollo de la historia, sinó que le dan un nuevo empuje.



Y hasta aquí mis impresiones. Realmente no se muy bien como valorar esta película. Primero me aburre y luego me distrae. Pero ese entretenimiento también se vuelve confuso cuando el equilibrio entre disparos, sangre, furcias, chistes, tacos, traiciones, persecuciones y lágrimas se va al traste por culpa de situaciones ilógicas, absurdas y sin ningún tipo de fundamento que Carnahan intenta colarnos como si fuera algo genial.


Smokin' Aces puede gustarte si tienes claro que estás contemplando una chorrada descomunal que solamente prentende entretenerte. Pero si buscas el peliculón que creías que se escondía tras el jugoso trailer, lo único que encontrarás será una decepción con mayúsculas.


Carnahan nos ha servido un truco de mágia que juega con la comicidad del espectador. Esa comicidad pende de un hilo muy fino que se puede romper si dicho espectador no se deja embaucar por los malabarismos visuales de los que Carnahan hace gala.


Por cierto, los seguidores de la serie “Perdidos” (no es mi caso) podrán ver a uno de sus actores (Matthew Fox) haciendo un breve y curioso cameo.


Lo mejor: Un guión bien estructurado aunque desaprovechado en su ejecución; unas buenas interpretaciones de Jeremy Piven y Ryan Reynolds; las escenas de acción.


Lo peor: Las situaciones absurdas que no vienen a cuento y que no aportan nada a la trama; el humor que apenas hace gracia salvo momentos puntuales; la pérdida del ritmo narrativo durante la primera mitad de la película.


Valoración personal: 2,5 sobre 5 (Regular)


domingo, febrero 04, 2007

Verano de corrupción, abriendo la caja de Pandora


¿Qué harías si descubrieras que tu vecino es un ex-nazi perteneciente a la antigua S.S.?

Pues eso mismo es lo que nos plantea esta película.


Después de dirigir la magistral “Sospechosos habituales” y antes de enfrascarse en el mundo marveliano de los X-Men, Bryan Singer se encargó de adaptar para la gran pantalla uno de los tantos relatos del gran Stephen King, “Apt Pupil/El alumno aventajado”. Y de que manera señores!


La película nos muestra una serie de sucesos que se van encadenando hasta llegar a eclosionar en un final contundente, como ya sucediera con “Sospechosos habituales”.

Singer dota la película de un aire escabroso sin necesidad de recurrir a efectismos baratos y gratuitos. La escena de las duchas, la de la marcha militar, la escena del gimnasio con la paloma por medio (nada relacionado con John Woo, no temais) o la escena del sótano, son una buena muestra de como Singer nos induce un profundo desasosiego que se apodera de nosotros incluso hasta los créditos finales.


La historia, para ser más concretos, gira entorno a Todd (Brad Renfro), un joven de 16 años -primero de su clase y apasionado por la Historia- que un día descubre que su anciano vecino (Sir Ian McKellen)es un ex-nazi. En vez de mearse en los pantalones, salir pitando a una comisaría u olvidarse del asunto y hacer lo que la mayoría de los adolescentes de su edad hacen, como ligar con chicas, acudir a fiestas y triunfar en el deporte pátrio de la escuela, Todd decide intimar con su enigmático vecino.

Interesado por el tema del Holocausto, Todd decide chantajear al viejo para que le cuente, de primera mano, los sucesos que tuvieron lugar durante esa trágica etapa de la historia, si no quiere ser delatado y acabar en prisión.

El viejo nazi acepta de mala gana. No obstante, Todd no sabe con quien se está enfrentando y como dice el dicho, quien juega con fuego, al final acaba quemándose.


A partir de ese momento, Tood y el viejo, alias Kurt Dussander, inician un duelo de titantes que ríanse ustedes de Wyatt Earp y los Clanton. El juego chantajista al que juegan ambos se convierte un arma de doble filo, también para ambos.


Los momentos más tensos van acompañados por una portentosa banda sonora que realmente nos facilita esa sensación de desasosiego que antes he comentado.

Singer imprime en el film una tonalidad grisacea, marronosa y a veces rojiza, que ayuda a percibir la crueldad de las escenas.


En cuanto a las interpretaciones, ni que decir que el maestro Ian McKellen está espléndido como el viejo nazi, con una mirada penetrante y absolutamente acribilladora. Pero el joven Renfro no se queda corto tampoco, haciendo suyo el personaje con una frialdad y contundencia inusuales en un chico de su edad.

También es agradecida la presencia de Elias Koteas, uno de esos buenos actores tan inmerecidamente desaprovechados en el mundillo hollywodiense. No es este el caso, por supuesto.

Su personaje, aunque breve, es crucial en los acontecimientos finales.

También tenemos a Ross Geller, o mejor dicho, al actor David Schwimmer, interpretando también un papel breve pero que ejerce una importancia muy significativa en el desarrollo de la historia y en su conclusión.


Con todo, una película muy recomendable. Un buen ejemplo de como se debe trasladar una obra de Stephen King al cine. Una cinta sobre el mal más puro y real que existe. Un mal que no proviene de una cinta de video, ni de una casa encantada, ni de un misterioso lago, sinó un mal que se encuentra en nuestro interior. La maldad que el ser humano puede ocultar detrás de la cansada mirada de un viejo o de la inocente mirada de un niño.


Ojalá Singer se dejara ya de superhéroes y siguiera regalándonos películas como éstas, que bien nos hacen falta.


Lo mejor: Las interpretaciones de Sir Ian McKellen y Brad Renfro; la inquietante atmósfera que Singer inprime en cada fotograma; el perfecto clímax que se mantiene desde el primer minuto hasta el final.

Lo peor: El desafortunado mostacho de David Schwimmer, aunque no su interpretación.


Valoración personal: 4 sobre 5

miércoles, enero 31, 2007

Las 5 películas más soporíferas que he visto en un cine


Como hoy no me apetece enrollarme mucho, he decidido hacer honor a ese spot televisivo -de una conocida marca de coches- que nos recuerda que a las personas nos encanta hacer listas.

Así pues, vuelvo a las andadas con una de mis listas de cine que en este caso surge a raíz de una noticia publicada en Prensa.com y que he conocido a través de, si se me permite las confianzas, mis compis de Tublogdecine.es.


Me entero pues, que una pareja alemana se quedó frita (dormida, sobada..) en una sala de cine después de ver una película (“En busca de la felicidad”, aunque creo que eso es lo de menos) quedándose sólos una vez cerradas las puertas del lugar. A las 4 de la madrugada tuvieron que ser sacados por los bomberos y la policía.

Y yo me hago unas preguntas sobre el suceso:

¿no era más fácil localizar a la persona que tuviera o pudiese acceder a las llaves para dejar salir a la pareja en cuestión, sin tener que llamar a los bomeros?

¿tanto sueño tenían, que no se despertaron cuando se encendieron las luces, la gente se levantó y se empezó a oír el murmullo de los espectadores y los ruiditos de pies pisando las palomitas del suelo?

Y ya la última pregunta ¿en Alemania no tienen acomodadores en los cines? Y si los tienen.. ¿habrán despedido ya al que no supo hacer su trabajo ese día?


Total, que he decidido hacer un ránking de las más aburridas, soporíferas, cargantes y en resumidas cuentas, inaguantables películas que he podido “disfrutar” en un cine.

Desgraciadamente, tengo la capacidad innata de no dormirme en una sala de cine (debe ser por lo incómodas que son las dichosas butacas de los cines a los que voy) por muy tostón que sea la película. Así que he tenido que sufrir todos y cada uno de los minutos de las susodichas, a riesgo de sufrir graves lesiones cerebrales (añadidas a las que ya tengo)


Dicho sea de paso, invito y animo a aquellos (pocos) que me leen, a que compartan con un humilde servidor, su propia lista nombrando aquellas películas que les hayan causado una profunda somnolencia.

Sólo cuentan aquellas vistas en cines :)


Mi lista:

  1. Campo de batalla: La tierra (Roger Christian)

  2. Alejandro Magno (Oliver Stone)

  3. El reino de los cielos (Ridley Scott)

  4. Hijos de los hombres (Alfonso Cuarón)

  5. Mimic (Guillermo Del Toro)


Y eso es todo por hoy.


Saludos ;)

lunes, enero 29, 2007

Silent Hill, mucho ruido y pocas nueves

La verdad es que soy bastante reacio a ir al cine a ver adaptaciones de videjuegos, en menor medida, porque no juego a videojuegos y en mayor medida, porque en la mayoría de los casos los resultados son bochornosos (la estela dejada por “Super Mario Bros.” o “Doble Dragon” es muy, muy larga). Y después de ver ésta película, me alegra haberme ahorrado los 6 euros y pico que cuesta la entrada.


La primera ventaja con la que cuento, a mi juicio, es que desconozco totalmente el videjuego, por lo que me ahorro comparaciones absurdas entre el original (videjuego) y la película (cine, absolutamente nada que ver)


Así pues, me dispongo con cierto optimismo a pasar un mal rato ante “una de terror”. Pero para mí sorpresa, eso no ocurre.

Pero vayamos por partes, como diría Jack el Destripador (chistecito fácil, no me odieis por ello...)


De entrada, lo primero y realmente absurdo es la situación que nos lleva al siniestro pueblo que da título al film.

Una sufridora madre que ve como la salud y estabilidad mental de su hija se ven mermadas por las pesadillas de la susodicha y su peligroso sonambulismo (de aquél que te lleva hasta un acantilado y no hacia la esquina de la mesa del comedor, como les pasa a los demás sonámbulos)

Como la niña nombra el pueblo (maldito) de Silent Hill, a la madre no se le ocurre mejor idea que llevarla hasta allí (para que luego alguien se queje de las terapias de shock)


La excusa de diriguirse hasta el pueblo, es algo/bastante forzada, pero siendo una película de terror tampoco le ibamos a pedir peras al olmo. Eso sí, esa no será la única torpeza de la madre durante el transcurso de la película; aunque lo de darle esquinazo a una agente de policía, luego resultará no ser tan mala idea (aunque la agente no opine lo mismo)


Una vez llegados al pueblo, Gans (director también de la, para mí, gratificante “El pacto de los lobos”) nos mete de lleno en el misterio y la supuesta tensión que harán acto de presencia en lo que queda de película. Y es ahí, en ese rápido cambio de rumbo, donde yo encuentro el primer fallo.

Por mucho que la prota' grite y se esfuerce en encontrar a su hija, la empatía con el espectador brilla por su ausencia. Apenas conocemos nada de los personajes, de sus vidas, de sus interrelaciones...por lo que realmente nos importa un bledo la maldita niña y lo que pase con ella y su madre. Lo único que nos importa es saber que demonios pasó en el pueblo y el porque de las extrañas metamorfosis que se van sucediendo.

De ese modo, el pueblo en sí, que viene a ser un (vital) personaje más de historia, se convierte en el protagonista absoluto, ensombreciendo los supuestos personajes protagonistas, cuyo tratamiento es meramente superficial. Por no hablar del personaje de Sean Bean (el padre/esposo), que está ahí como un elemento más del atrezzo.


Pero no todo es malo. Si por algo destaca “Silent Hill”, es por su cuidada estética y por unos efectos especiales de verdadero lujo, obra del talentoso especialista Patrick Tatopoulos (Independence Day, Godzilla, Underworld, etc)

El mundo macabro en el que nos sumergimos poquito a poco cobra una fuerza apabullante que realmente puede sobrecojer al espectador.

Existen, a lo largo del film, momentos muy logrados, como la escena que transcurre en el lavabo con el ente de turno (no contaré más para no destripar nada a nadie) o dos de las escenas finales del film: cuando se encuentra frente la puerta del “mal”; o la masacre final.


Realmente, en el apartado técnico (ambientación, efectos visuales...) no encuentro ninguna pega, es más, me aprece magistral. Lo malo, es que ello no se sustenta con una buena historia ni con un buen desarrollo.

El misterio que hace a uno moderse las uñas y que debería ir esclareciendóse de forma pausada, se nos resuelve de la forma más atropellada y chapucera posible. Todo el cierto encanto que envolvía el film se va al traste cuando ¡SPOILER! la niña maldita nos cuenta enterita toda su historia, como si una voz en off nos estuviera leyendo el catálago (guía, manual o como se llame) del videojuego.

En cuestión de segundos, el misterio se nos revela. Dicho sea de paso, la historia en sí es bastante absurda y no hay por dónde cojerla (que no es lo mismo que no entenderla, aclaro).

Eso me hace pensar si realmente cualquier videjuego puede ser trasladado a la pantalla por el simple hecho de ser un éxito de ventas. Eso sin nombrar las adaptaciones de juegos de lucha, que historia...más bien tienen poco o ninguna.

No se si en este caso, la historia ha sufrido cambios o variaciones respecto al videjuego, pero para mí, como película, no tiene razón de ser.

Si esto fuera un videoclip de Marilyn Manson me levantaría del sillón y aplaudiría con gran entusiasmo, pero como la película que es, me parece un mero ejercicio de excelente virtuosismo visual pero de profundo vacío argumental.

Christophe Gans se preocupa más, como ya he dicho, del aspecto visual, que de la propia (floja) historia.

Por suerte, las interpretaciones son correctas: a Radha Mitchell ya se le daba bien eso de pasarlo mal, sino véase “Pitch Black” (película de la que jamás se debió hacer una secuela...como la que tuvo), dónde su personaje era más inteligente y tenaz. Sean Bean también cumple con su escaso cometido; y es que es una lástima que un actor con su talento -relegado casi siempre a papeles de antagonista- se preste a hacer de chico bueno en la película equivocada. Y Laurie Holden, con un cambio de look sorprendente, hace gala de sus atributos físicos y además nos muestra a una valiente agente de la ley creíble y sobretodo humana (y eso en un agente de la ley, es un milagro)

También es de agrecer que aún siendo una película de terror con el típico pueblo fantasma, tanto director como guionista nos ahorren un montón de tópicos ya manidos en el género, que bien podrían haber tenido su hueco y que nos hubieran entorpecido el suspense surrealista de la película.

Con todo ello y teniendo como referencia otras adaptaciones hechas hasta la fecha, “Silent Hill” se erije como una adaptación ciertamente lograda, pero que como película de terror propiamente dicha, ni asusta ni sorprende. Por lo tanto, a mi no me convence.


Admito que soy muy exigente, pero si la película que me ocupa no tuviera ese halo pretencioso que la recubre, quizás me hubiera resultado más amena.

Christophe Gans ha pegado el bajón al viajar al otro lado del charco, pero aún así, apunta alto. Estaremos a la espera de que le den un buen guión :)


Lo mejor: La magnífica recreación de un mundo macabro y tenebroso de la mano del genial Tatopoulos; ver a Laurie Holden embutida en un sugerente uniforme; algunos logrados momentos de tensión; la (buena) repercusión que pueda tener para futuras adaptaciones de videjuegos (de la que DOA no ha aprendido nada y de la que espero que Paul W.S. Anderson tome nota para hacernos más llevadera su particular versión de “Castlevania”)

Lo peor: Un guión un tanto absurdo y engañoso; un final francamente insulso e inadecuado; ver al bueno de Sean Bean metido en un berenjenal ajeno; las excesivas pretensiones de las hace gala el producto.


Valoración personal: 2,5 sobre 5 (Regular)










domingo, enero 21, 2007

Rocky Balboa, el regreso de un mito

Tras 16 años de ausencia, Rocky/Stallone ha vuelto a subirse al ring para demostrar que aún le quedan golpes que dar y filosofias que enseñar.


La emoción que siente un servidor al estar en una sala de cine escuchando la estupenda composición de Bil Conti en Dolby Surround, no puede ser descrita con palabras. El “Gonna Fly Now” envuelve la sala y en ese preciso instante empiezas a revivir esa nostalgia cinéfila que tenías guardada bajo llave.


Lo primero y más importante, es señalar que “Rocky Balboa” no es una película de boxeo al uso, sino una película sobre un boxeador (o ex-boxeador).

Stallone nos presenta a un viejo Rocky anclado en el pasado, un Rocky que matiene una lucha interior por volver a sentirse bien y dejar de vivir en los recuerdos de una vida que una vez tuvo (su grandes éxitos en el ring, su amada esposa...)

Ahora el sr. Balboa es un tipo de que se encarga de su “ristorante” -cuyo nombre ya nos hace echar una mirada atrás-, de cuidar a sus viejos amigos y que trata de arreglar la fría relación que mantiene con su hijo. Este viejo Rocky, algo abatido, algo cansado, se plantea regresar al ring, aunque no de forma profesional, claro. Necesita volver a pelear, hacer lo que de verdad sabe hacer y lo que de verdad le llena. Y por descontado que tendrá su oportunidad.


Durante el visionado de la película me ha sido imposible no relacionar las similitudes del personaje con su actor. Y es que ambos han vuelto para callar a algunas bocas. Rocky nos demuestra que puede subirse a un ring y pelear con las mismas ganas y la misma rabia de siempre; y Stallone, que puede seguir congregando a sus seguidores a una sala de cine (algo que parecía muy dificil, teniendo en cuenta sus infestas últimas apariciones)

Stallone no será un Eastwood detrás la camara ni será un De Niro delante de ella, pero tiene el honor de firmar con dos nombres propios, Rocky y Rambo, la historia del cine americano, sea para bien o para mal y pese a quien le pese.


Se nota además, que Sly ha hecho esta película con cariño. “Rocky Balboa” conserva el espíritu de su primera aparición en pantalla. Para quien desconozca la historia del potro italiano, puede ver “Rocky” de 1976 y luego seguir con “Rocky Balboa” de 2006, obviando perfectamente sus secuelas intermedias. Y es que si para algo tiene razón de ser esta película, es para dejar a nuestro púgil cinematográfico más famoso como bien se merece: con un grato sentimiento de autosuperación, sin que el odioso orgullo patriotero nos dañe la vista como hicieron sus antecesoras Rocky IV y Rocky V.


Si que es cierto que en algunos momentos se peca de un exceso de moralina, pero eso no empaña el disfrute de una película emotiva, con sentimiento tras cada palabra y tras cada imagen. Dicha emotividad pierde algo de fuerza en los últimos minutos de metraje en donde la adrenalina hace acto de presencia y donde el combate final se convierte en algo intencionadamente memorable.

El sr. Stallone rueda con eficacia el combate final, con un juego de blancos y negros y con los ya manidos flashbacks intercalados entre golpe y golpe.

Algunos incluso hemos echado de menos escuchar el gran “Eye of the tiger”, pero eso se ha visto compensado rememorando escenas como el ascenso por las escaleras del museo de arte (con Punchi incluido), los entrenamientos con Paulie y algún que otro guiño más, que el buen espectador/fan agradecerá, sin duda.


Con “Rocky Balboa”, Stallone se ha quitado esa espina clavada y ha demostrado que a sus 61 años aún puede lucir músculos sin ningún pudor (algo que ya quisiera el Gobernador de California) y que puede codearse en taquilla con magos, héroes de guerra, adolescentes con superpoderes y antiguas civilizaciones.


No estamos ante una gran película pero sí una buena película, con buenas intenciones y menos pretensiones de las que se esperaban. Efectista pero bien resuelta. Fantasiosa pero agradable.

Los minutos se pasan rápido y satisfactoriamente, tanto si eres un fan como si es la primera vez que oyes el nombre de Rocky.


Lo mejor: Un Rocky creíble con el que empatizas desde el primer minuto; una buen combate final; el tratamiento de los momentos álgidos del film sin necesidad de caer en el ridículo; el humor dosificado; el “buen rollito” que inunda todo el film.

Lo peor: Algunos personajes como “Steps”, poco definidos y que aparecen con la misma rapidez con la que desaparecen; la moralina de saldo de algunos momentos; que tuvieramos que sufrir “Rocky V” para poder disfrutar de “Rocky Balboa”.

Puntuación: 3 sobre 5

domingo, diciembre 31, 2006

“Carlito's Way”, atrapado por De Palma


Carlito's Way, o como aquí en España se tituló, “Atrapado por su pasado”, es una excelente película de Brian De Palma y es de obligado visionado para todos los amantes del séptimo arte.


Para empezar, una breve sinopsis para el que desconozca esta imprescindible pieza.

Carlito Brigante es un ex-traficante de heroína que acaba de salir de la cárcel dispuesto a empezar una nueva vida alejada de la delicuencia. Pero ese nuevo camino a seguir no será nada fácil.

El mundo que le rodea ha cambiado pero la violencia, las mafias y el negocio de las drogas siguen estando presentes y siguen acechándole a cada paso que da.

Como bien nos indica su traducción española, Carlito es un tipo atrapado por su pasado. Su lealtad hacia sus amigos y la lealtad de estos hacia él serán su perdición.


Carlito's Way no es solamente una película de mafias o una película sobre una historia de amor, ni siquiera sólo sobre la violencia o el mundo de las drogas; sinó que es una película sobre la lucha que emprende un hombre por alcanzar su sueño y lo amarga que se vuelve esa lucha.

De Palma nos presenta el film de forma contundente mediante el desenlace final de Carlito y, aún así, consigue durante todo el film, tenernos enganchados a la trama sin pestañear.

Sus vertiginosos movimientos de cámara y sus arriesgados planos son marca de la casa y la secuencia de Grand Central Station es una brillante muestra de efectividad tras la cámara.


Un buen guión y un Al Pacino pletórico son, sin duda alguna, las armas con las que cuenta su director para narrarnos una dura historia de supervivencia en esa jungla de asfalto que son los barrios bajos de la década de los 70.

Unos 140 min. aprox. que en nigún momento se nos hacen largos. De Palma aprovecha cada uno de los minutos con los que cuenta para darnos una lección de cine.

Un mundo nefasto plagado de seres despreciables son la muestra evidente de cada uno de los obstáculos que Carlito debe ir superando si quiere convertirse en un nuevo hombre.

Incluso la cara más dulce y tierna de ese mundo, el amor por su amada, son la prueba de vida que Carlito debe superar con éxito.

Ser un ex-traficante, moverse en un mundo de mafias y drogas y llevar un local nocturno llamado “El Paraíso”, no es una tarea nada fácil para un hombre que quiere reformarse, y más si el abogado que te sacó de la cárcel se ha vuelto un mafioso y un cocainómano acabado.

Y ahí radica otro de los puntos fuertes de la película. Un físicamente irreconocible Sean Penn nos deleita con una de sus soberbias interpretaciones.


Violencia, amor, lealtad, traición...una mezcla ensamblada con eficacia y sin que ninguna de las partes pierda su aliciente ni su peso en el desarrollo de la trama.


Una música que nos arrastra al dramatismo y a la emotividad de cada una de las escenas en las que hace acto de presencia.


Si ésta no es la mejor película del mejor De Palma de antaño, es porque ahí están sus “intocables”.

Elegir entre Elliot Ness y cia y el sr. Brigante es muy dificil. Y no nos olvidemos de “El precio del poder”.

A ver cuando recuperamos al mejor De Palma, que parece que nos abandonó hace tiempo.

Recomiendo ésta película a aquellos que les gusten las historias bien contadas y a aquellos que últimamente se pregunten porque una vez se enamoraron del séptimo arte. Quizás viendola, recuperen esos motivos que una vez les llevaron a amar el cine.


Si vale, ha quedado un poco exagerado, pero es que ésta película es del 93 y ahora apenas se hacen excelentes películas como esta. Ahí queda la cosa.


Lo mejor: el brillante pulso de De Palma para contarnos la historia sin perder un ápice de fuerza en ningún momento; las interpretaciones de Al Pacino y Sean Penn; la persecución en Gran Central Station, memorable.


Lo peor: Absolutamente nada.


Puntuación: 5 (sobre 5)

jueves, diciembre 28, 2006

“Apocalypse Now”, el remake


Sin duda, la gota que colma el vaso.

Hartos nos tienes estos de Hollywood de llenarnos las carteleras de insulsos e innecesarios remakes. No sólo no se han quedado a gusto con destrozarnos míticas películas de terror como “La Profecía” o “La niebla”, sino que ahora preteden tirar del “terror real” con una de las grandes obras maestras del cine moderno.

¿Es que hay alguien ahí o aquí que piense que “Apocalypse Now” se puede mejorar?¿?

¿Qué será la próximo, un remake de “2001: Odisea en el espacio”?


No sólo me indignaba oír que se está realizando el remake de “Armas de mujer” y que se prepara otro para esa gran muestra de terror llamada “La cosa” (¿tito Carpenter, no has escarmentado aún?). Pero esto se lleva la palma.


A parte de lo obviamente innecesario del remake, olga decir que a estas alturas a quién le puede interesar revisar la guerra de Vietnam. Ahora lo que está de moda es hablar de Irak, sino que se lo digan al pobre tito Eastwood.


Por lo visto, aún se está hablando del proyecto y de quién podría hacerse cargo de la dirección. En este caso, Coppola se reservaría las funciones de productor.

Por lo visto, se le había ofrecido la silla de director a Scorsese, por la amistad que une a ambos directores y por el indudable talento de este gran señor. No obstante, éste ha declinado la oferta (menos mal!) ¿Cual será el siguiente en la lista?¿

Puestos a opinar, yo voto por poner a Walter Hill xD


Aún hay tiempo para que declinen la oferta muchos más, ya que se está pensando en iniciar el rodaje a partir de mayo de 2007, fecha límite impuesta por la United Artists. Y la fecha de su estreno, si no hay retrasos de última hora, podría ser para otoño del 2008.


Y por lo que al reparto se refiere, han sonado nombres como Harrison Ford, Robert Reford y Harvey Keitel, aunque de momento ninguno a confirmado su presencia en el proyecto. También podría volver Martin Sheen, aunque interpretando otro personaje, claro.

Incluso se rumorea la aparición de Adama Sandler, quien por lo visto se ha interesado por alguno de los papeles principales. Por Dios, Adam Sandler?? Bueno vale sí, quizás quiera alejarse de su viz cómica, como han hecho Robin Williams o Jim Carrey. Pero de veras alguien se lo imagina metido en pleno Vietnam sin hacer ninguna gracieta de las suyas?


En fin..no se cuales pueden ser los motivos por los que se quieren destruir clásicas películas de Hollywood. Lo que podrían haber hecho es una adaptación más fiel a la obra de Conrad, cuyos sucesos se ambientan en la África de finales del siglo XIX. Pero un remake?


La mayoría sabemos que los remakes tienen una efectividad del 10% (o menos). La mayoría de ellos acaban fracasando, por muy buenos que sean los antecendentes. De esto saben muy bien los responsables de “Todos los hombres del Rey”.


Aunque la industria hollywoodiense es capaz de todo, estoy seguro que este remake es inconcedible y jamás se hará. Adivinais por qué?


Saludos ;)


P.D.: No he podido resistir la tentación

domingo, diciembre 24, 2006

Cine-Balance 2006

En estas fechas cercanas al fin de año, lo suyo es hacer un balance de lo que el 2006 ha dado de sí, en lo que al aspecto cinematográfico se refiere.

Dado que mis visitas a las salas de cine han sido escasas, prefiero no recurrir al típico listado de lo mejor y lo peor del año. Otros lo han hecho ya en sus blogs y muy bien, por cierto (saludos a Yul., Boody y cia)


Prefiero dejar en el aire un listado de las incógnitas que a un servidor le atormentan con cierta frecuencia (llámalas incógnitas, llámalas preguntas retóricas :P)


Ahí va la lista xD:


¿Por qué Charlize Theron desaprovecha sus virtudes (físicas e interpretativas) en despropósitos como “Aeon Flux”?


¿Por qué Nicolas Cage ha perdido el criterio para elegir según que papeles?


¿Por qué Spielberg y Lucas siguen zarandeándonos con rumores de una muy poco probable cuarta entrega de Indiana Jones?


¿Por qué, después de que los actores españoles se quejaran de la poca inversión que hay en el cine español, grandes producciones como “Alatriste” se convierten en una decepción para gran parte del público y de la crítica (a pesar de su elevada taquilla)?


¿Por qué el departamento de cultura alemán sigue subvencionando a Uwe Boll?


¿Por qué Hollywood se empeña en destrozar clásicos del cine con, en su mayoría, insulsos e innecesarios remakes?


¿Por qúe productos de Disney directos a DVD como “Bambi 2” se estrenan en cines?


¿Por qué el estreno de “Banderas de nuestros padres” de Eastwood se ha retrasado hasta enero del 2007?


¿Por qué los hermanos Wayans siguen perpretando atrocidades delante y detrás de las cámaras sin que nadie les diga nada?


¿Por qué sigue llegando cine de terror japonés a nuestras carteleras, si está claro que ya ha perdido el gancho (y la calidad) de sus primeras incursiones en el mercado español?


¿Por qué Renee Witherspoon es la nueva “Novia de America” tras una buena interpretación en “En la cuerda floja” y un currículum de lo más risible?


¿Por qué la Academia de Cine americana sigue negándole un Oscar a Martin Scorsese?


¿Por qué Beyoncé Knowles sigue empeñada en hacer carrera en la industria del cine?


¿Por qué la pareja Tom Cruise&Katie Homes resulta tan pedante y detestable?


¿Por qué “Buenas noches y buena suerte” de George Clooney no otuvo ninguna recompensa en los Oscars de 2006?


¿Por qué la industria de cine española, en particular, y el público español, en general, sigue apostando por cosas cómo “Isi/Disi: Alto Voltaje”?


¿Por que Harrison Ford sigue insistiendo en sus papeles de “gran héroe americano” y “buen padre y mejor esposo”, salvo en contadas ocasiones?


¿Por qué los raperos, más o menos famosos, siguen empeñados en ser actores?


¿Por qué una aclamada obra teatral como “Los productores” fracasa en su adaptación cinematográfica?


¿Por qué dentro del cine europeo, países como Alemania, Reino Unido o Francia siguen ganándonos por goleada?


¿Por qué simplemente con pronunciar el apellido “Tarantino”, la crítica se divide en dos bandos claramente opuestos (los detractores abusivos y los aduladores excesivos)?


¿Por qué se ha hecho una innecesaria secuela de “Instinto Básico” pasados unos largos 14 años?


¿Por que las distribuidoras españolas siguen destrozando el cine de animación con los aberrantes doblajes de los famosetes de turno? ¿Y por qué el doblaje de los personajes extranjeros en las películas americanas sigue siendo tan nefasto (Casino Royale, El último Samurai)?


¿Por qué la unión de Richard Dooner (Arma Letal) y Bruce Willis (Jungla de Cristal) en “16 calles” no ha dado mejores resultados?


¿Por qué Wesley Snipes ha acabado compartiendo estanterías del videoclub con Steven Seagal y Van Damme?


¿Por qué Tom Hanks se empeña en aparecer en productos tan polémicos como vacios, tales como “El Código Da Vinci”?


¿Por qué Bryan Singer abandonó X-Men para defraudarnos a todos con su remake no-oficial llamado “Superman Returns”?


¿Por qué el guión de “X-Men 3: la decisión final” es tan apocalíptico y desfasado?


¿Por qué Robert De Niro ha aparecido en productos impropios a su innegable talento?


¿Por qué la infumable “Ultravioleta” de Kurt Wimmer se ha estrenado en cines españoles y su ya película de culto “Equilibrium” (2002) no lo ha hecho aún? ¿Y por qué Milla Jovovich sigue emperrada en dedicarse a papeles de heroína futurista, haciéndolo cada vez con menos expresividad?


¿Por qúe hay tantas películas de animación CGI por año, siendo muy pocas buenas películas?

¿Y por qué están publicitando “Los Simpson. The Movie” como una película meramente 2-D, si la gran mayoría sabemos que eso no es del todo cierto?


¿Por que se ha hecho una tercera parte de “A todo gas”?


¿Por qué las comedias familiares protagonizadas por Tim Allen son tan horribles?


¿Por qué Tony Scott es tan bueno a veces y tan malo otras?


¿Y por qué Ridley Scott hace cosas tan edulcoradas e inncesarias como “Un buen año”, que cumple a rajatabla todos los tópicos de las comedias románticas más simplonas?


¿Por qué las adaptaciones de videojuegos siguen siendo, en mayor medida, tan flojas?


¿Por qué se sigue explotando el filón de los superhéores, si tres de cada cinco estrenos son fracasos en taquilla? Y por qué les vale ya cualquier superhéroe, aunque no lo conozca ni el tato?


¿Por qué titularon en España (como no) “The Breed” por “Aullidos”, si no tiene nada que ver -gracias a Dios- con la excelente obra de Joe Dante?


¿Por qué no han matado los personajes Orlando Bloom y Keira Knightley en Piratas del Caribe, si la mayoría los detestamos?


¿Por qúe existe una secuela de “Garfield”?


¿Por qué hay 3 películas de animación diferentes, con hormigas de protagonistas?


¿Por qué los documentales no se estrenan en más cines, de igual modo que lo hacen las películas?


¿Por qué cuando en Hollywood se habla o rumorea sobre un proyecto importante, siempre salen a relucir los mismo nombres: Peter Jackson, Sam Raimi o Guillermo Del Toro?


¿Por qué algunos directores están tan sobrevalorados? (Ponédle vosotros mismos nombres y apellidos)


¿Por qué “The Guardian” nos recuerda a tantas otras películas?


¿Por qué “A Scanner Darkly” y “Brick” se han estrenado en tan pocas salas de cine?


¿Por qué Alfonso Cuarón recurre y desperdicia el talento de Julianne Moore para tan escaso papel en “Hijos de los hombres”?


¿Por qué tan pocos se atreven a criticar la última película del cineasta Bigas Luna, “Yo soy la Juani”?


¿Por qué en España unos cuantos impresentables siguen titulando las películas extranjeras de tan mala manera?


¿Por qué a tantos les extraña las aptitudes de Mark Walhberg? ¿Es que nadie ha visto “Rock Star”?


¿Por qué Woody Allen quiere estrenar una película por año, en vez de tomarse su tiempo para evitar altibajos en su filmografía?


¿Por qué Jordi Mollá es tan histriónico en todas sus interpretaciones?


¿Y por qué ser tan exagerado en España da tan malos resultados (Jordi Mollá, por ejemplo) y en Estados Unidos tan buenos (Jack Nicholson, Johnny Depp, Al Pacino, Gary Oldman...)?


¿Por qué “Borat” gusta tanto a los americanos? ¿Será el “efecto Torrente”? ¿Quizás es que saben reirse de ellos mismos? ¿Entonces porqué abuchean tanto a Michael Moore?


¿Por qué hacer de Daniel Craig un nuevo Bond, pudiendo crear una nueva, diferente y mejor franquicia? ¿O acaso eso sería saturar el mercado de agentes secretos?


¿Por qué Penélope Cruz es una mala actriz en América y una buena actriz en España?


¿Por qué se debe seguir explotando el filón de las novelas fantásticas, viendo el fracaso de “Eragon”?


¿Por que Cameron Díaz lleva años y años sin hacer una buena película? ¿O acaso no ha hecho ninguna buena película, a parte de “La Máscara”?


¿Por qué Jennifer Aniston obtiene tan desfavorables resultados en taquilla en productos hechos para su lucimiento?


¿Por qué el teaser póster de “The Good German” de Soderbergh es tan descaradamente parecido al póster de “Casablanca”?


En fin, estas son (creo) todas las preguntas que me vienen a la cabeza en el 2006.

Se que son muchas y que algunos os habreis cansado de leer al llegar a la mitad de la lista (o antes) xD

Pero bueno... espero que a lo largo del 2007 algunas de ellas deje de preguntármelas. Eso será un buen indicador.


Gracias a los que os habeis pasado por aquí y habeis dejado vuestras opiniones.

Y a los que no, no importa. Yo seguiré aquí con mis perturbaciones personales xDD


Saludos y Felices Fiestas a todos ;)



Mentes en blanco ¿las de guionista y director?


Sinopsis:

Cinco hombres se despiertan encerrados en un almacén, sin que ninguno de ellos recuerde cómo llegaron allí ni quiénes son. No tardarán en darse cuenta de que han participado en un secuestro, sin saber si son secuestrados o secuestradores. [...]Poco a poco, los hombres intentan reconstruir el puzzle de sus últimas horas y, al hacerlo, comienzan los conflictos y los retos. ¿Cómo se puede saber en quién confiar, si ni siquiera sabes quién eres?


(Extraída de filmaffinity)


La verdad es que tenía ciertas esperanzas de encontrarme con un film que, al salir de la sala del cine, me dejara plenamente satisfecho. Pero tendrá que ser en otra ocasión. (hasta ahora, solamente lo ha conseguido Scorsese con su apoteósica “The Departed)”


Al terminar su visionado, la sensación que a uno le queda es más bien agridulce.

Por una parte, su planteamiento (obviando ciertas similitudes con “Saw”) y su reparto, son sus mejores bazas.

La idea preconcebida que tenia del film se fue al garete en menos que canta un gallo, lo admito.

Cierto es que hay que evitar ciertas espectativas hacía lo que vas a ver, pero en este caso opino que el fallo recae en el desarrollo de la trama y no en mí. Y por qué digo esto? Pues porque el misterio en que se basa toda la película se resuelve de forma muy rápida, en apenas unos 45 min. (más o menos, no lo tengo cronometrado :P). Y son esos 45 minutos los mejores de la película, diría yo.

Desconfianza, desesperación, inquietud...son varias de las sensaciones que sufren los personajes. La tensión que debería sentir el espectador ante tal situación brilla por su ausencia. Y es que el hecho de ir alternando diferentes espacios (lugares dónde transcurre la acción, para ser más exactos), hace que decaiga ese hilo conector que debería unirnos a dichos personajes.

El público deja de ser un espectador más, para convertirse en una especie de Gran Hermano. La información que recibimos es excesiva, y el misterio se apaga tan rápido como la llama de una vela de cara al viento.

Si el director no es capaz de crear una catarsis suficientemente activa y duradera a lo largo de la película, el espectador queda irremediablemente alejado del desasosiego general que se pretende evocar con ella.

Y eso, unido a la resolución relativamente inmediata del enigma que une a los personajes, hace que la cosa pierda fuelle y quede en un mero intento de buena película.


Podriamos decir que es en los actores donde reside el mayor logro. Incluso la sobriedad habitual de Cazievel está justificada en este caso.

Todos y cada uno de ellos (Jim Cazievel, los siempre efectivos Greg Kinnear y Joe Pantoliano, Barry Pepper, Jeremy Sisto, Bridget Moynahan y Peter Stormare) cumplen con su papel.

Personalmente, hubiera preferido un mayor protagonismo de Stormare, cuya carismática presencia queda reducida a escasos minutos. Aunque eso es bastante lógico, teniendo en cuenta que el protagonismo recae principalmente en los “amnésicos”.



Con todo ello, insisto en que la película no es mala, sino que simplemente desaprovecha una idea, a priori, muy atrayente.

Se podría haber logrado un film mucho más interesante y efectivo. Aún así, hay que darle un voto de confianza a su novel director, Simon Brand, quien hasta ahora tan sólo había dirigido anuncios comerciales y videoclips (como tantos otros del gremio)

Su debut en el largometraje queda mermado, en parte, por un guión que adolece de ciertas incongruencias y de un final que nos deja con un mal sabor de boca, una sensación de vacío que ya venía precedida por los últimos sucesos acontecidos.

Aún así, si ya habeis visto en cines todos los estrenos anteriores, “Mentes en blanco” es, a mi parecer, la mejor propuesta de la semana, con sus defectos y virtudes.


Curiosidad:Como todo guiño que se precie en cualquier ópera prima, podreis comprobar la aparición de un conocido CSI televisivo. No doy más pistas, para no chafar la sorpresa :)


Lo mejor: La idea de la que parte; las interpretaciones; la ambientación.

Lo peor: El desperdicio de la propia idea incial; un guión tramposo; el desalentador desenlace final; la destacable delgadez de Bridget Moynahan.


Puntuación: 2,5 (sobre 5)

martes, diciembre 12, 2006

La Trampa del Caimán


Albino Alligator (La Trampa del Caimán)


En 1997, ese gran actor llamado Kevin Spacey, decidió sentarse en la silla de director por vez primera, con un thriller violento y angustioso llamado Albino Alligator, que aquí en España se tituló, sin hacernos demasiado daño -por suerte-, La trampa del caimán.


Para su debut detrás de las cámaras, Spacey, que no tiene un pelo de tonto, decidió rodearse de un buen elenco de actores, algo que sin duda eleva el film, en parte, por encima de lo pasable.

Y es que Faye Dunaway, Matt Dillon, Gary Sinise o Joe Mantegna nos aseguran, como mínimo, unas buenas interpretaciones, algo que luego podemos comprobar.


La historia nos cuenta como tres delincuentes de pacotilla se esconden, tras un robo fallido, en un bar llamado “El Bar de Dino, la última esperanza” (tremenda ironía se trae el nombrecito...) tomando como rehenes a todos los que allí se encuentran en ese momento.

Cuando los delincuentes se ven rodeados por la policía, la situación empieza a complicarse y las relaciones entre secuestradores y secuestrados se van tensando por momentos.


La premisa suena bien, y el ambiente claustrofóbico que impregna Spacey en la película no decrece en ningún momento.

La historia no es nada del otro mundo, pero está bien tratada. Los protagonistas están perfectamente retratados, por lo que la empatía se produce al instante. Unas rápidas pinceladas nos sirven también para conocer ligeramente al resto de personajes,entre los cuáles destaca un silencioso e intrigante Viggo Mortensen.


Los delicuentes se podrían clasficiar en: Gary Sinise, el cerebro del grupo y el más sensato; Matt Dillon, el joven temerario y William Fichtner, el loco psicópata.

Sinise, a pesar de volver a meterse en la piel de un personaje descarriado, nos ofrece a un tipo listo que por desgracia ha encaminado mal su vida. Tenemos a un Dillon que convence de sobras con un papel de tipo duro pero compasivo, algo que suele darsele bastante bien. Y Fichtner, uno de esos secundarios que a mí personalemente tanto me gustan, es un tipo rudo que no duda en recurrir a la violencia si la situación lo requiere (y sino, también). En definitiva, se nos presenta a un trío de perdedores que se meten en un fregado que les queda muy grande.


Y en la otra cara de la moneda tenemos al agente del FBI Joe Mantegna, que aún teniendo pocas escenas, nos regala un par de frases bien paridas; y una Faye Dunaway espléndida, una mujer dura y protectora que hace frente (con un buen par) a los miserables atracadores. Personalidad que a mí me ha recordado, en cierta medida, a la Meryl Streep de “Río salvaje”, aunque con ciertas debilidades añadidas.


Todos están en su salsa y se les nota a gusto con sus respectivos personajes. Y como ya he dicho, tanto el ritmo como los diálogos, nos mantienen pegados al sofá hasta que se nos desvela el desenlace de tan caprichosa situación.


Algunos podrían encontrar en el film ciertas similitudes con Reservoir Dogs, aunque debo decir que la violencia está bastante dosificada y no roba en exceso el protagonismo que bien se merece la propia trama.

A mi, en cuanto al trio de atracadores se refiere, me ha recordado bastante a Hostage, de Bruce Willis, salvando las distancias, claro. Y en cuanto a hechos y acciones/reacciones que se producen, también me ha venido a la memoria esa discreta pero interesante película llamada “Últimas consecuencias”, del eventual como director, Kiefer Sutherland (ahora el actor mejor pagado de la tv, que bien se lo merece)

Quizás la mayor pega que puedo encontrarle, es la floja relevancia que acaba teniendo el personaje de Mortensen en los últimos minutos del film. Cabe destacar que éste crea una punto de inflexión vital en la trama. Pero luego, esa importancia va perdiendo gas y el personaje en sí, pierde toda su valía.


Aún así, nos encontramos delante de una buena película.

El enfoque humano que se da por parte de ambas partes (rehenes y malechores) es lo más relevante de un film sin pretensiones pero eficaz en su cometido, que tanto es entretenernos como hacernos pensar. Pensar en los límites a los que llega el ser humano para hacer frente a situaciones complejas.


Lo mejor: Las interpretaciones de sus protagonistas principales; dos secuencias de William Fitchner: cuando relata el significado de “La trampa del caimán” y cuando sacude a Emmeth Walsh (con ese genial enfoque al póster de Humphrey Bogart); un final contundente a la par que poco esperanzador.

Lo peor: El desaprovechamiento final del personaje de Viggo Mortensen y de algunos golpes de efecto; la sosería a la que nos tiene acostumbrados Skeet Ulrich.


Puntuación: 3,5 sobre 5


Saludos



domingo, noviembre 26, 2006

“Sus siervos” por fin en España!

Sabado 25 de Noviembre de 2006 – Deine Lakaien en concierto

Era la primera vez que Deine Lakaien vistaba España y yo no podía faltar a esa cita. Y sin duda, mereció la pena (algo que ya sabía de antemano).

Un gran concierto. De aquellos, como bien comentaba a un amigo, que disfrutaría mejor sentado en una buena butaca de un palacio de la música o de un teatro. Aunque ya sabemos que en estos lugares no se apuesta por la escena oscura.


Como decía, era la primera vez que Deine Lakaien se acercaba a nuestro país para deleitarnos con su esquisita música. Ayer estuvo en Barcelona y esta noche se pasea por Madrid.

Después del concierto, solo puedo deshacerme en halagos.

Un concierto acústico. Únicamente voz y piano ¿Para qué necesitamos más?

Una de esas pocas veces en que la música emociona por su profundidad y su calidez. La profunda voz de Alexander agudiza nuestras sentidos y nos envuelve como si de una espesa niebla se tratara.

Una voz serena y tranquilizadora que, no obstante, proviene de un hombre nervioso y plagado de tics, algo que me pareció muy curioso de observar. Y es que eso era lo que hacíamos: disfrutar y observar. Escuchar y sentir.

Además, también me resultó muy interesante, a la par que satisfactorio, darme cuenta de la cercanía que había entre Alexander y nosotros, su público. Nada que ver con esa sensación de divinidad que algunos pregonan por ahí. Entre él y nosotros no había ningún muro que nos separara, sinó un hilo conductor que nos unía con fuerza, la música.

Si tuviera que quedarme con un titular, sería el de “Concierto cercano”. Un concierto 100% disfrutable.

Y es que “sus siervos” estaban dispuestos a demostrarnos que ese concierto se nos haría inolvidable.

Empezar con el “Love Me To The End” ya nos predecía sobre lo que ibamos a escuchar. ¿Por qué empezar suave? Qué demonios! Empezamos a lo grande! XDD

No sólo se veía a Alexander disfrutar con lo que hacía, sinó que Ernst nos deleitaba con su piano con unas asombrosas y cautivadoras sinfonías. Cuando era necesario acariciaba suavemente las teclas para los momentos más melódicos y tranquilos, y cuando no, aporreaba con intensidad las cuerdas del piano (no olvidemos que también toca la batería) para hacernos vibrar de forma contundente.

Cada nota, cada sonido, cada pieza, todo en perfecta consonancia y sincronización. Tan meticuloso y perfecto como el mejor de los relojes suizos.

Es una lástima que no pueda acompañar esta entrada con fotos del acontecimiento, ya que una vez allí y tras hacer un par instantaneas, la bateria de mi cámara se agotó, algo que mi buen amigo Ricardo no me perdonará en la vida (ni yo tampoco). Y es una lástima, porque también ha sido uno de los pocos conciertos en los que he podido ver de cerca al artista en cuestión y sin que los “larguiruchos” de turno entorpezcan mi ángulo de visión, algo que me sucede con muchísima frecuencia.


Sinceramente, me resultó muy breve. Y si eso sucede, se puede decir que se ha disfrutado plenamente. Aunque me quedé con ganas de más, debo reconocer que esa hora y poco fue espléndida y espero que se repita pronto y no tengamos que esperar años en volver ha sentirnos cautivados por la portentosa y melódica voz de Alexander y la minuciosa precisión y ejecución de Ernst tras el piano. Siempre es un placer recrearse en el estado más puro de la música.


Saludos